Nissan Ariya con batería ‘pequeña’: mejor en distancias cortas

Cuando nos sentamos por primera vez al volante del Nissan Ariya, hace ahora dos años, nos llamó mucho la atención la exquisita factura de un modelo que se había hecho esperar más de la cuenta debido a la pandemia y a otros contratiempos posteriores. El que era el primer SUV enteramente eléctrico de la firma japonesa llegaba con un diseño exterior muy atractivo, este sí bien conocido porque el coche se había expuesto en bastantes ocasiones, pero nos sorprendió gratamente el refinamiento del interior y la calidad de rodadura que se había conseguido.

Lo entendimos todo un poco mejor cuando supimos que el Ariya se producía en la planta de Kyushu (Japón), conocida por ostentar los estándares de calidad más elevados de la marca y de la que salen también el X-Trail, otro vehículo muy bien rematado, y los modelos de la división de lujo de Nissan, Infiniti. 

Una vez que el coche se puso a la venta en España, vimos además que se optaba por una gama de lo más nutrida que permitía elegir entre tres niveles de potencia (218, 242 y 306 CV), dos capacidades de batería (63 y 87 kWh), tracción a las ruedas delanteras o total y dos niveles de equipamiento, Advance y Evolve, a los que más tarde se añadió un tercero denominado Engage.

La primera prueba que, como tal, hicimos del Ariya mereció el título de Un eléctrico de altos vuelos, que nos pareció adecuado para sintetizar tanto la elevada calidad del modelo -realzada en el lujoso acabado Evolve- como el nivel de prestaciones que ofrecía la versión que nos tocó en suerte. Se trataba de la equipada con motor de 242 CV y batería de 87 kWh, de la que cabía extraer una autonomía de más de 400 kilómetros en uso combinado y unos 350 km en autovía a la velocidad permitida.

Transcurrido más de un año desde aquello, ahora hemos conducido una variante de los mismos vuelos en lo que a terminación y sofisticación se refiere -gracias de nuevo al acabado Evolve-, pero más limitada en términos de rendimiento. Disponíamos esta vez de 218 caballos de potencia y de una batería de 63 kWh cuyo alcance se acerca teóricamente a los 400 km, según el preceptivo ciclo WLTP.

Como ocurre con la inmensa mayoría de los modelos 100% eléctricos, la conducción de verdad rebaja esos registros que tanto invitan al optimismo y los colocan más cerca de la cruda realidad. En nuestro caso, hemos obtenido durante nuestro recorrido habitual una media de consumo eléctrico casi calcada a la de la versión de 242 CV: unos 19 kWh/100 km en vías rápidas y más o menos 17 en ciudad y alrededores.

En consecuencia, la autonomía real de esta versión puede rondar los 300 km como promedio, y quedarse incluso por debajo si nos da por pisar el pedal derecho con más intensidad de la habitual en autovía o autopista, nos topamos en la ruta con repechos fuertes o resulta que la temperatura ambiente es muy fría, lo que no es precisamente el caso de estos días.

Suficiente según para quién

Así las cosas, parece obvio que el Ariya pequeño reúne cualidades suficientes para un tipo de usuario que generalmente se mueve en entorno urbano y que, por supuesto, tiene a su disposición un cargador al que puede recurrir tantas veces como sea necesario. Su batería tarda en recargarse 10 horas en un punto de 7,4 kW y 3,5 horas en uno de 22 kW, ambos de corriente alterna; en continua, a un máximo de 130 kW, el paso del 20% al 80% precisa una media hora.

Por su parte, la versión más potente y -más importante- de mayor alcance se antoja más apropiada para aventurarse en recorridos largos, porque no es lo mismo detenerse esos 30 minutos cada 400 km que hacerlo cada 300. La diferencia puede traducirse en parar una sola vez para llegar, pongamos, desde Madrid hasta Vigo o tener que cargar en dos ocasiones, lo que hace el viaje no solo más largo, sino también y, sobre todo, más pesado y tedioso.

Dicho esto, quien tenga bastante con la batería de 63 kWh -y piense que, al fin y al cabo, tal vez hace solo un par de viajes al año…- puede ahorrarse un buen dinero al conformarse con una autonomía más modesta. En acabado Engage, el señorial SUV eléctrico de Nissan está a la venta por 47.700 euros en la configuración de motor y batería que ha pasado por nuestras manos, en tanto que el modelo de 242 CV y 87 kWh parte de 53.200.

Hay que recordar, además, que el Ariya está disponible en variantes de tracción a las cuatro ruedas, o e-4ORCE, y 306 CV de potencia que se ofrecen desde 60.220 euros. Nissan ha añadido al catálogo en fechas recientes otra versión de tracción total y 394 CV, fruto -como en la anterior- del empuje conjunto de dos motores eléctricos, uno en cada eje. Esta última declinación del Ariya sale por 69.220 euros, y todas cuentan como se sabe con el distintivo 0 emisiones al ser 100% eléctricas.