Primera prueba del Peugeot 308 SW, tal vez el anti-SUV perfecto

Los vehículos de carrocería familiar no han tenido tradicionalmente en España un gran predicamento, a diferencia de lo que sucede en otros países europeos, pero en contrapartida disfrutan de una cuota de mercado que, aunque corta, se mantiene estable e independiente de todo tipo de avatares como los que estamos viviendo en los últimos tiempos. El Peugeot 308 SW es un clásico de este segmento, dentro del tamaño compacto, y con su última evolución se sitúa sin duda entre las propuestas más interesantes para quienes tienen necesidades de espacio, pero no predilección por los SUV.

El nuevo modelo francés presenta unas líneas que no es aventurado calificar de atractivas, con un frontal sugerente en el que destaca la banda de luces de led que, arrancando en los faros, se incrusta en la parte inferior del paragolpes y una trasera que, con más chapa que de costumbre a la vista, se sale de los moldes convencionales.

El coche mide 4,64 metros de longitud y tiene una distancia entre ejes de 2,73 m que da lugar a un espacio interior en las plazas traseras sensiblemente superior al del 308 compacto. Según se espera de cualquier break, ofrece una capacidad de carga extraordinaria: 608 litros de maletero -1.634 si se abaten los asientos posteriores- en las versiones de combustión, por 548 y 1.574 litros, respectivamente, en las híbridas enchufables que también estarán disponibles desde el lanzamiento del modelo, previsto para los próximos días.

Para más comodidad a la hora de realizar la carga, el 308 SW puede disponer de maletero con apertura manos libres y accionamiento eléctrico automático. Los respaldos traseros se pliegan por medio de unos tiradores situados en el maletero, en una proporción 40:20:40.

En el habitáculo encontramos como elemento sobresaliente, además de un claro salto adelante en calidad de los materiales, la última versión del tan admirado como denostado i-Cockpit, lanzado hace ahora 10 años. Como hasta ahora, sus tres elementos primordiales son el volante de pequeña circunferencia y achatado arriba y abajo, la instrumentación -en 3D según versiones- que el conductor debe consultar mirando por encima de aquel, y una pantalla táctil ahora de 10 pulgadas y alta resolución.

Esta última es completamente personalizable por medio de widgets -accesos directos a funciones usadas con frecuencia-, al estilo de cualquier teléfono inteligente de hoy. Como complemento a la información de la pantalla contamos aquí con unos atajos o i-toggles, situados justo debajo de ella, que permiten seleccionar de manera permanente nuestra emisora favorita, el destino al que el navegador nos guía más habitualmente o cualquier otra funcionalidad demandada de manera asidua por el conductor. 

Equipamiento y ayudas a la conducción

En el interior disfrutaremos además de tomas USB-C, carga inalámbrica para móviles o asientos con certificación AGR, el sello que dispensa la reconocida asociación alemana de espalda sana del mismo nombre. Entre las ayudas a la conducción destacan el control de crucero adaptativo, el cambio de carril semiautomático, la recomendación anticipada de la velocidad y la adaptación de la velocidad en curva (disponible próximamente).

El coche puede incorporar también sistema de vigilancia de ángulo muerto de largo alcance (75 m), alerta de tráfico posterior, cámara de visión trasera de alta definición de 180º y ayuda al aparcamiento de 360º servida por las cuatro cámaras de que dispone.

En cuestión de motores, cabe escoger entre dos bloques de gasolina de 110 y 130 CV y otro diésel también de 130 CV. También se ofrecen dos versiones híbridas enchufables (PHEV) de 180 y 225 CV, ambas con batería de 12,4 kW de capacidad.

La primera combina un motor de gasolina de 150 CV y otro eléctrico de 110 CV acoplado a la caja de cambios automática y electrificada e-EAT8. Su autonomía en modo cero emisiones alcanza los 59 kilómetros. Por su parte, el modelo de 225 CV suma el empuje de un propulsor de gasolina de 180 CV y el mismo motor eléctrico integrado en el cambio, y proporciona un alcance eléctrico de 60 kilómetros. 

El nuevo 308 SW está a la venta desde 24.950 euros en variantes térmicas y a partir de 35.480 en la enchufable de 180 CV. En modalidad de renting para particulares, muy en boga últimamente, tanto el modelo de gasolina de 110 CV como el híbrido enchufable de 180 salen por 255 euros al mes después de haber abonado una entrada de 4.626 y 4.029 euros, respectivamente. En el caso del PHEV, Peugeot sufraga durante este mes el coste total de la instalación de un punto de carga en casa del comprador.