Kurt Elling: Una delicatessen del jazz en San Javier
Las noches de Jazz San Javier nos deparan, en cada ocasión, nuevas sorpresas, conciertos con más o menos gancho y, como en esta undécima jornada, una “delicatessen” vocal a cargo del mejor cantante del género en estos momentos, según los periodistas de jazz y el propio The New York Times: Kurt Elling. En su regreso a esta población murciana a orillas del Mar Menor, el cantante de Chicago actuaba por primera vez en su Festival de Jazz, tras hacerlo en la IV edición del desaparecido ciclo “Músicas del Alma” hace unos años. Y lo hizo como sólo él sabe llevarlo a cabo: Magistralmente. Elling es un Maestro en todos los campos que rodean al arte vocal; la entonación, respiración, dominio sobre las escalas, saber acercar o alejar el micrófono en cada momento, utilizar el scat, improvisar y, en definitiva, conocer este oficio de cantar y hacerlo en el jazz. Todo en él es elegancia, distinción y precisión. Es Kurt Elling, el mejor cantante de jazz del momento que volvió a mostrarse en estado puro y muy cercano, en su visita a Jazz San Javier.
El reconocimiento que se hace a un músico es por haber alcanzado unos niveles elevados de calidad en su trayectoria. Pero si además, ese músico domina el llamado “showbussines” y cada uno de sus conciertos se convierte en una nueva experiencia, entonces ese músico llega al Olympo de los Dioses de la Música y se convierte en una veneración para el gran público. Exactamente es lo que sucede con el cantante Kurt Elling que se encuentra en uno de sus mejores momentos vocales, como demostró el domingo 22 en Jazz San Javier, a través de un concierto que estuvo dedicado, una parte, a presentar algunas de las canciones que conforman su más reciente disco titulado “The Questions”. Un concierto que se inició con las dos primeras piezas que conforman este nuevo cd, “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” (Bob Dylan) y “A Happy Thought”, a las que el cantante natural de Chicago impregna de su personalidad.
Primeros aplausos de reconocimiento y alocución en español (todas sus intervenciones en el idioma de Cervantes estaban escritas en un papel, para no errar al pronunciarlas) que desató el entusiasmo general de un auditorio que supo, en todo momento, a qué venía esa noche. Y entonces, tras el calentamiento, Kurt Elling comenzó a desplegar sus conocimientos, maestría y espectáculo. Sonó “I Have Dreamed” (clásico de Rogers y Hammerstein) para asentar el por qué es el mejor cantante; jugueteó en scat con el baterista Adonis Rose, en el comienzo de “Samuray Cowboy”. El público le aclamaba y observaba sus evoluciones absolutamente embobado, cuando llegó un precioso y pegadizo bolero del violinista cubano Félix Reina, “Si te contara”, que nos dejó absolutamente entregados a un Kurt Elling amplio, seguro y triunfante cual César en una batalla definitiva.
El auditorio se lo comía. La comunión de ambos ya hacía rato que se había producido y nadie sabía bien que más se podía dar a esa voz, que nos estaba elevando la noche a un paraíso inimaginario. Como todo buen conocedor del espectáculo, Elling sabía que había que continuar con una pieza que volviera a centrar su línea jazzística e interpretó su versión de una composición y éxito del recordado Jaco Pastorius (por cierto, bastante versionado en la presente edición) titulado “A Secret In Three Views”, donde dejó un espacio amplio a su pianista y organista Stuart Mindeman, largamente aplaudido.
Antes de continuar su repertorio para el concierto en Jazz San Javier, Kurt Elling presentó a su invitado el trompetista Marquis Hill, con el que interpretó “Long As You’re Living”-solo de Marquis Hill ampliamente aplaudido- y otra visión Elling de una pieza compuesta por la pianista Carla Bley y un poema de la norteamericana Sara Teasdale: “Endless Lawns”. Hill también tuvo un papel destacado en esta pieza que incorpora Elling en su más reciente grabación en el mercado. El punto y final llegó con “The Return”, que provocó la puesta en pie del público y la ovación unánime de un auditorio agradecido por la inequívoca muestra de magisterio vocal que el mejor del jazz, Kurt Elling, acababa de darles.
Como el público insistía en un bis, Elling regresó al escenario acompañado por el trompetista Marquis Hill mostrando ambos su agradecimiento por tan enorme muestra de cariño y admiración interpretando “a cappela” otro clásico del libro jazzístico: “I Remember Clifford”, compuesta por Benny Golson (saxofonista) para el trompetista Clifford Brown. ¡Menudo regalo final! El auditorio mostró su veneración, respeto y agradecimiento por este último detalle de Kurt Elling y su grupo que, sin duda, fueron una “delicatessen” del jazz, en una noche singular en San Javier.
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