Hace algunas semanas que no tratamos aquí sobre la tecnología de la pila de hidrógeno, que parece llamada a desempeñar un papel relevante en la movilidad del futuro junto con la de baterías, de la que tenemos novedades día sí y día también. Mientras las redes de suministro de hidrógeno se extienden y los fabricantes de automóviles deciden si apuestan o no por él, lo que de momento nos encontramos de vez en cuando son acuerdos a medio o largo plazo entre compañías del sector y hazañas como la que acaba de protagonizar el aventurero francés Bertrand Piccard a los mandos de un Hyundai Nexo, modelo propulsado por una pila de combustible.
El presidente de la Fundación Solar Impulse y conocido aeronauta (entiéndase por tal a cualquier piloto o tripulante de una aeronave, de acuerdo con la definición de la Real Academia Española) ha logrado batir el récord mundial de la distancia más larga recorrida, con una sola carga, en un vehículo movido por hidrógeno. Se trata exactamente de los 778 kilómetros que separan la estación de suministro de FaHyence en Sarreguemines, de donde Piccard partió con el Nexo el 25 de noviembre, del Museo del Aire y del Espacio de Le Bourget, adonde llegó al día siguiente.
El punto de partida fue elegido por el compromiso de la Región Gran Este francesa con la movilidad sostenible. El de destino, por ser una referencia en las proezas aéreas de Piccard, quien ha protagonizado, entre otros desafíos extraordinarios, la primera vuelta al mundo en globo con el Breitling Orbiter y la primera vuelta al mundo en avión solar con el Solar Impulse.
Después del recorrido realizado por Piccard y el Nexo, la autonomía restante que marcaba el coche era aún de 49 kilómetros y la cantidad de CO2 no emitida a la atmósfera se cifró en 111,2 kilogramos.
En su periplo, el aventurero estuvo acompañado por diversas autoridades, entre ellas el Gran Duque Henri de Luxemburgo, el Príncipe Alberto II de Mónaco; el presidente de la Región Gran Este, Jean Rottner; la ministra francesa de Transición Ecológica y Solidaria, Elisabeth Borne; y su colega de Economía y Finanzas, Bruno Le Marie.
Bertrand Piccard es una personalidad reconocida por su compromiso con el destino del planeta a través del reto 1.000 soluciones eficientes y rentables para la protección del medio ambiente, que puso en marcha con la Fundación Solar Impulse. La filial de Hyundai en Francia lo tiene como embajador desde 2017 y, un año más tarde, organizó conjuntamente con él una conferencia en París que reunió por primera vez a todos los actores del sector del hidrógeno en Francia.
El Nexo, a la venta en España por 68.000 euros, homologa en el ciclo WLTP una autonomía de 666 kilómetros, que Piccard ha logrado estirar hasta los ya citados 778 kilómetros. El pionero vehículo de Hyundai incorpora tres tanques de hidrógeno, con capacidad para unos 52 litros cada uno, alojados bajo el piso allí donde se posan los pies de los ocupantes traseros. La batería está colocada en el maletero y el motor eléctrico, de 163 CV, entre las ruedas delanteras, debajo de donde se halla también la pila de combustible.
Fuera ya del récord del Nexo, en las últimas semanas hemos sabido de la apertura en España de una hidrogenera, en un polígono industrial de Albacete, y de la firma de dos acuerdos de notable importancia estratégica con vistas a la extensión de la infraestructura del hidrógeno.
En Francia, Michelin y Faurecia han creado la sociedad Symbio, que aspira a liderar a nivel mundial la movilidad basada en esta tecnología. Ambas compañías prevén desarrollar, producir y comercializar pilas de combustible para turismos, vehículos comerciales y camiones, entre otras aplicaciones. Según sus cálculos, para 2030 la demanda de movilidad eléctrica -ya sea basada en baterías o en hidrógeno- habrá experimentado un incremento significativo que se traducirá en dos millones de vehículos movidos por pila de combustible, de los cuales 350.000 serán camiones.
Por su parte, la firma estadounidense Plug Power Inc., especializada en motores de hidrógeno y soluciones de abastecimiento sostenible, ha suscrito un acuerdo con la española CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos, sucesora de la antigua CAMPSA), uno de cuyos negocios es la producción y distribución de hidrógeno. Con esta alianza se pretende explorar áreas potenciales de colaboración relacionadas con el empleo del hidrógeno como combustible para redes aeroportuarias, de suministro y de transporte de mercancías.