Citroën C3 Aircross, el actor clave

Se ha hecho esperar más de lo previsto, pero finalmente se pone a la venta el nuevo C3 Aircross, un modelo primordial para que Citroën recupere las cifras de ventas de que disfrutó antaño. Como el coche del que deriva, el C3 normal, exhibe en esta segunda generación unas líneas muy rectas, lo que lo inscribe en la reinante moda SUV, y se presenta con la particularidad de que, por primera vez, puede disponer de siete asientos.
Esto último resulta llamativo sin duda en un vehículo que mide solo 4,39 metros de longitud. Como es fácil de imaginar, las dos últimas plazas son utilizables solo por chavales no muy crecidos, entre otras razones porque el acceso y la salida requieren de cierta agilidad y también porque la luna trasera prácticamente toca la cabeza de los ocupantes de mayor talla.
Eso sí, estos asientos suplementarios disfrutan de las comodidades básicas del resto de las butacas, incluyendo reposacabezas, reposabrazos, posavasos, toma USB, aire acondicionado y hasta un espacio razonable donde colocar los pies.

Con 2,67 metros de distancia entre ejes, el nuevo C3 Aircross cuenta con un espacio interior digno de destacarse, especialmente para los pasajeros de la segunda hilera de asientos. El maletero ve reducida su capacidad hasta los 40 litros cuando las siete plazas están desplegadas, pero en caso contrario alcanza unos muy respetables 460 litros. Si se dejan en su posición únicamente los asientos de conductor y acompañante, el volumen disponible llega a 1.600 litros.
Citroën ofrece tres sistemas de impulsión para su SUV compacto. Existe una versión de gasolina de 100 caballos que sale por 18.790 euros en el acabado básico You. La híbrida ligera (o mild hybrid), de 136 CV, parte de 23.680, ya con etiqueta Eco. Por último, la enteramente eléctrica, de 113 CV y alrededor de 300 kilómetros de autonomía, arranca en 25.280 euros y luce el distintivo 0 emisiones. Las dos plazas extra, que solo pueden llevar los modelos de gasolina e híbrido, cuestan 850 euros.
La variante eléctrica incorpora una batería de litio hierro fosfato (LFP) de 44 kWh de capacidad. Se puede recargar a un máximo de 100 kW en corriente continua y de 11 kW en alterna. En un punto de esta última potencia, la operación lleva unas cinco horas; en carga rápida, hacen falta 26 minutos para pasar del 20 al 80% de energía almacenada.
La gama del C3 Aircross se completará pasado el verano con una segunda versión eléctrica de 400 kilómetros de autonomía. En realidad se trata de una configuración ya presente en otros modelos del grupo Stellantis, que consta de un motor eléctrico del equivalente a 156 CV y una batería de 54 kWh que, en un modelo un poco más aerodinámico como el ë-C4 (del que te hablamos más adelante), permite recorrer unos 415 km entre recargas.

Los atributos más reseñables del C3 Aircross son también viejos conocidos de la gama Citroën. Entre ellos están los asientos Advanded Comfort, provistos de un mullido suplementario, la suspensión del mismo nombre, equipada con topes hidráulicos progresivos, y un concepto del habitáculo que la marca denomina C-Zen-Lounge.
Las pantallas pueden ser de 7 y 10,25 pulgadas, para el panel de instrumentos y el display central respectivamente, en las versiones más completas del catálogo (Plus y Max). Las más sencillas (You) llevan un soporte para colocar el móvil del usuario de modo que actúe como navegador o fuente de sonido.
A quienes se decanten por el modelo eléctrico les agradará saber que dispone de la aplicación e-Routes para facilitar la planificación de sus viajes, el seguimiento de los niveles de carga de la batería en tiempo real y la experiencia de navegación. Este sistema ayuda a reducir los tiempos de desplazamiento y señala las mejores paradas para recargar al cruzar los datos del vehículo (en particular, el nivel de carga) con los de la situación del tráfico y el estado de los puntos de recarga a lo largo de la ruta seleccionada.

También cambian los modelos de Villaverde
En el mismo evento donde hemos podido conducir por primera vez el C3 Aircross, Citroën ha presentado también el restyling de los C4 y C4X, fabricados en la planta madrileña de Villaverde en todas sus variantes de impulsión. Ambos lucen a partir de ahora en el frontal el nuevo logo de la marca francesa, acompañado de un paragolpes también de estreno y unos faros de led muy diferentes a los del modelo que estaba a la venta hasta la fecha.
En el interior, los dos cambios de mayor relevancia son el volante, también con el nuevo emblema de Citroën, y la instrumentación, que ahora es de hasta 7 pulgadas (antes era de 5 pulgadas como máximo). El sistema multimedia, alojado en una pantalla de 10 pulgadas, recibe una actualización de software y nuevas funciones como actualizaciones online y la integración de ChatGPT en el dispositivo de ejecución de órdenes vocales.

En el caso del C4, desaparecen de la gama de motores la opción diésel y las PureTech sin hibridar. Las disponibles ahora son dos híbridas ligeras de gasolina, de 100 y 136 CV, y dos eléctricas, de 136 y 156 CV, cuya autonomía homologada es 355 y 415 km respectivamente, según adelantábamos un poco más arriba. Estas variantes eléctricas estrenan sistema V2L, que permite alimentar pequeños dispositivos externos con la energía de la batería.
Por su parte, el C4X prescinde también de la versión diésel, así como del PureTech de 100 CV. El resto del catálogo lo componen la variante mild hybrid más potente (136 CV) y las dos eléctricas, aquí con un alcance máximo entre recargas de 420 kilómetros.