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Nuevo Fiat Panda: incombustible

Se le ha dado varias veces por muerto, comercialmente hablando, y sin embargo el Fiat Panda sigue adelante con una andadura que cumple ya 44 años. A pocos meses de que llegue el modelo Grande Panda, de un segmento superior, el Panda normal sobrevive desdoblado ahora en dos variantes, llamadas Classic y Pandina, al tiempo que se sitúa como el vehículo con motor mild hybrid más asequible del mercado español.

Con 3,68 metros de largo, por casi 4 metros del que será su hermano mayor, el nuevo Panda incorpora las obligadas ayudas a la conducción (ADAS) junto con mejoras tecnológicas entre las que se incluye, por ejemplo, un cuadro de instrumentos digital. El maletero mantiene su capacidad, de 225 litros ampliables a 870 al abatir los respaldos traseros.

Su variante básica, Classic, es básicamente el Panda que estaba a la venta hasta la fecha al que se le han añadido las mencionadas ADAS y algún detalle lúdico como la carita de un oso panda impresa en los tapacubos. Con el descuento que se aplica ahora mismo a cualquier cliente, esta versión cuesta 14.900 euros, en lo que es hoy la etiqueta Eco más barata del mercado entre los modelos equipados con hibridación ligera; es decir, si excluimos al Dacia Sandero de GLP.

La otra configuración del Panda, inédita hasta ahora, es la denominada Pandina, más equipada y de aire SUV -sobre todo gracias a las protecciones de plástico negro que adornan su carrocería-, que toma su nombre del apelativo afectuoso con el que los italianos llaman a su Panda. El precio asciende en este caso a 17.600 euros.

En el Pandina se aplica a rajatabla la filosofía No more Grey de Fiat, con lo que la paleta de colores disponible se compone de los colores amarillo (sin sobreprecio), blanco, negro, rojo y azul, que cuestan 400 euros. Como opción de personalización se ofrece un techo negro en contraste por 200 euros adicionales. Además, las carcasas de los retrovisores pueden estar pintadas en el color de la carrocería o, para las unidades blancas y negras, en amarillo, todo a fin de dotar de un extra de picante a un coche que ante todo es desenfadado y alegre.

Volviendo al modelo básico, conviene introducir algunas precisiones. Pelado, este Panda Classic incorpora solo cuatro plazas y la preinstalación de radio, para mencionar únicamente sus dos carencias más destacables. Fiat recomienda añadir el Pack City, que sale por 750 euros, para disponer de radio DAB servida en pantalla de 5 pulgadas y provista de Bluetooth, USB y mandos en el volante, además de retrovisores eléctricos y calefactables, control de crucero y asiento del conductor regulable en altura. Por la quinta plaza, para quien la requiera, hay que pagar otros 200 euros.

El modelo básico sí lleva aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros, volante ajustable en altura y sensor de presión de neumáticos. Por lo que respecta a la seguridad, cuenta con sistema de frenada de emergencia, alerta de cambio involuntario de carril, detector de fatiga, seis airbags y sensor de aparcamiento trasero.

Vistoso y Eco

En cuanto al Pandina, mucho más rico en equipamiento -digamos- no obligatorio por ley, equipa entre otros elementos faros antiniebla delanteros, luces diurnas de led, llantas de acero de 15“, vidrios sobretintados, barras de techo longitudinales en negro, tapicería negra con monograma Pandina y tejido sostenible Seaqual en las plazas delanteras, acompañado todo ello de la estética campera del ahora extinto Panda Cross.

En el Pandina, la pantalla táctil crece hasta las 7 pulgadas e incorpora Android Auto y Apple Carplay. Los sensores de luces y lluvia son de serie, así como las luces largas automáticas, y como opción se ofrece el Pack Yellow que incluye las carcasas de los retrovisores en amarillo.

En cuestión de diseño, esta versión tope de gama luce una moldura con el logotipo Pandina en contraste con el color de la carrocería y la serigrafía, también de su nombre, en la custodia, aunque esta última resulta difícil de ver en determinadas condiciones de luz, por ejemplo a mediodía en un día soleado, que es cuando hemos tenido la oportunidad de conducir el coche.

En sus dos variantes, el incombustible Panda monta un único motor 1.0 de tres cilindros y 70 caballos que, combinado con un cambio manual de seis marchas, dispone de un sistema de hibridación ligera de 12 voltios. Este último, que otorga al vehículo el distintivo Eco, estaba ya disponible en el Panda y no debe confundirse con la nueva tecnología mild hybrid que el grupo Stellantis reserva para el Grande Panda y sus hermanos, el Opel Frontera y el Citroën C3 Aircross, así como para otros muchos modelos del consorcio que ya la están acogiendo desde hace pocos meses.