Entre el estupor de las demás marcas de automóviles, Toyota lanzó en 1997 el primer coche híbrido fabricado de manera masiva, el Prius. Solo por esto, y por haber sobrevivido al intento, el modelo merecería figurar ya en los anales de la industria, pero es que además ha seguido muy vivo -comercialmente y en otros sentidos- hasta el momento en que nos encontramos.
De hecho, sus más de cinco millones de unidades vendidas en todo el mundo pueden considerarse la base sobre la que se asienta la privilegiada posición de que disfruta Toyota en eso que, a falta de una palabra más amigable, denominamos electrificación.
En los más de 25 años que lleva entre nosotros, el Prius se ha ganado una justa reputación de coche con una proverbial economía de consumo, especialmente en ciudad, y una probada fiabilidad que lo ha hecho muy popular entre el gremio de taxistas, en empresas de todo el mundo y también entre la población general.
A principios de 2021 supimos que la firma japonesa se disponía a sustituir el híbrido por excelencia por el primer híbrido enchufable salido de sus factorías, el Prius Plug-in, que se sumaba a la gama coincidiendo con los compases finales de la cuarta generación del modelo, puesta a la venta en 2015.
Esta generación fue seguramente, según un parecer bastante extendido, la menos afortunada desde el punto de vista estético, junto con la primera, solo que a esta se le perdonaba todo por su carácter pionero y porque se interpretaba que sus formas peculiares eran necesarias para el buen comportamiento aerodinámico del coche.
Pues bien, la quinta entrega del emblemático Prius va a ser por fin una realidad durante la próxima primavera, aunque por desgracia llegará a Europa, de acuerdo con lo previsto, pero no a España. La mala noticia es doble, porque -siguiendo con criterios de diseño- nos perderemos sin duda la carrocería más atractiva de las que ha lucido hasta la fecha y en la que se aprecia hasta un punto netamente deportivo.
Fuentes de Toyota España han explicado a elDiario.es que la central japonesa había decidido adjudicar una cantidad de unidades del Prius Plug-in insuficiente para ofrecerlo en su catálogo. La mayor demanda de híbridos enchufables en otros mercados europeos, además de los complicados ajustes de producción derivados de la actual crisis de suministros, han influido con toda seguridad en el orden de prioridades de la marca.
En consecuencia, el modelo no va a estar disponible en nuestro país al menos de momento, ni siquiera bajo alguna fórmula de suscripción o similar como las que se habían sugerido en determinados medios especializados, siempre según las mismas fuentes.
Mejores prestaciones
El nuevo Prius Plug-in mejora en mucho al modelo al que ahora remplaza. Su grupo propulsor integra un motor de gasolina de dos litros (antes 1.8) combinado con un motor eléctrico de 120 kW, el equivalente a 163 CV. El resultado es un aumento de la potencia total hasta los 223 CV, muy superior a los 122 CV del primer Plug-In. Este paso adelante en rendimiento dispara las prestaciones y sin duda lo hace un coche más apetecible para un uso familiar y de ocio.
La batería, de 13,6 kWh de capacidad (antes 8,8), proporciona una autonomía puramente eléctrica de hasta 69 kilómetros, también superior a la de su antecesor en 24 kilómetros.
En el habitáculo encontramos ahora una pantalla situada frente a los ojos del conductor y otra en el centro del salpicadero. El espacio es mayor que en el modelo precedente, pues la distancia entre ejes ha crecido ligeramente (5 milímetros), aunque la longitud total del vehículo se ha reducido en 46 mm, hasta los 4,59 metros.
El sobresaliente equipamiento de seguridad comprende un sensor de cámara frontal que alcanza el doble de distancia de detección que antes y, además, puede identificar una gama más amplia de peligros potenciales, incluidos motos y objetos al borde de la carretera. En cuanto a los sensores de radar laterales delanteros, respaldan las funciones del sistema de precolisión (equipado con frenada automática), la asistencia para permanencia en el carril y la alerta de tráfico cruzado.
El Prius Plug-in puede incorporar un techo de paneles solares, capaces de generar hasta ocho kilómetros de autonomía adicional en un día, y eventualmente cargar la batería si está aparcado bajo el sol muchas jornadas.