Hace ya casi 20 años del lanzamiento del BMW X5, constituido desde entonces es una referencia indiscutible en el segmento de los grandes SUV de lujo, y la marca bávara parece decidida a seguir llevando la voz cantante en esta categoría con una nueva generación del modelo que lanza un órdago en todos los frentes. La cuarta generación del X5, a la venta en noviembre, es más grande, más tecnológica, más dinámica y, en un gesto contra corriente, más capaz en el uso todoterreno.
El crecimiento de sus cotas no es testimonial. La longitud llega ahora a los 4,92 metros, lo que supone 3,6 cm más con respecto al modelo anterior, la anchura supera los 2 metros (+6,6 cm) y la altura alcanza los 1,74 m (+1,9 cm). La distancia entre ejes aumenta 4,2 cm y se sitúa en unos muy considerables 2,97 metros que prometen un espacio interior excepcional. Para finales de año se espera que esté disponible una tercera fila de asientos opcional. En cuanto al maletero, cuenta con una capacidad comprendida entre los 645 y los 1.860 litros.
El exterior del X5 emana poderío gracias a unas líneas de fuerte carácter, una parrilla delantera de enormes dimensiones y ornatos muy destacables a este respecto como unas ruedas que pueden llegar a ser de 22 pulgadas aunque las de serie sean de 18. Los grupos ópticos delanteros disponen de luz láser y como opción se ofrecen faros led adaptativos.
En el interior debuta como equipamiento de serie un live cockpit que funciona en conjunción con el sistema iDrive, rediseñado y de uso más intuitivo, y que incluye un cuadro de instrumentos completamente digital y una pantalla de control de 12,3 pulgadas. El vehículo incorpora, además, comandos de control de voz y control gestual.
En el momento de su lanzamiento, el nuevo modelo contará con tres motorizaciones posibles: la de gasolina de seis cilindros en línea y 340 CV del X5 xDrive 40i y dos diésel, también de seis cilindros en línea, que entregan 265 CV (versión xDrive 30d) y 400 CV en el caso del fastuoso M50d. Todas ellas se asocian de serie a un cambio automático Steptronic de ocho velocidades y disponen de tecnología de vanguardia en el tratamiento de los gases de escape, incluido un filtro de partículas de gasolina.
En aras de potenciar el dinamismo que es marca de la casa, se ha dotado al coche de tracción total inteligente, eje trasero direccional y bloqueo del diferencial trasero para incrementar la agilidad del conjunto. Como al mismo tiempo se pretende un mejor desempeño en campo, éste será el primer modelo X que pueda montar un paquete off road opcional que comprende suspensión neumática en los dos ejes, protecciones delantera y trasera, pantallas específicas en la instrumentación y cuatro modos de conducción, para circular por arena, rocas, grava o nieve.
Dentro del abrumador despliegue de tecnología que podrá embarcar el nuevo X5 destacan varios sistemas de asistencia que anticipan la conducción autónoma, entre ellos el control de crucero adaptativo con función stop & go, las advertencias de tráfico en cruces, de prioridad y de dirección prohibida, además de un dispositivo de ayuda de evasión cuyos detalles BMW no ha revelado todavía. Por primera vez dispondrá también de un asistente de parada de emergencia que podrá frenar el vehículo y, en caso necesario, orillarlo en los márgenes de la carretera.
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