“Tengo atrofia vaginal desde hace cinco años, ¿qué puedo hacer?”
A los 41 años se me fue el periodo y me dijeron que ya volvería. Tres años después volví a consulta y me ofrecieron hormonarme, pero me dio miedo y rehusé. Llevo cinco años con atrofia vaginal, ¿qué puedo hacer?
María Jesús
Lamento escuchar eso. En primer lugar, le recomiendo que busque atención médica especializada de un/a ginecólogo/a que le dé confianza y le explique diferentes opciones terapéuticas individualizando el mejor tratamiento posible para su caso.
La terapia de reemplazo hormonal es una de las opciones para la menopausia (que trataría no solo el problema de atrofia sino también otros síntomas del climaterio), pero es necesario evaluar su idoneidad en su caso particular, es decir, si tiene alguna contraindicación para ello. Y en caso de no haber contraindicación habría que valorar cuál sería su balanza riesgos-beneficios. Dicho de otra forma: habría que explicarle qué puede ganar y qué puede perder con el tratamiento. En la consulta de atención a la menopausia se valoran los factores de riesgo para diferentes enfermedades y también cómo es su calidad de vida y en qué puede mejorar. El objetivo del enfoque terapéutico es, por un lado, no aumentar el riesgo de determinadas patologías, y por otro, que su calidad de vida sea la mejor posible.
Para el problema en concreto que usted indica existen otros enfoques que podrían ayudar a aliviar los síntomas de la atrofia vaginal. Se pueden utilizar cremas u óvulos hidratantes, aunque si aparte de la sequedad ya hay atrofia, normalmente necesitamos otros tratamientos locales con estrógenos o precursores hormonales. Estos tratamientos son seguros. Si no quiere tratamiento hormonal local o bien si lo ha probado y no da resultado, hay técnicas regenerativas como la radiofrecuencia, infiltraciones de plasma rico en plaquetas y ácido hialurónico o láser, pero antes debería ser valorada por profesionales que conozcan bien todas estas técnicas para así elegir el tratamiento óptimo para usted. No sirve el mismo tratamiento para todo el mundo, por eso es importante acudir a profesionales que conozcan bien el campo de la ginecología regenerativa.
A veces, debido al dolor con las relaciones, junto con la atrofia se produce un vaginismo secundario: aumento del tono de los músculos del suelo pélvico, por lo que puede ser necesaria la fisioterapia de suelo pélvico. Desde esta especialidad se puede trabajar, además de la hipertonía muscular, también la propia atrofia. Y, además, si hay otros problemas asociados, como prolapsos o sensibilización al dolor, también se pueden tratar con fisioterapia.
No dude en buscar una segunda opinión si no se siente satisfecha con el primer enfoque ofrecido. Espero que encuentre la solución adecuada para su situación y que pueda mejorar su calidad de vida. No dude en buscar apoyo profesional para obtener la atención adecuada.
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