Crudo Pimento: “Si hay una esperanza de cambiar las cosas, es de forma local y con la gente, a pie de barrio”
La palabra gentrificación viene del inglés y se refiere al proceso de renovación de una zona urbana popular o deteriorada, renovación que implica el desplazamiento de la población original por otra de mayor poder adquisitivo. Por lo tanto, podemos decir que la gentrificación es una putada, porque viene a significar que es imposible, o muy difícil, mejorar la calidad de vida de quienes viven en un barrio degradado sin perjudicarles finalmente.
En Murcia, los barrios del sur de la ciudad han estado condicionados desde el siglo XIX por la presencia de las vías del tren. Tras años de promesas para eliminar esa barrera, se proyectó construir un muro y hacer llegar la Alta Velocidad en superficie y de mala manera. Una estafa en toda regla. Después de una lucha vecinal que ha pasado ya a la historia como uno de nuestros mejores ejemplos de compromiso social y de búsqueda del bien común, ahora las obras prosiguen para terminar de soterrar el tren y la estación del Carmen.
Y ahora hay que continuar vigilantes, tratando de evitar que esa mejora de la calidad de vida que merecían los habitantes de la zona, se vea amenazada por la gentrificación, en un nuevo ejercicio de especulación inmobiliaria y urbanística. Ahora hay que intentar progresar de manera colectiva, sin perder la esencia, la naturaleza, las raíces desde las cuales que se parte. Es decir, que hay que ir a la vanguardia por la retaguardia.
Ese es el camino que siguen Inma Gómez (Murcia, 1984) y Raúl Frutos (Murcia, 1979), miembros de Crudo Pimento, aunque a renglón seguido afirmen que su proyecto musical no tiene dogmas, no enarbola banderas y a duras penas retiene las etiquetas que se le quieran poner. Con ellos hablamos de muchas cosas, pero en esencia, hablamos todo el tiempo de lo mismo: de los principios básicos que les sirven de mapa en la música y que pueden servir igual en la comida y en la vida, por ejemplo.
Partimos de las raíces, de algo que, como afirma Raúl, debería darse por supuesto porque es lo natural, y luego vamos subiendo por el tronco y abriendo las ramas, buscando el cielo explorado y el cielo por explorar. 'Con lo que tengas, haz lo que puedas', y de ese modo, Crudo Pimento elabora instrumentos tratando de alcanzar sonoridades conocidas y desconocidas; reutilizan, transforman, crean y recrean dando martillazos como en una fragua, tanto física como metafóricamente.
En 2023 lanzaron su último disco, El Carmen 13-7, y desde entonces están en un no parar: festivales, colaboraciones, y en el primer semestre de 2024, cuatro conciertos dentro del proyecto Artistas en Ruta para el cual fueron seleccionados.
Para escuchar esta larga y distendida conversación con Raúl e Inma, que tuvo lugar en su estudio de San Pío X en los últimos días de 2023, pincha en este enlace.
Nota: si tienes Spotify Premium, podrás escuchar las canciones completas que se incluyen en el programa. Si no, escucharás un fragmento aleatorio de 30 segundos.
Algunas frases de Crudo Pimento que escucharás en el pódcast
“Cuando hacemos algo, no pensamos en cómo va a ser acogido. Pero sí, este disco ha sido muy bien acogido, y estamos muy contentos porque es un disco complicado, largo y poéticamente oscuro”.
“Durante la pandemia, me dio por escribir poemas, y después, una vez que ya estaban escritos, pensé en ponerles música de la misma manera que lo hacemos siempre, en el estudio e improvisando sobre los poemas. Seguimos la misma pauta del caos y de hacer lo primero que surja”.
“Notamos bastante la repercusión de ‘Un país para escucharlo’ (programa de TVE), con más gente que nos escucha pero también con las colaboraciones que nos surgieron a partir de ese programa, por ejemplo con Kiko Veneno”.
“Con Kiko seguimos adelante. Estamos preparando juntos un homenaje a Pau Riba (artista y escritor catalán que murió en 2022), y estamos preparando un proyecto con el bailaor flamenco Pablo Egea”.
