El racismo y la islamofobia sigue siendo, hoy en día, una realidad contundente. Habrá quien la note más y quien menos, eso dependerá del ámbito en el que se mueva de sus amigos y conocidos; del canal de televisión que suela ver; de la apariencia que tenga si es una persona racializada; de su conocimiento del idioma y los marcadores culturales de la sociedad de acogida. También depende de la personalidad: hay quien tiende mas a relativizar, a intentar omitir la discriminación para protegerse, y a veces eso sale de manera inconsciente, o, por el contrario, hay quien, por su forma de ser, la sufre más.
Pero lo cierto es que está en todas partes, y la sufrimos a diario. Además, ni siquiera es una cuestión individual -personas concretas racistas-, sino una construcción histórica y colectiva, incluso institucionalizada, que está tremendamente arraigada en nuestro imaginario colectivo. Y este último se construye a través de una serie de elementos, entre ellos, y uno de las más importantes: la cultura pop.
Para entender un poco más el fenómeno desde el punto de vista de este entorno, el audiovisual, es imprescindible hablar con una persona perteneciente al mundo de la interpretación. Un actor que forma parte de una generación de españoles cuyo nombre difiere de la mayoría de los actores que vemos hoy día en la gran pantalla. Él es Ayoub el Hilali, y es muy enriquecedor escuchar su testimonio para entender un poco más el trato que se les da a los personajes racializados en el ámbito audiovisual en España. Además, Ayoub es un referente para muchos jóvenes, especialmente los hijos de la inmigración en España, que necesitan ver ejemplos como él para verse reflejados, e intentar romper las barreras con las que se encuentran en el camino hacia el éxito profesional.
Desafortunadamente, Ayoub es de los pocos actores de origen árabe que tienen papeles en varias series exitosas en España -'La que se avecina', 'El Príncipe', 'Madres'-. Y digo desafortunadamente, primero, porque nos gustaría que hubiese más presencia de actores pertenecientes a las distintas minorías en España, y, segundo, porque los papeles que interpretan estos actores, especialmente los musulmanes, suelen ser roles estereotipados, y que ponen de relieve siempre su origen o religión en primer lugar. Por eso, vamos a intentar descubrir este mundo desde dentro:
¿Crees que la islamofobia existe en España, y especialmente en el mundo audiovisual?
La islamofobia está arraigada en los cimientos de la historia de España, lamentablemente La historia que aprendemos en el colegio la escribieron los que vencieron, y a parte de escribir la historia, suelen borrar también parte de esta, la que no les gusta.
Hoy en día la islamofobia está aupada por el colonialismo lo cual hace de la islamofobia algo más 'chungo' que solo detestar al musulmán. Es decir, igual sufren esta islamofobia gente que no son musulmanes, por ejemplo: yo ando con un amigo negro, de Nigeria y él recibe los mismos insultos islamófobos que podría recibir yo, porque a la islamofobia se le añade que los perceptores de estos conceptos es gente sin ningún tipo de cultura, “mkellej” [inculto].
¿En qué momento concreto de tu vida te diste cuenta de que la islamofobia existe?
Te das cuenta cuando empiezas a tener raciocinio: entiendes que tus padres están viviendo situaciones de vulnerabilidad, de que están discriminados, creces con esto, te das cuenta de que eres un extraño y que no eres igual, desde que empiezas a tener uso de razón.
Cada vez que hay un atentado, los musulmanes tenemos que situarnos, o integrados o integristas, como si no hubiese más allá que esas dos posiciones. ¿En el caso de tu papel en 'El Príncipe', crees que Hakim es un chico integrado o integrista?
Yo el personaje ese lo veo como un garabato comercial (voy a decir cosas muy duras, Imad). Hakim es un tío que está en la policía, pero que es terrorista, pero que la ama, pero que no la ama, pero que luego se suicida… Es una parafernalia, no sé como decírtelo de forma más educada, es un poema mal escrito.
¿Te ha chocado alguna vez algún guion que te han hecho llegar alguna vez y en el que tenías que interpretar?
Muchas veces, y gracias a Dios que hoy en día puedo decir que no. Pero hay mucha gente que no puede negarse a interpretar papeles, aunque estos no les gusten, porque sueñan con verse en la tele, y no se paran a pensar en lo que están haciendo. Yo he sido uno de ellos, no voy a culpar tampoco a nadie. Doy mi opinión sobre un tema y reconozco que un día yo formé parte de todo eso, pero sin darme cuenta. No tenía la capacidad autocrítica, ni había leído la mitad de los libros que he leído hoy. Hoy en día solo vende lo que es trendy, el sensacionalismo, el morbo…
Hay producciones en los que no entiendo nada, no entiendo a dónde quieren llegar, es solo “vamos a producir”, “vamos a hacer”, “vamos a comercializar”, que la gente lo vea y diga ¡guau!, ya no hay un rigor. No se investiga, no se habla con gente que es conocedora de los temas que se tratan: ¿Vamos a hablar de terrorismo? Pues “palante”, no sabes lo que es la shahada, no sabes lo que el tauhid, ni el Corán, ni las abducciones, ni el Ramadán, no tienes ni idea de nada, y vienes a producir un proyecto de tres millones de euros. Tu eres el director, y no tienes ni idea ni sensibilidad para tratar este tema, pero esto no se trata así: venga, cámara, el moro, venga… perdona, que aquí estamos trabajando 20 personas que somos musulmanes de verdad, y nos estás irritando, y tu falta de sensibilidad es para nosotros una falta gravísima hacia nuestra religión.
Por último, vamos a intentar acabar con buen sabor de boca y, por eso, te voy a preguntar sobre 'Madres', puesto que tu papel no gira entorno a tu procedencia ni estereotipa a tu personaje ¿lo ves como un ejemplo positivo?
Sí, es un ejemplo positivo. No estigmatiza ni estereotipa al personaje. Creo que es una evolución, intento dirigirnos por el buen camino.