Prueba del Lexus RX 450h+, un enchufable de muchos quilates
Después de 25 años a la venta, el Lexus RX puede enorgullecerse de acumular 3,5 millones de entregas en todo el mundo, además del hecho de haber creado prácticamente el concepto de SUV de lujo. En ocasiones semejantes, sucede que un coche de éxito puede entrar en una espiral del algo parecido a la autocomplacencia que lleve a reinterpretar una y otra vez los rasgos -sobre todo de diseño- que se han demostrado acertados, con el único resultado de sobrecargarlo.
Desde luego no es el caso de esta quinta generación del RX, cuya actualización estética no puede resultar más afortunada. Siendo plenamente reconocible, cambia mucho y para bien especialmente en la parte delantera. La clave la encontramos en el nuevo diseño de la parrilla en doble punta de flecha, que pierde los límites bien definidos de anteriores hornadas del modelo para integrarse y casi difuminarse dentro del frontal. El pilar trasero, otro de los puntos emblemáticos del coche, mantiene el efecto de techo flotante, mientras que la zaga toma la luz de día que ya luce el NX y que pronto vamos a ver también en el RZ 450e.
La actualización del SUV más lujoso de Lexus incluye también novedades de peso en cuestión de motores. Por ejemplo, debuta una versión de 371 caballos equipada con turbo -el primer híbrido turboalimentado de la marca japonesa- que comparte gama con una full hybrid de 250 CV y una tercera híbrida enchufable de 309 CV. Hemos elegido esta última para poner a prueba las bondades del modelo porque nos parecía, en principio, la más equilibrada del catálogo.
Una de las mayores ventajas que presenta el RX 450h+ para los conductores de ciudades de cierto tamaño es que el sistema de impulsión híbrido enchufable les permite recorrer hasta 65 kilómetros en modo eléctrico, circunstancia por la que disfrutan del distintivo 0 emisiones de la DGT. Cargando el coche antes de cada utilización, están en condiciones por tanto de realizar la mayoría de los trayectos cotidianos sin emisiones y con un silencio de marcha que mejora el que ya de por sí es característico de Lexus.
Al silencio se une la comodidad de unos asientos soberbios y una atmósfera general en el habitáculo no ya de gran lujo, sino de extremo refinamiento y buen gusto. Los muchos cambios practicados en el interior se traducen en un ambiente limpio y moderno en el que conviven armoniosamente la instrumentación analógica y la digital, al igual que la carga tecnológica y el acabado artesano. La pantalla central de 14 pulgadas es de serie en todas las versiones y compatible con Apple CarPlay y Android Auto, así como con actualizaciones inalámbricas.
Como en el nuevo NX, el head-up display, de 10“, admite la interacción con el conductor, de manera que a través de él podemos manejar el control de velocidad o desactivar el aviso de cambio involuntario de carril, por mencionar dos de sus funcionalidades. En el habitáculo cabe escoger entre 64 colores ambiente, y tanto el tapizado de los asientos como otros revestimientos pueden solicitarse en diversos materiales de origen no animal. El maletero, con 612 litros, gana cerca de 70 litros de capacidad en comparación con la generación precedente.
El sistema enchufable consta de un motor de gasolina 2.5 y dos eléctricos, uno por eje, a los que alimenta una batería de 18,1 kWh. Los 309 CV resultantes ofrecen desde luego potencia sobrada tanto en ciudad como en carretera, por mucho que deban desplazar un vehículo que roza los 4,9 metros de longitud y los 2.200 kilos de peso, y del que destaca por cierto una altura de solo 1,7 metros que le permite disimular sus notables proporciones entre el mar de coches que acostumbra a rodearnos.
Sistemas de seguridad y confort
Entre la abundante tecnología embarcada sobresale un nuevo dispositivo de Asistencia Proactiva a la Conducción que mejora la seguridad y reduce la carga de trabajo del conductor en el tráfico urbano al aunar tres tipos de ayuda: de anticipación a obstáculos, a la deceleración y a la dirección. El RX 450h+ incorpora también una cámara montada sobre el volante que evalúa constantemente si el usuario se encuentra distraído o ha perdido la concentración.
Tanto despliegue tecnológico siempre se agradece si redunda en la seguridad y el confort del conductor y los pasajeros. Uno de los sistemas empleados en el flamante modelo de Lexus contraviene este principio en la medida en que resulta especialmente molesto. Nos referimos a una alerta que, en nombre de la seguridad, emite tres pitidos cada vez que el usuario sobrepasa cualquier límite de velocidad detectado por el dispositivo de reconocimiento de señales.
Es decir, que cada vez que circulemos a 31 km/h en una zona limitada a 30 km/h o a 51 km/h en una de 50 km/h tendremos una alarma sonando con insistencia, lo que llega a ser especialmente irritante en el tráfico urbano. No es posible desactivar la alerta de manera permanente, sino que hay que hacerlo cada vez que ponemos el vehículo en marcha.
Una vez expuesta esta pequeña mácula en el expediente del RX 450h+, terminamos con la mención del precio, que, a la vista del nivel de lujo y sofisticación del coche, no puede ser contenido. La versión menos equipada, Business, cuesta 88.500 euros y las otras dos disponibles rondan los 100.000: la Executive se queda en 97.900 euros y la Luxury alcanza los 106.500.
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