Desde hace unos años experimenta un gran auge el fenómeno denominado restomod, un término que surge de unir las palabras restaurado y modernizado y que alude obviamente a aquellos vehículos clásicos a los que se incorporan mecánicas modernas. Dentro de esta tendencia destaca la de electrificar modelos señeros de la automoción, proceso que resulta bastante sencillo debido a la simplicidad estructural que define a estos coches y que evita tener que modificar demasiados elementos, al tiempo que se mantienen e incluso se mejoran sus prestaciones.
La lista de clásicos que han derivado en eléctricos es ya extensa. Incluye por ejemplo al Mini, al Jaguar E-Type o al Aston Martin DB5, por citar solo a los reconvertidos por las propias marcas como modo de recordar sus viejas glorias, pero en Estados Unidos y Reino Unido están proliferando talleres especializados que se dedican a lo mismo de manera independiente. En España, estas transformaciones resultan más complicadas debido a multitud de trabas legislativas, algunas de ellas difíciles de entender.
El último fabricante que se ha apuntado a la moda del restomod ha sido Opel, que había dejado caer hace unas semanas la llegada de un Manta eléctrico y ahora ha dado a conocer ya varias imágenes e información sobre este revival de su legendario modelo. La firma alemana cuenta en un comunicado cómo se planteó darle al Manta una nueva vida eléctrica que le confiriera mucho par motor en el tren trasero para conseguir rápidas aceleraciones sin hacer mucho ruido. La idea nació y se compartió entre apasionados diseñadores, modeladores en 3D, ingenieros, técnicos, mecánicos y expertos en producto y en marcas. Lo que se dice un grupo de aficionados de Opel simplemente enamorados de los coches.
Al principio estaba el objeto, el vehículo, concretamente un Opel Manta rojo anaranjado con techo de vinilo negro de la colección Opel Classic, un típico representante de los coloridos y salvajes años 70. Un icono de estilo. Original, en general en buen estado, pero un poco desgastado. Todavía sin restaurar, tal vez estaba destinado a ser un donante más de piezas. Al mismo tiempo, la ofensiva de electrificación de Opel estaba en pleno auge, con nuevos modelos como el Mokka-e. Y así, una cosa llevó a la otra.
El proyecto tomó forma rápidamente. El Manta, con 50 años de antigüedad, se convirtió en un hijo de nuestro tiempo: eléctrico, sin emisiones y tan emocional como debe ser una verdadera leyenda. Así nació el Manta GSe Elektromod, que espoleado por los Car Guys de la dirección de Opel recibió enseguida luz verde y se hizo realidad en pocos meses. Este proyecto inusual y descarado ya había tenido un precedente, cuando un grupo de entusiastas reunidos en torno al diseñador jefe Erhard Schnell diseñó por iniciativa propia un emocionante deportivo cupé, el prototipo Experimental GT que daría lugar al Opel GT fabricado entre 1968 y 1973.
En el caso del Manta GSe Elektromod, el equipo de desarrollo ha conservado la fascinación original del coche al mismo tiempo que ha aportado innovaciones de primer nivel, entre ellas el expresivo Pixel-Vizor del frontal, con tecnología led, el puesto de conducción completamente digital y, por supuesto, la propulsión 100% eléctrica.
El proceso, paso a paso
El viaje hacia este coche de ensueño comenzó en las dependencias de Opel Classic, en la zona de objetos sin restaurar. Allí reposaba un Manta A de color naranja con techo de vinilo negro y transmisión automática que había recalado en la instalación en 1988, procedente de su propietario original, una señora de Wiesbaden, con la carrocería casi libre de óxido. Había comprado el vehículo nuevo en 1974 y lo había conducido durante 14 años. Tras ser electrificado y haber pasado la prueba del TÜV -el equivalente a nuestra ITV-, el coche recibió su nueva pintura amarillo neón.
Al no disponer de reposacabezas, los asientos originales del Manta A no tienen cabida en un modelo moderno. Así que el Manta GSe Elektromod recibió unos asientos Recaro, similares a los del deportivo Adam S, aunque el cambio no fue sencillo y, como muchos de sus nuevos componentes, tuvieron que ser hechos casi a medida en el centro de prototipos de Opel.
La dueña original del Manta A había elegido una transmisión automática, que todavía estaba en buen estado. Sin embargo, esta configuración suponía toda una rareza para un Manta de los años 70 y el equipo anhelaba la clásica caja de cambios manual de cuatro velocidades que se había instalado en millones de ejemplares de la época. Así que diseñaron un adaptador que permitió acoplar la caja de cambios a un embrague más grande.
Luego necesitaron un eje de transmisión más largo, que encontraron en el almacén de piezas de Opel Classic. El sistema de frenos se adaptó a las mayores prestaciones del vehículo: se instalaron pinzas de freno más grandes en el tren delantero y en el trasero el equipo de tambores dio paso a unos discos.
Si bien la suspensión es firme en la parte delantera, resulta más suave en la parte trasera, para que el coche siempre disponga de una gran tracción. Al fin y al cabo, se trata del Manta A más potente de todos los tiempos, si dejamos al margen algunas versiones tuning y de competición. La potencia del motor síncrono de 108 kW (147 CV) se transmite al asfalto a través de una clásica tracción trasera. La batería de iones de litio de 31 kWh se ha instalado en el maletero lo más adelantada posible, para conseguir una buena tracción y un centro de gravedad bajo. Aun así, el Manta GSe ofrece suficiente volumen para el equipaje de cuatro personas durante unas vacaciones.
Después de la conversión, el coche pesa 1.137 kilogramos, 175 más que el original, pero mucho menos que los coches modernos con los habituales motores de combustión. En una conducción normal, el GSe puede conseguir una autonomía de 200 kilómetros y, si se practica una conducción eficiente, incluso más. Y, por supuesto, el Manta 100% eléctrico recupera energía como cualquier otro coche eléctrico. Para activar la regeneración de energía lo único que tiene que hacer el conductor es accionar un interruptor situado en la guantera.
Ponerse al volante del Manta GSe ElektroMOD es fascinante, nos asegura Opel. No solo por la sensación visual de que la tradición se une a la modernidad, sino también por la experiencia de conducción que transmite. Al girar la llave de contacto el motor se pone en marcha, en completo silencio, por supuesto. A continuación, el conductor puede seleccionar la cuarta marcha y arrancar sin más, sin problemas para el potente motor eléctrico. Además, puede cambiar manualmente a través de la caja de cambios de cuatro velocidades, tal y como fue diseñado. Este Manta resucitado acelera con gran rapidez y su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 150 km/h.