Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Bilbao son las tres ciudades españolas que gozan de mejores políticas de movilidad. Les siguen en el escalafón Valencia y Madrid, y a cierta distancia de estas se sitúan Valladolid, Vitoria, Córdoba, A Coruña, Granada y Las Palmas, según el informe que acaba de presentar la consultora internacional Pons Mobility en colaboración con Meep, una plataforma digital que integra y conecta distintos servicios de transporte creando ecosistemas de movilidad conectada sostenible.
Ambas entidades han presentado las conclusiones de un estudio, que en adelante tendrá una periodicidad anual, donde se establece un ranking de las 20 urbes más sostenibles y seguras de nuestro país, extraídas del conjunto de ciudades de más población de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Su intención principal es poner de manifiesto que la gestión eficiente, sostenible y segura de la movilidad urbana se ha convertido en uno de los principales desafíos de las ciudades del siglo XXI, colocadas en la tesitura de abordar retos como el crecimiento poblacional, la congestión vehicular y el deterioro ambiental; de ahí la relevancia del trabajo como medio para reconocer las mejores prácticas en movilidad.
Meep y Pons Mobility han analizado hasta trece indicadores clave para generar una evaluación precisa de cada ciudad en relación con su situación, divididas en cuatro subgrupos: gobernanza de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), electrificación de la flota, cambio modal y movilidad segura. Los datos muestran una correlación directa entre el éxito en la clasificación y tres factores fundamentales: la implementación de ZBE, la electrificación del transporte público y el nivel de digitalización de los servicios de movilidad.
De esta forma, las ciudades mejor posicionadas lo están por tres motivos clave. Primero, la implementación coordinada de infraestructuras y servicios, evidenciada por la correlación entre densidad de carriles bici (2,8 km/100.000 habitantes en Barcelona) y uso del transporte público (incremento del 23%). Segundo, el aprovechamiento eficiente de las ayudas disponibles, con una ejecución media del 85% de los fondos del Plan de Recuperación en las tres categorías principales; y tercero, la digitalización como elemento integrador, que ha permitido reducir los tiempos de espera en un 24% y aumentar la puntualidad del transporte público hasta el 92%.
Tras identificar las mejores prácticas y situación de las 20 ciudades más grandes de nuestro país, el estudio confirma el liderazgo destacado de la Capital Condal tanto en lo que se refiere a su situación de partida en materia de infraestructuras de carga y parque de vehículos eléctricos como a las políticas de impulso a la movilidad más sostenible y segura. Barcelona ha conseguido los mejores resultados gracias a una estrategia que combina la electrificación completa de su flota de transporte público con la implementación más extensa de ZBE, que cubre el 100% de su área urbana.
Esta ciudad ha logrado contar además con el menor índice de motorización del país, con solo 382 vehículos por cada 1.000 habitantes, lo que demuestra -según el trabajo- que las políticas puestas en marcha están cambiando efectivamente los hábitos de movilidad de sus ciudadanos.
Margen de mejora
L'Hospitalet de Llobregat y Bilbao aparecen empatadas en segunda posición con 48 puntos. La primera destaca por tener el menor porcentaje de vehículos sin etiqueta ambiental, solo un 19%, y una red de transporte público que da servicio al 82% de su población. La segunda ha logrado transformar su núcleo urbano con más de cuatro kilómetros de calles peatonales por cada 100.000 habitantes, la mayor ratio entre las ciudades estudiadas, creando un entorno que prioriza al peatón y reduce significativamente las emisiones en el centro de la ciudad.
Aunque Madrid ocupa la cuarta posición global, con 47 puntos -junto a Valencia-, el informe demuestra que la capital lidera el capítulo dirigido a analizar las mejores políticas de gobernanza, mientras que Valencia encabeza el cambio modal. Entre los hitos más destacados, se subraya que la capital ha conseguido electrificar el 63% de su flota de transporte público, uno de los porcentajes más altos del estudio, y creado un sistema digital de gestión del tráfico que ha reducido los tiempos de espera en un 24%.
Además, su red de sensores de calidad del aire, con más de 2,8 dispositivos por kilómetro cuadrado, permite una monitorización precisa del impacto de sus políticas de movilidad en la calidad del aire urbano.
La clasificación de ciudades More la cierran Palma de Mallorca, Vigo y Murcia, en ese orden, a las que se les abre el mayor margen de mejora en lo relativo a políticas de movilidad sostenible y segura.
En opinión de Guillermo Campoamor, CEO y fundador de Meep, “los datos han sido determinantes para revelar que el éxito en movilidad sostenible no depende tanto del tamaño de la inversión como de la capacidad de integrar y coordinar diferentes soluciones en un ecosistema cohesivo. Las ciudades que lideran nuestro ranking han conseguido incrementos de hasta un 45% en viajes multimodales gracias a la digitalización y la integración de servicios”.
Por su parte, Ana Gómez Arche, CEO de Pons Mobility, señala que “los indicadores deben constituir una guía y un incentivo para que las ciudades continúen avanzando en políticas de movilidad acertadas que dibujen un sistema de desplazamientos que las haga amigables y sostenibles. La gobernanza y la toma de decisiones valientes es clave. No será fácil, y contará con resistencias, pero los resultados llegan y los ciudadanos finalmente lo valoran”.