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¿Es aconsejable hacer ejercicios de suelo pélvico durante el embarazo o es mejor que no?

Siempre nos hablan de la importancia del suelo pélvico, pero no sé si es adecuado trabajarlo en determinados momentos. ¿Es aconsejable hacer ejercicios de suelo pélvico durante el embarazo o precisamente en esa etapa es mejor que no?

Laura

El embarazo es la etapa estrella para el suelo pélvico. Los cambios que se van a producir a nivel físico, hormonal y funcional durante el embarazo van a poner a prueba al periné, y el parto es el gran momentazo del suelo pélvico. Así que la respuesta es sí, hay que trabajar mucho con el suelo pélvico durante el embarazo. De hecho, la gestación suele ser el momento en el que la mayor parte de las mujeres toman conciencia de que tienen un periné con el que hacer “ejercicio” y por primera vez oyen hablar de estos músculos. 

El problema es que se plantea el trabajo perineal como si este fuera un obstáculo para el nacimiento o una serie de pruebas que hay que superar, en lugar de entender que el suelo pélvico es un gran aliado del parto y ayuda a que el bebé pueda hacer lo que tiene que hacer –que sabe hacerlo y lo hace solo–.

Entonces, qué podemos hacer para tener el suelo pélvico en condiciones óptimas para adaptarse al embarazo y el parto? Lo primero de todo, conocerlo. Con la matrona, podemos hablar de cómo es y qué hace la musculatura de la pelvis. Siempre pensamos en fortalecer y hacer ejercicios de Kegel, que son contraer y soltar el periné de forma voluntaria. Pero el suelo pélvico no funciona así, sino que funciona en automático y necesitamos que trabaje solo y en equipo, con el abdomen y el diafragma. Teniendo en cuenta que el abdomen cambia a marchas forzadas, no es sorprendente que el suelo pélvico vaya a rastras de eso. Por tanto, el trabajo corporal en el embarazo será muy necesario: bailar, estirarse, ejercitar la respiración, y también, cómo no, los Kegel o ejercicios de fuerza.

Y la otra actividad archiconocida del embarazo es el masaje perineal. El masaje perineal tiene como objetivo flexibilizar y estirar para que los músculos, la piel y las mucosas puedan distenderse lo necesario el día del parto. Para parir, necesitamos un periné elástico y relajado, no uno duro y rígido. El masaje, por tanto, debe ser agradable, sin dolor, y tiene que producir sensación de relajación. Si no es así, quizá no es lo que necesitas. Si hay cicatrices, o tensiones, o puntos gatillo o cosas así, lo que necesitas es fisioterapia, y eso ya es otra cosa.

Hay que tener en cuenta siempre que las mujeres venimos de serie con todo lo necesario para parir, y que todo esto en realidad son extras para mejorar nuestro cuerpo. El problema que acarreamos es la vida sedentaria, la mala alimentación, las malas posturas, y la desconexión del cuerpo. El masaje perineal nos reconecta, nos obliga a mirar. Si nos miramos con amor y conciencia, todo va mejor.

Como recomendaciones generales, consulta con tu matrona o fisioterapeuta especialista en suelo pélvico qué tipo de ejercicios te van mejor a ti y no dejes de moverte.