Por exceso de velocidad, por el uso del teléfono móvil, por circular sin luces, por realizar una maniobra indebida, por tener la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) caducada, por no respetar la prioridad de paso o por saltarse un semáforo. Son solo algunas de las infracciones que pueden acarrear una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El disgusto no tiene por qué ser definitivo. Si nos llega una multa, Tráfico explica que, antes de pagarla o recurrirla, es importante que reparemos en varias cuestiones: que la emite la DGT, que la información que contiene es verídica y que los datos que se recogen son correctos.
Si el conductor recibe una multa de la DGT tiene varias opciones: su abono antes de veinte días naturales, con la consiguiente reducción del 50%, el pago íntegro tras superar ese periodo de tiempo o presentar una recurso, alegando los motivos por los que consideramos que no es correcta.
Pasos a seguir tras recibir una multa
Si recibimos una multa, lo primero que hay que hacer es leer atentamente el boletín y comprobar que los datos del vehículo son correctos, así como la descripción de los hechos y el importe de la multa. Tráfico recuerda existen dos canales de notificación: por correo postal, con posterior envío al Tablón Edictal (TEU) si no te han podido localizar en tu domicilio; y por notificación electrónica a través de la Dirección Electrónica Vial (DEV).
En ningún caso, lo hará mediante un correo electrónico al uso ni con un mensaje de texto (SMS). Si es así, hay que desconfiar porque puede que se trate de un fraude mediante el uso de phishing o smishing, dos técnicas utilizadas por los ciberdelincuentes para robar información personal o realizar un cargo económico.
La DGT recuerda que es importante verificar la descripción de los hechos, porque puede ser que, en el momento de la infracción, no condujéramos el vehículo y la sanción podría acarrear la pérdida de puntos. Si es así, disponemos de un plazo de diez días para comunicar quién estaba al volante. La falta de identificación del conductor se considera una infracción muy grave, lo que supone una sanción por el doble o el triple del importe original.
Cómo pagar una multa y bonificaciones
En el caso de que la multa sea de la DGT y que todos los datos sean correctos, hay dos opciones: pagarla en un plazo de veinte días naturales contados desde el día siguiente a la recepción de la notificación con un reducción del 50%; abonar el 100% pasado ese plazo. En el caso de no abonarla, pasará a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, que se encargará de cobrarla con el 20% de recargo. Tráfico recuerda que no está contemplada la posibilidad de aplazamiento o fraccionamiento del importe de la multa. Se puede hacer mediante cuatro vías: por internet, por teléfono, desde la app miDGT o presencialmente desde las sedes habilitadas.
Sin embargo, el conductor puede estar en desacuerdo con la multa y presentar una alegación, aunque perderá el derecho al descuento del 50%. Si finalmente, el recurso es desestimado, deberá pagar el 100% de la sanción.