Después de conocer una serie de adelantos que ponían el acento especialmente en su equipamiento de seguridad, ha llegado el momento de descubrir al fin el aspecto definitivo del Volvo EX90. En este artículo te explicamos ya algunos detalles del escudo invisible del nuevo modelo sueco, a los que ahora podemos añadir otros sobre su cadena motriz -eléctrica, por supuesto- y su sistema de infoentretenimiento, entre otros.
Empecemos hablando de la carrocería, que es la de un SUV de más de cinco metros de longitud y siete plazas en su interior, similar en ese sentido al actual XC90, que solo se vende en versiones diésel y de gasolina híbridas enchufables. El EX90 estará disponible en dos variantes: Twin Motor, que ofrece una potencia de 408 CV, y Twin Motor Performance, equipada con dos motores eléctricos que proporcionan 517 CV y tracción a las cuatro ruedas.
La batería en ambos casos es de 107 kWh de capacidad (111 kWh brutos), con lo que la autonomía alcanza los 600 kilómetros en la versión Twin y 590 km en la Performance. La recarga entre el 10% y el 80% precisa de solo 30 minutos.
Los dos motores son de imanes permanentes. El delantero impulsa al coche cuando la demanda de potencia es moderada y se puede desacoplar del tren de rodaje mediante un embrague con el fin de reducir el consumo cuando sea posible, por ejemplo en fases de avance por inercia. En la versión de 408 CV, este motor desarrolla 163 CV, por 272 CV en la más potente. El trasero, compartido, rinde el equivalente de 245 CV.
El EX90 se fabricará a partir de 2023 en Estados Unidos y más tarde en China. Como subraya el director ejecutivo de Volvo, Jim Rowan, se trata del primer vehículo de la marca “realmente definido por software” y que forma parte de un ecosistema más amplio que se conecta a la casa del usuario y a sus “otros dispositivos”. “El Volvo EX90 es el comienzo de algo nuevo para Volvo Cars en muchos sentidos”, asegura.
El coche pasa así a ser considerado “un ordenador avanzado sobre ruedas”, provisto de un sistema central que ejecuta la mayoría de las funciones principales dentro del vehículo, desde la seguridad y el infoentretenimiento hasta la gestión de la batería. Además, al estilo de un smartphone o de un ordenador portátil, se ha concebido para mejorar con el tiempo a través de las actualizaciones que recibirá periódicamente por vía inalámbrica.
Una pantalla central de 14,5 pulgadas es la puerta de entrada al sistema de infoentretenimiento con Google integrado, entre cuyas aplicaciones y servicios se encuentran el control de manos libres mediante el asistente de esta compañía y la navegación de Google Maps. El EX90 también será compatible con Apple CarPlay inalámbrico.
El último grito en tecnología
En el modelo sueco se dan cita tecnologías avanzadas como la de carga bidireccional o la llave digital, con la que el teléfono móvil se convierte en la verdadera llave de acceso al vehículo. Este desbloquea automáticamente las puertas e inicia una secuencia personal de bienvenida cuando el usuario se acerca. Su perfil personal se carga también de manera automática cuando entra en el coche.
Todas estas tecnologías se combinan con un interior en el que se ha buscado crear una atmósfera acogedora y elegante. El habitáculo abunda en materiales naturales y de origen ecológico que Volvo identifica como un reflejo de sus objetivos de sostenibilidad, entre los que figura ser una compañía totalmente circular y sin impacto sobre el clima antes de 2040.
Como apuntábamos al inicio, el EX90 pretende elevar el estándar de seguridad de una marca que es conocida justamente por la excelencia en este campo. Su despliegue tecnológico incluye ocho cámaras, cinco radares, 16 sensores ultrasónicos y un sensor LiDAR puntero.
Este último puede detectar peatones a 250 metros de distancia y algo tan pequeño y oscuro como un neumático en una carretera sin iluminación a 120 metros, todo ello a velocidad de autopista. Puesto que no depende de la luz, como sucede con una cámara, este sistema trabaja con toda garantía en cualquier condición.
En el interior, el escudo de seguridad invisible se vale de una serie de sensores y cámaras especiales capaces de medir la concentración de la mirada. Esta tecnología permite al EX90 saber si el conductor está distraído, somnoliento o poco atento con mucha más precisión de lo que hasta ahora era posible.
Este sistema comienza a operar enviando una simple señal de advertencia que va incrementando su volumen dependiendo de la gravedad de la situación. Si la persona al volante no responde a los avisos, cada vez más claros, el vehículo podrá llegar a detenerse de forma segura en el arcén y enviar señales de advertencia a otros usuarios de la vía con las luces de emergencia.