Nuevo Hyundai Santa Fe: giro de guion

Para cualquiera que conozca el Santa Fe a lo largo de las cuatro generaciones que suma desde el año 2000, observar la estampa del nuevo modelo de Hyundai le resultará como mínimo sorprendente. A diferencia de su primo hermano el Kia Sorento, presentado también recientemente y cuyas líneas no pueden ser más divergentes, el nuevo Santa Fe ha tomado el camino más extremo en lo que a look campero se refiere, y la combinación de un frontal rudo al estilo de los 4x4 clásicos y de una zaga muy particular es de lo más chocante.

Hyundai explica que el coche fue diseñado en pleno periodo de confinamiento por la pandemia y, en consecuencia, creado desde dentro hacia fuera por el anhelo de libertad que a todos nos embargaba en aquellos momentos. De ahí que la trasera, provista de un portón que se ideó a propósito lo más ancho posible, se asome al exterior como una suerte de terraza y el vehículo rezume en general ansia de aventura.

Visto hoy, el diseño exterior despierta el entusiasmo de quienes gustan de la robustez de los todoterrenos de siempre y la extrañeza de los que se fijan más en una zaga que, por no entrar en debates subjetivos, calificaremos simplemente de singular. Lo que, desde luego, no se le puede negar a Hyundai es la osadía de tomar senderos poco trillados y distinguirse de los competidores de forma inequívoca. 

La marca coreana también tiene claro que quiere elevar el posicionamiento de su SUV de mayor tamaño, lo que se traduce en un precio de partida de 55.020 euros con la promoción que acompaña al lanzamiento del coche. Esta cifra se justifica por la incorporación de siete plazas y tracción a las cuatro ruedas en todas las versiones, a lo que se añaden un motor híbrido o híbrido enchufable (no hay previstas variantes de combustión) y algunos elementos lujosos que luego detallaremos.

Siete plazas reales

A pesar de que sus líneas rectas parecen indicar lo contrario, el Santa Fe apenas crece con respecto a su antecesor. Mide 4,83 metros de longitud y presenta una distancia entre ejes de 2,81 m que da de sí lo suficiente para albergar una segunda fila de asientos muy amplia y una tercera donde la cota longitudinal supera los 76 centímetros; es decir, permite viajar cómodamente no solo a niños, sino también a chavales crecidos y algún adulto en caso de necesidad.

El maletero dispone de 628 litros de capacidad con solo cinco plazas habilitadas y alcanza la friolera de 1.949 litros cuando se abaten todas menos las dos delanteras, lo que transmite bien a las claras el carácter familiar que distingue al modelo.

Como apuntábamos al inicio, se han previsto dos sistemas de impulsión electrificados y ninguno equipado con motor térmico, ni siquiera el diésel que se sigue ofreciendo en el nuevo Tucson. El híbrido convencional rinde ahora 215 caballos, después de que se hayan introducido pequeños cambios para cumplir las nuevas normativas de emisiones, y el enchufable (PHEV) se queda en 253 CV por la misma razón. Ambos llevan una transmisión automática de seis velocidades y tracción 4x4.

La versión full hybrid homologa entre 158 y 168 gramos de CO2 por kilómetro recorrido y la PHEV, 38 g/km. Esta última proporciona una autonomía en modo eléctrico de 54 kilómetros en ciclo combinado WLTP y de 69 km en conducción exclusivamente urbana.

Una dotación ambiciosa

La paleta de colores para la carrocería se compone de 10 opciones, cinco de ellos nuevos y exclusivos para el Santa Fe. El interior puede ir vestido en cuatro tapicerías de cuero diferentes, de color negro en el acabado más lujoso de los cuatro contemplados, llamado Calligraphy.

Algunos de los equipamientos que hablan de las pretensiones del modelo son el doble cargador inalámbrico para móviles, el reposabrazos central que puede abrirse tanto desde las plazas delanteras como desde las traseras o la llave digital, disponible a partir de septiembre. La versión Calligraphy añade retrovisor interior digital, head-up display de 12 pulgadas y un curioso compartimento alargado en el salpicadero que permite esterilizar mascarillas y otros objetos, otro signo palmario de la época en que el coche fue desarrollado.

De serie se suministran el panel de instrumentación con dos pantallas de 12,3“ cada una, conexión Bluetooth múltiple y Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, más los servicios conectados de la marca, englobados en el sistema Bluelink, y las actualizaciones vía inalámbrica tanto del software del vehículo como de los mapas de navegación y las aplicaciones de entretenimiento.

Entre las muchas ayudas a la conducción destacamos -por más sofisticadas- los asistentes de circulación en autopista, de salida segura del coche y de frenada de emergencia, mejorado este último para garantizar la seguridad en intersecciones y cambios de carril, entre otras circunstancias. Mediante un botón de la llave inteligente se puede también hacer avanzar o retroceder el coche a distancia, por ejemplo en parkings donde no sobra el espacio para maniobrar y entrar o salir del vehículo. 

Para los más aventureros, ya lo fueran antes de la pandemia o hayan llegado a serlo tras ella, se ofrece una tienda de campaña, suministrada por Thule, para instalar en el techo del Santa Fe.

La gama del nuevo vehículo consta de los acabados Maxx, Tecno, Style/Green y Calligraphy, que cabe asociar tanto al modelo híbrido como al enchufable. El primero, a la venta como decíamos desde 55.020, llega a los 63.570 en la variante más lujosa con los 2.000 euros de descuento por lanzamiento. En cuanto al enchufable, cuya campaña es de 1.000 euros, parte de 58.820 euros y alcanza los 66.370 en el acabado Calligraphy.

El comprador que opte por financiar se beneficiará además de un precio de partida 1.400 euros inferior. A ello hay que sumar (o más bien restar) 1.300 euros en el caso del híbrido convencional, entregando un vehículo antiguo para achatarrar, y 1.210 del Moves si hablamos del enchufable. En este último supuesto, Hyundai regala el cargador para instalar en el domicilio del cliente.