Renault Symbioz E-Tech: cuando el Captur se queda pequeño
Renault cuenta en la actualidad con una de las gamas SUV más completas del mercado, tanto que algunos de los modelos que la componen se hallan separados por apenas de 10 centímetros de longitud. El último en sumarse a su catálogo es el Symbioz, un derivado del Captur -ambos se producen en la factoría de Valladolid- que cubre el hueco entre este y el Austral.
Los 4,41 metros de largo del Symbioz se sitúan entre los 4,24 m del Captur y los 4,51 m del Austral. Puede parecer un exceso de variedad, si se quiere considerar así, pero hay que pensar que la firma del rombo presenta así a su clientela opciones diferentes con una dedicación de recursos limitada, dado que casi todo en el nuevo modelo está tomado de un coche ya existente, el Captur, y no precisa de grandes inversiones.
Por supuesto, utiliza su misma plataforma, la CMF-B -compartida también con el Clio-, así como el sistema de impulsión híbrido, que es aquí la única motorización disponible, y una larga serie de componentes. La idea no es otra que ofrecer una variante alargada del Captur para aquellos a los que este se les queda pequeño y que no quieren meterse en el desembolso que supone un vehículo más sofisticado y costoso como el Austral.
Los 16 centímetros extra de que dispone el Symbioz se dedican básicamente a incrementar el maletero de los 326 litros que tiene el Captur provisto del mismo motor hasta los 434 litros, que se complementan además con unas formas muy regulares que amplían las posibilidades de carga. El asiento trasero dotado de desplazamiento a lo largo (16 cm) permite contar con un máximo de 548 litros de capacidad.
En sí mismas, las plazas posteriores -incluido el mecanismo de deslizamiento- son las mismas del Captur, de modo que no destacan por la amplitud en ninguna de sus cotas. En cualquier caso, cunden lo suficiente como para albergar con cierta comodidad a cuatro -mejor que cinco- adultos.
Como adelantábamos, el Symbioz solo puede adquirirse por el momento en versión full hybrid de 143 caballos, a la que corresponde la etiqueta Eco de la DGT. Posiblemente se ponga a la venta más adelante en la configuración de hibridación ligera de 160 CV, también con distintivo Eco, que ya se ofrece actualmente en el Captur.
El sistema híbrido E-Tech se compone de un motor de gasolina de cuatro cilindros y 94 CV y dos eléctricos: uno de ellos, de 36 kW, que impulsa el coche en algunas circunstancias y otro de 15 kW que sirve para arrancar el motor de combustión. A ello se suma una batería de 1,2 kWh de capacidad y una transmisión automática, desarrollo de la propia Renault, que tiene la peculiaridad de carecer de embrague y sincronizadores.
El conductor dispone en el Symbioz de dos botones que merecen su comentario. El que luce las letras EV sirve para forzar el uso del motor eléctrico; el otro, E-Save, se emplea para lo contrario, esto es, mantener la carga de la batería a un nivel mínimo del 40% a fin de poder afrontar pendientes prolongadas en carretera sin una pérdida sensible de prestaciones. Esto último tiene su importancia, como vamos a ver.
Desempeño desigual
El coche resulta ágil y muy cómodo y suave de conducir en ciudad y recorridos periféricos, donde la intervención constante de la parte eléctrica del sistema híbrido garantiza cifras muy bajas de consumo, de poco más de 5 litros cada 100 km e incluso inferiores. Las continuas frenadas y deceleraciones aseguran que la pequeña batería conserve la energía necesaria para alimentar a los motores eléctricos.
Si salimos a la carretera, todo sigue como la seda mientras la ruta sea mayoritariamente plana. Aquí la parte térmica del sistema E-Tech gana protagonismo, y en consecuencia el consumo se eleva de manera ligera, pero dentro de márgenes muy razonables, digamos que un poco por encima de los 6 litros/km.
La cosa se complica si vamos cargados y, sobre todo, cuando el terreno pica hacia arriba, y no digamos nada cuando los repechos se acumulan. Al menos en la unidad que hemos conducido en días pasados, la batería -no más pequeña que la de otros híbridos del mercado- se descarga a las primeras de cambio cuando la carretera se empina, con lo cual toca enfrentarse a las rampas a pecho descubierto, es decir, con la sola ayuda de un motor de gasolina de apenas 95 CV, pues los eléctricos están KO.
¿La consecuencia? Que la caja de cambios multimodo se revoluciona buscando el engranaje que permita mantener la velocidad deseada y lo hace a costa de un ruido considerable que se filtra, intacto, al habitáculo. Dependiendo de lo fuerte que sea la pendiente, es posible que no consigamos superar los 110 km/h por mucho que pisemos el acelerador a fondo.
En estas condiciones, la ayuda de la función E-Save que mencionábamos antes es bastante limitada, porque el problema que se le plantea al conductor es precisamente que no hay energía que conservar en la batería, sino todo lo contrario. Por lo demás, el consumo de combustible se dispara y podemos observar en el ordenador de viaje guarismos que se acercan a los 8 litros/100 km, todo esto a fin de mantener únicamente la velocidad máxima de la vía.
Si en circunstancias favorables el Symbioz E-Tech dispensa alrededor de 800 km de autonomía con un depósito, gracias a un consumo medio de 6 litros/100 km, en trayectos complicados ve reducida ese alcance a poco más de 600 km, con un gasto de carburante superior a 7 litros/100 km como promedio.
El nuevo modelo de Renault está a la venta desde 29.643 euros en acabado Evolution, el más sencillo de un total de cuatro. Cuesta, por tanto, unos 3.100 euros más que un Captur equivalente, y 2.100 euros menos que el Austral en su versión básica, que es sin embargo más potente (158 CV). Con respecto a modelos similares de otras marcas, como un Hyundai Kona híbrido o un Opel Grandland Hybrid, el francés se sitúa cerca de los más asequibles.