Los Peugeot 308 y 408 estrenan hibridación para acompasarse al mercado

P. Urteaga

Peugeot culmina la hibridación de su gama con la llegada del sistema mild hybrid de 48 voltios a dos modelos que conforman la parte central de su oferta de producto, el 308 y el 408. La iniciativa no puede tener más sentido comercial, dado que actualmente el mercado español presencia un empate, en ventas, de los vehículos de gasolina y los híbridos -ya sean microhíbridos o híbridos completos-, ambos con el 38% del pastel.

La hibridación ligera que el grupo Stellantis incorpora en sus modelos, entre ellos los de Peugeot, viene a suponer un primer paso en el acceso a la electrificación para una legión de usuarios que hasta la fecha han conducido en exclusiva coches de combustión interna, diésel en su mayor parte durante las dos primeras décadas del siglo.

En el caso concreto de la firma del león, esta tecnología, bautizada Hybrid, ha colonizado rápidamente la gama, entre otras razones por la urgencia de rebajar su media de emisiones de CO2 -la suya como la de todos los fabricantes- con vistas a las estrictas limitaciones que entran en vigor en Europa el año entrante. Además, como cualquier otra clase de hibridación, esta merece en nuestro país la codiciada etiqueta Eco de la DGT.

La implantación masiva de variantes Hybrid responde también, como casi todo, a una cuestión de costes, pues resulta más barato producir este sistema, relativamente sencillo, que el que se emplea por lo común en un modelo full hybrid o híbrido completo.

Los 308 y 408 disponen a partir de ahora, pues, de la variante de 136 caballos de este sistema de impulsión -existe otra de 100 CV-, capaz de reducir en un 15% aproximadamente las cifras tanto de consumo de carburante como de emisiones, en comparación con motores térmicos de prestaciones similares. El primer modelo acredita medias de entre 4,7 y 5 litros/100 km, según versiones, con 106-112 g/km de CO2; su hermano mayor gasta 5,1 litros/100 km y emite 114-115 g/km.

Como ya hemos explicado aquí en varias ocasiones, la particularidad de esta tecnología con respecto a otras similares es que permite al coche moverse en modo 100% eléctrico en determinadas condiciones; dicho de otro modo, con el motor de gasolina, de 1,2 litros de cilindrada y 136 CV de potencia, apagado.

Esto es posible gracias a la integración de un motor eléctrico de 21 kW, unos 28 CV, dentro de la caja de cambios e-DCT de transmisión eléctrica y doble embrague, que dispone de seis velocidades. Alimentada por una batería de 48 voltios, que además surte de energía a los sistemas de confort y seguridad del vehículo, esta cadena de tracción puede impulsar el automóvil durante aproximadamente un kilómetro en modo cero emisiones.

Más relevante que esta última cifra es la proporción que el impulso exclusivamente eléctrico puede alcanzar en recorridos urbanos, que se acerca al 50% (según cálculos un tanto optimistas) merced al sistema de recuperación de energía en frenadas y desaceleraciones.

Además, por medio del efecto boost, el motor eléctrico asiste al de combustión para mejorar la aceleración, sobre todo a regímenes bajos, y el generador de arranque por correa (BSG) permite una transición rápida y fluida entre los modos de circulación híbrido y enteramente eléctrico.

En sus modelos Hybrid, Peugeot ha apostado por acoplar lateralmente el motor eléctrico al térmico mediante piñones e integrarlo en la estructura de la caja de cambios. De este modo, se aseguran cambios de marcha y de tipo de propulsión más suaves y confortables, además de contribuirse a simplificar el mantenimiento de aquella.

La potencia justa

Aclaremos que, a efectos oficiales, el empuje extra aportado puntualmente por el motor eléctrico no se tiene en cuenta en la cifra de potencia que declaran ambos coches; de ahí que tanto el 308 como el 408 Hybrid cuenten con solo 136 CV, que son los de su motor de gasolina, sin considerar los suplementarios que se obtienen cuando resulta necesario al exigir el conductor mayor entrega de potencia.

De cualquier forma, uno y otro nos parecen suficientemente bien provistos de potencia dado que no son ni demasiado grandes ni demasiado pesados, a diferencia de lo que le sucede -muy especialmente- a un Peugeot 5008 mild hybrid de la misma potencia. Los dos se desenvuelven con solvencia en cualquier circunstancia y con consumos que llegan a ser extremadamente bajos (por debajo de 5 litros/100 km) cuando se aprovechan las inercias en terrenos favorables y se es cuidadoso con el pie derecho. 

El Peugeot 308 Hybrid se pone a la venta por 30.800 euros en acabado Style, asciende a 32.500 euros si se escoge la terminación Allure y, en el caso del GT, alcanza los 35.350. El 408 equipado con la misma tecnología está disponible solo en dos acabados, Allure y GT, y con tarifas fijadas en 36.250 y 40.050 euros, respectivamente.