A punto de cumplir 30 años, el Clio, uno de los modelos más exitosos de la historia de Renault, acumula cinco generaciones y 15 millones de unidades vendidas en el mundo, un millón de ellas en España. Aunque el coche sigue siendo reconocible a primera vista, ahora dispone de un 100% de piezas exteriores nuevas, revoluciona su diseño interior y estrena numerosas tecnologías, entre ellas un sistema de impulsión híbrido inédito en la marca del rombo que estará disponible a partir del año próximo.
En el nuevo Clio debuta, además, la plataforma conjunta CMF-B de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, diseñada entre otros cometidos para permitir la electrificación de los vehículos y, en consecuencia, para introducir la motorización híbrida E-Tech. Existen dos versiones de esta tecnología, una para híbridos normales y otra para híbridos enchufables, ambas basadas en un motor de gasolina 1.6.
El popular utilitario francés, que hasta 2020 se venderá solo con motores de combustión (tres de gasolina y dos diésel, de entre 75 y 130 caballos), recibirá la primera de ellas, que rinde 120 caballos y se compone del mencionado motor de combustión, dos propulsores eléctricos, un novedoso cambio de marchas multimodo y una batería de 1,2 kWh con la que el vehículo puede recorrer cinco kilómetros en modo 100% eléctrico.
Renault estima que la combinación del sistema de frenada regenerativa, habitual en todo coche con algún grado de electrificación, la alta capacidad de recarga de la batería y el rendimiento del sistema E-Tech permitirán circular hasta el 80% del tiempo sin emisiones en ciudad; el ahorro de combustible consiguiente puede llegar al 40% con respecto a un motor de gasolina equivalente.
Esta quinta generación del modelo es la punta de lanza del plan estratégico del Grupo Renault Drive the Future, presentado en 2017 y vigente hasta 2022, que tiene uno de sus pilares fundamentales en la electrificación de la gama. El fabricante ha anunciado que en ese plazo presentará un total de 12 vehículos de baterías, el primero de los cuales es el nuevo Clio.
Los diseñadores han trabajado para ofrecer una imagen más moderna y dinámica al tiempo que elegante. Un primer contacto visual revela una presencia más destacada de la rejilla y el paragolpes delanteros, además de detalles cool como las llantas de 17 pulgadas (según versiones) y los faros full led, que adoptan –como las luces traseras– el patrón en C característico de Renault.
El interior se ha rediseñado enteramente con la vista puesta en los modelos de segmentos superiores, tanto por calidad percibida como por nivel de las tecnologías disponibles. El Smart Cockpit que debuta en el Clio presenta como elemento clave una pantalla central de tipo tablet y 9,3 pulgadas que agrupa las funciones de información, entretenimiento, multimedia y de navegación, y a través de la cual se elige entre los ocho ambientes interiores a disposición. El cuadro de instrumentos, ahora enteramente digital, puede ser de 7 o 10 pulgadas, en este último caso con navegador integrado.
La plataforma CMF-B que estrena el Clio integra un 85% de piezas nuevas con respecto a la de la anterior generación del modelo y posee una arquitectura más ligera (hasta 50 kilos menos). Además de hacer posible la electrificación, cuenta con una variedad de posibilidades eléctricas y electrónicas que permiten al nuevo modelo ofrecer equipamiento y ayudas a la conducción poco vistas en este segmento. Es el caso de la cámara y el radar frontal y del asistente para atascos y circulación por autopista llamado Highway & Traffic Jam Companion, que supone un nivel 2 de conducción autónoma.
Otros sistemas destacables del coche son la cámara 360º y la frenada activa de emergencia con detección de ciclistas y peatones, ambas primicias en el catálogo de Renault, el regulador de velocidad adaptativo dotado de función stop & go, la cámara de visión trasera, el lector de señales y el conmutador automático de luces de carretera, todos ellos más propios de vehículos de superior categoría.