Los vehículos industriales ligeros se encuentran en un proceso acelerado de electrificación estrechamente ligado no solo a las exigencias de descarbonización del transporte, sino también al cambio de hábitos de la población, derivado en parte de la pandemia que nos azota desde hace un año.
El empuje de un comercio electrónico que ya arrasaba antes de ella ha hecho crecer el número de furgonetas de reparto, que ya suponen el 7% de todo el tráfico de las grandes ciudades. Y este, como es sabido, cada vez está más restringido a los vehículos más contaminantes, con lo que los modelos eléctricos gozan de una creciente pujanza. El impulso de las empresas comprometidas con sus objetivos de RSC (responsabilidad social corporativa) hace el resto para convertir al furgón eléctrico en el rey del reparto urbano.
En este contexto se inscribe el lanzamiento del nuevo ë-Jumpy, versión de baterías del conocido comercial de Citroën que está ya disponible en tres longitudes y dos niveles de autonomía, además de las diversas configuraciones que se adaptan a las necesidades del profesional que lo conduce. Se mantienen el volumen de carga útil y los equipamientos del Jumpy térmico, pero sumando la ausencia de ruido y vibraciones y la libertad de acceso al centro propias de un eléctrico, todo ello con un coste de utilización menor, mes a mes.
Como no es lo mismo tener que recorrer grandes distancias diariamente o moverse, sobre todo, en un entorno urbano, el Citroën ë-Jumpy permite elegir entre dos baterías, ambas suficientes en todo caso para cubrir los trayectos cotidianos. Según datos de la marca francesa, el 83% de las personas que utiliza este tipo de vehículos recorre menos de 200 kilómetros el día, y el 44% nunca supera los 300.
Así, el modelo se vende con una batería de 50 kWh, que ofrece una autonomía de 230 km en ciclo WLTP, y otra de 75 kWh con la que se pueden recorrer hasta 330 km antes de recargarla. Las prestaciones son idénticas: 136 CV (100 kW) de potencia, par motor de 260 Nm y 130 km/h de velocidad máxima.
Como apuntábamos más arriba, esta variante eléctrica se comercializa con las mismas tallas y proporciona idénticos volúmenes de carga que la gama diésel y gasolina. Con 4,60 metros, la versión XS está pensada para ofrecer un acceso fácil al centro de las ciudades y cuenta con gran maniobrabilidad para enfrentarse a calles estrechas y huecos de aparcamiento ajustados. Cuenta con la ayuda al estacionamiento delantero y trasero Top Rear Vision, que ofrece una perspectiva global del entorno del vehículo, y sus retrovisores son abatibles. Su volumen de carga puede alcanzar los 5,1 metros cúbicos.
La talla M tiene una longitud de 4,95 m y está disponible con las baterías de 50 kWh y 75 kWh, mientras que la XL se caracteriza por sus 5,30 m de largo y un espacio de carga de hasta 6,6 m3. Todas tienen una altura de 1,90 metros que les permite entrar sin dificultades en la mayoría de los parkings subterráneos.
En cuanto a los tipos de carrocería, el ë-Jumpy se adapta a cualquier tipo de uso o actividad con tres configuraciones: comercial, doble cabina y transporte de pasajeros. En este último caso, el nombre del modelo cambia a ë-Jumpy Combi, en la versión más asequible, y a ë-SpaceTourer en la más lujosa, con capacidad para nueve ocupantes.
Los tiempos de recarga oscilan entre las 7 horas y media en un punto de carga de 7,4 kW (el cargador que se entrega de serie es de esta potencia) en el caso de la batería de 50 kWh y las 11 horas y 20 minutos que necesita la de 75 kWh. En recarga rápida de hasta 100 kW, la primera recupera el 80% en media hora y la segunda, en 45 minutos.
El Citroën ë-Jumpy dispone de tres modos de conducción -Eco, Normal y Power-, función de recuperación de energía y cuadro de instrumentos con información sobre consumo y nivel de carga de la batería. Cuenta con una carga útil de hasta 1.275 kilos, capacidad de remolque de hasta 1.000 kilos y longitud útil interior de hasta cuatro metros. Sus espacios para objetos suman cerca de 100 litros de volumen.
Puede equipar también puertas deslizantes manos libres, sistema Grip Control -un control de tracción de tipo electrónico- y head-up display en color, algo muy poco común en un vehículo comercial. Por supuesto, cabe programar la recarga y preacondicionarse la temperatura del habitáculo de forma remota.
El equipamiento de seguridad comprende 15 ayudas a la conducción, entre ellas la frenada de emergencia, ayuda a la salida en pendiente, alerta de atención del conductor, aviso de cambio involuntario de carril, encendido automático de las luces de carretera, reconocimiento extendido de indicaciones de velocidad y sistema de vigilancia de ángulo muerto.
El modelo está a la venta por 189 euros al mes, más IVA, en un leasing a 60 meses que incluye las ayudas del Plan Moves II, una primera cuota de cerca de 8.300 euros y una final de poco más de 4.300.
En modalidad de compra tradicional, los precios con descuento están comprendidos entre los 33.792 euros de un talla XS con batería de 50 kWh en acabado Control y los 40.815 euros que cuesta un ë-Jumpy Doble Cabina Abatible en talla M, con batería de 75 kWh y el mismo acabado.
El 'van' se estrena mostrando su lado más solidario
En su primer evento dinámico en España, el Citroën ë-Jumpy ha querido acercarse a las personas más necesitadas en colaboración con la ONG Mensajeros de la Paz. Además de poder probar la nueva versión, los profesionales de la prensa hemos podido colaborar con la labor que realiza esta organización en la iglesia de San Antón, en Madrid, situada en plena zona de Madrid Central, un espacio en el que los vehículos con etiqueta Cero de la DGT, como el ë-Jumpy, tienen preferencia.
La acción ha consistido en aprovechar la gran capacidad de carga del vehículo para transportar alimentos que han sido donados a esta ONG y que ayudarán a alimentar a 300 personas necesitadas.