Lancia Ypsilon: el retorno de la elegancia

Después de una toma de contacto que tuvo lugar en la región italiana de Piamonte, hemos podido conducir el nuevo Lancia Ypsilon por primera vez en tierras españolas, más específicamente por carreteras cercanas a la planta donde se fabrica el modelo, que no es otra que la de Figueruelas (Zaragoza). En la que es hogar del Opel Corsa desde 1982 se produce desde hace semanas este renacido Ypsilon junto con el propio Corsa, en la línea 1 de la factoría, y el Peugeot 208 en la línea 2.

Antes de continuar conviene recordar que el Ypsilon que se presenta ahora nada tiene que ver con el modelo del mismo nombre que se vendió en España hasta 2017 (y en Italia hasta fechas recientes), sino que se trata de un vehículo basado en la plataforma CMP2 del grupo Stellantis, como los citados Corsa y 208, y que admite tanto motores de combustión electrificados -en este caso, de hibridación ligera- como una arquitectura completamente eléctrica.

Una de las singularidades del nuevo Ypsilon es que luce una estética elegante, herencia de los Lancia de antaño, y enteramente diferente a la de cualquier coche del mercado, incluidos sus primos hermanos, en la que los elementos más distintivos son las luces diurnas en forma de calice y las traseras redondas inspiradas en las del mítico Lancia Stratos. Junto a su aspecto, lo que nos parece más destacable es la pisada de coche (más) grande que caracteriza a un vehículo que, por dimensiones (poco más de cuatro metros de largo), no deja de ser un utilitario del segmento B.

Un tercer aspecto digno de mención es la atmósfera interior, que la marca ha querido más cercana al ambiente que se respira en una casa que al habitual en un automóvil. De ahí, por ejemplo, el empleo de materiales cálidos como el terciopelo o soluciones como la mesa de centro (el tavolino) situada en la base del salpicadero, donde se puede depositar y cargar el teléfono o encajar una tablet. A estos elementos hay que añadir dos pantallas que suman 20,5 pulgadas y una interfaz, denominada SALA -otro guiño a la noción de hogar-, que en breve incluirá inteligencia artificial.

El Ypsilon cuenta con un maletero que cubica 352 litros en su versión mild hybrid y 309 litros en la 100% eléctrica. El habitáculo suma otros 25 litros de almacenamiento, concentrados principalmente bajo el tavolino y la consola central.

La plataforma común para Corsa, 208 e Ypsilon se ha ensanchado en este último 3,4 centímetros (2,4 cm respecto a la que usa el Peugeot 208 más deportivo, el GT) a fin de habilitar un interior lo más ancho posible y, al mismo tiempo, obtener el aplomo en carretera del que hablábamos anteriormente, propio de un vehículo compacto y hasta de una buena berlina. Esa pisada se complementa con un ajuste de las suspensiones que prima el confort de rodadura y una dirección notablemente precisa, sin llegar a ser muy directa. No es el italiano un modelo de inspiración deportiva como puede serlo un Alfa Romeo, pero presenta un acertado equilibrio entre comodidad y dinamismo en su comportamiento.

Dos versiones de momento

Como apuntábamos al inicio, se han previsto dos sistemas de impulsión diferentes. El híbrido ligero, al que corresponde la etiqueta Eco de la DGT, desarrolla 100 caballos en este caso (existe una versión de 136 CV en otros vehículos del mismo consorcio Stellantis) y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, además de realizar un 25% de los desplazamientos en modo eléctrico, según información oficial de Lancia.

En cuanto al Ypsilon eléctrico, que se beneficia del distintivo 0 emisiones, incorpora un motor de 156 CV y una batería de 51 kWh que le permite recorrer 403 kilómetros entre recargas, de acuerdo con el protocolo WLTP. Su consumo medio se sitúa entre 14,3 y 14,6 kWh/100 km, en función del equipamiento embarcado, y completa el 0 a 100 km/h en 8,2 segundos.

La gama del primer modelo de la nueva Lancia acogerá la próxima primavera una versión eléctrica más deportiva que tomará las históricas siglas HF, rendirá finalmente 280 caballos -y no 240 como se anunció en un primer momento- y alcanzará los 100 km/h desde parado en solo 5,7 segundos.

Los futuros Lancia Gamma y Delta, previstos para 2026 y 2028 respectivamente, dispondrán también de sus propias variantes deportivas con esa misma denominación, que se acompaña tanto en estos como en el Ypsilon de la tracción Integrale que tanta gloria deparó a la marca hace unas décadas.

La firma turinesa tiene ya 10 concesionarios operativos en nuestro país y planea disponer de 10 más dentro de un año. Los pedidos del Ypsilon están ya abiertos, y las primeras unidades, tanto del modelo mild hybrid como del eléctrico, llegarán a sus propietarios a partir del mes de noviembre.

Ambos se ofrecen en un acabado básico y otro más completo llamado LX, a lo que se añade la lujosa Edizione Limitata Cassina. El híbrido parte de 23.900 euros y el eléctrico, de 34.500 euros, a los que cabe aplicar los descuentos previstos en el Plan Moves III. En este último caso, Lancia regala el wallbox para el domicilio del comprador.