“A la vanguardia por la retaguardia no es un dogma, simplemente queremos retorcer, elaborar, recrear y crear cosas nuevas a partir de nuestras raíces, de la música que hemos mamado en nuestra tierra desde siempre. Es algo natural en cualquier expresión artística. Yo creo que, quizá, hoy en día lo de las raíces se está convirtiendo en una burbuja; es como un valor seguro para el negocio”.
“Lo de crear los instrumentos tiene más que ver con una cuestión de sonoridad tímbrica. Por ejemplo, hay unos instrumentos para tocar la música jamaicana del género del mento, pero no es posible adquirir esos instrumentos, así que no te queda más remedio que escuchar esa música, conocerla bien y recrearlos, Pero nuestra bandera no es la de los instrumentos raros. No somos Les Luthiers, a los que adoramos. Gozamos hablando de los instrumentos y tocándolos, pero no son un fin. Tocamos también guitarras eléctricas baratas o desafinadas, que suenan sucias o destempladas, reutilizándolas después de encontrarlas en la basura”.
“En Navidad fuimos a comer con mi madre, y preparó un cocido con pelotas de pava negra que es un manjar, una exquisitez de la huerta de Murcia, y eso es posible porque hay un carnicero de toda la vida en la carretera de la Fuensanta, el Fulgencio y la Carmen, que crían ese tipo de animal. Y degustando ese plato, se me saltaban las lágrimas, porque pensé que cuando Fulgencio falte, esto no lo vamos a poder repetir, esto se acabará. Puede ser este año, el que viene… Pero algún día faltará la materia prima”.
“Entre otros instrumentos, Inma Gómez toca un bajo con una sola cuerda, con la dificultad de ejecución que eso conlleva. Rápidamente empezó a asimilar y se convirtió en una especialista en ese tipo de instrumentos, quizá sea la única en el mundo, porque ha ido desarrollando su propia técnica”.
“Lo de Albert Minott (mítico miembro de The Jolly Boys, banda jamaicana de mento, que falleció en 2017) fue un ‘sujétame el cubata’ en toda regla de Alejandro Tebas, porque dijo que se lo traería, que tenía los contactos… Y lo consiguió”.
“Fue una cosa muy loca. Los Jolly Boys se quedaron asombrados porque sólo había dos bandas de mento en activo en el mundo: ellos en Jamaica y nosotros en Murcia, con The Ben Gunn Mento Band. Y Albert se vino a Murcia. Llegó con su respirador, y aquí lo tuvimos, alojado en el barrio del Carmen. Fue una experiencia maravillosa compartir esos momentos con una leyenda de la música jamaicana como Albert Minott, amigo de Bob Marley, de Amy Winehouse… Pura magia. Los últimos dos conciertos de Albert Minott fueron en Murcia y en Madrid, y fue una cosa muy emocionante. Poco después, murió”.
“A Cascales le mostramos nuestra música, y luego no sabemos nada de lo que va a hacer hasta que acaba y nos presenta su obra; es una especie de ritual. Entre Cascales y nosotros hay una conexión telepática, hay algo especial. Es una persona muy especial, un artista único”.
“A nosotros, donde mejor nos han tratado y donde más cómodos hemos estado, en los años más duros en los que nos metieron lo del agua para todos para enfrentarnos a unos con otros, fue en Euskal Herria y en Aragón”.
“Muchas veces nos meten en enfrentamientos y en crispación, en la propia Murcia también, pero los problemas reales son los que hay a pie de barrio. A pie de barrio, toda esa mierda no es real”.
“Yo tengo una rodilla jodida del golpe de un policía con una porra en una manifestación contra el muro, no te digo más. Yo soy de Santiago el Mayor. Todos nos acordamos de lo que fue eso, y nos acordamos de cierto personaje y de lo que vivimos durante aquellos meses. Sabemos cómo es Murcia y cómo se gestiona. Y si hay esperanza, es una esperanza local, en el funcionamiento de la gente a pie de barrio. Cambiar las cosas ahora mismo en esta región o en este municipio es una falacia, y te puedes ir a un plano mayor. Mira el mundo, mira lo que pasa en Gaza…Con la inercia del ser humano y la inercia de la política actual, que es un meme, que es vergonzosa, que es un gabinete de asesores de imagen y de fotos, no hay esperanza. La esperanza está en lo local, en la forma de organización local. Se pueden cambiar las cosas en el entorno más cercano”.
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