Los más de seis millones de vehículos comerciales salidos de la planta de PSA en Vigo eran el mejor aval para que los directivos del grupo francés decidieran llevarse a Galicia la producción del Opel Combo una vez se sustanció hace un año la absorción de la marca de Rüsselsheim. Después de unos meses, el Combo es ya un modelo 100% gallego como los gemelos de PSA con los que comparte plataforma, el Citroën Berlingo y el Peugeot Rifter.
A un ritmo de 200 unidades fabricadas al día y con una previsión de ventas de 7.000 coches en este 2019, el renovado comercial de Opel alcanza la quinta generación de una historia que se remonta al Opel Kadett Combo y a la variante de carga del Kadett E. En torno a 2021 dispondrá además de una versión eléctrica, según ha confirmado Ignacio Bueno, director del Centro de Fabricación de la planta de Vigo durante una visita en la que los informadores también hemos podido conocer de cerca la logística marítima que utiliza el consorcio con el puerto de la ciudad como centro neurálgico.
El Combo eléctrico seguirá los pasos de otro comercial de baterías que ya se produce en Vigo, el Berlingo Electric, que en su versión furgón acaba de incorporarse al servicio de carsharing Emov en Madrid. Las primeras unidades estarán disponibles para los usuarios de esta plataforma a partir del 1 de abril, y si la acogida que recibe el modelo es la esperada, la oferta se incrementará con más vehículos antes del verano.
El nuevo Combo, desarrollado conforme a las pautas de un turismo, ofrece dos longitudes de carrocería: en talla M mide 4,40 metros y en la XL alcanza los 4,75 metros. En ambos casos, la versión monovolumen, denominada Life, puede llevar cinco o siete asientos (opcionalmente) y cuenta con una capacidad de carga de hasta 2.693 litros. La variante furgón (Cargo), para profesionales, está disponible con doble cabina y una trampilla en el techo; ofrece un volumen de carga de hasta 4,4 metros cúbicos y espacio para dos euro pallets, y puede transportar 1.000 kilos de carga útil.
Para que el usuario pueda disfrutar de la misma comodidad y la misma seguridad que le brindaría un turismo, el Combo dispone de 19 sistemas de ayuda a la conducción. Entre ellos destacan el control de velocidad, la alerta de colisión frontal con detección de peatones y frenada automática de emergencia, la alerta de somnolencia del conductor, el aviso de vehículos en el ángulo muerto y el head-up display, que proyecta la información básica del vehículo y de la ruta ante los ojos del conductor.
El comercial de Opel puede incorporar un sistema de control de tracción adaptativo IntelliGrip que, con sus cinco programas, permite salir de las carreteras asfaltadas para actividades de ocio o para acceder fácilmente a las obras sobre una superficie con barro, arena o, incluso, nieve.
En el interior encontramos volante y asientos delanteros calefactados, climatizador de dos zonas y pantalla central táctil de ocho pulgadas en color, por medio de la cual se manejan los sistemas de información y entretenimiento. La conectividad está garantizada gracias a protocolos compatibles con Apple CarPlay y Android Auto.
Los motores de combustión con que se ofrece de momento el Combo Life son un diésel 1.5 con tres niveles de potencia (76, 102 y 130 caballos) y un tricilíndrico de gasolina y 1,2 litros que entrega 110 caballos. Por primera vez en este modelo, la versión diésel más potente puede combinarse con una caja de cambios automática de ocho velocidades. El resto llevan cambio manual de cinco o de seis marchas.
La horquilla de precios del Combo, en esta variante de pasajeros, se sitúa entre los 17.058 euros del modelo corto en acabado básico y los 23.265 del XL más equipado y con cambio automático.