Fernando Carmona (profesor): “Las redes sociales y los portales como YouTube pueden servir para fomentar el hábito lector”
Cinco institutos europeos, entre ellos el IES Rector Francisco Sabater de Cabezo de Torres, están embarcados en un proyecto europeo llamado eTwinning `Somos booktubers´. El profesor Fernando Carmona es el impulsor de este proyecto en Murcia, en el que la pasión por la literatura se alía con las nuevas tecnologías.
¿Qué es un `booktuber´?
Un `booktuber´ es todo un lector empedernido. Se ha lanzado a la web con un objetivo: recomendar libros mediante vídeo-reseñas. Se diferencia de un `youtuber´ por tanto en su predilección por lo literario. Tampoco es crítica literaria al uso. No hay academicismo y las reseñas se dirigen a un público juvenil (15-25 años).
El fenómeno `booktuber´ apenas tiene diez años. Surgió en EEUU y probablemente sea más influyente en Latinoamérica que en España. Con todo, hay `booktubers´ españoles que pueden considerarse verdaderos `influencers´. Sebas G. Mouret y Javier Ruescas cuentan con más de 200.000 suscriptores. Parte de la clave del éxito de los `booktubers´ radica en su desenfado, espontaneidad y amenidad cuando se aproximan al hecho literario. Además, muchos de ellos no ofrecen únicamente una opinión literaria, sino también una reflexión sobre la versión cinematográfica de un libro, como hace la mejicana Fátima Orozco.
¿Por qué embarcarte en un proyecto educativo sobre el fenómeno `booktuber´?
Soy un firme defensor de las metodologías activas dentro del aula. Las administraciones educativas animan a ello y resulta fundamental para un aprendizaje por competencias, menos orientado a la transmisión unidireccional de conocimientos. Ahora lo importante no solo es saber, sino “saber hacer”. El fenómeno `booktuber´ atrae a los alumnos porque ven a uno de sus iguales en una pantalla recomendar con pasión un libro. En la ESO es un objetivo primordial formar lectores. Por eso un proyecto de este calibre, el fin es doble y muy ambicioso.
¿Cómo funciona el proyecto?
Existe una iniciativa europea que me parece extraordinaria. Se trata del portal de colaboración europea eTwinning. El mismo pone en contacto a docentes y alumnos de toda Europa.
Todos sus alumnos han formado grupos para afrontar el reto final del proyecto: convertirse en `booktubers´ con un canal literario. Están produciendo diferentes vídeo-reseñas y, por supuesto, para alcanzar esa meta han realizado diferentes tareas que los llevan a ello: conocer y presentar en el aula a diferentes `booktubers´ reales, elegir una novela para su comprensión e interpretación, escribir sobre la misma mediante diferentes recursos TIC, compartir lo que han escrito entre sus compañeros, elaborar un guion narrativo y técnico para la posterior grabación, etc.
El aprendizaje basado en proyectos es mucho más fácil con eTwinning porque dicho portal facilita mucho la labor docente. Como me gusta mencionar, es la suma de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) + TIC + Colaboración europea. Resulta gratificante para los alumnos y los profesores aprender junto con otros ciudadanos europeos.
¿Cómo interactúan los alumnos de los diferentes IES?
El portal eTwinning proporciona un entorno virtual de aprendizaje, por lo que nuestro proyecto cuenta con un Twinspace. En dicha aula virtual, el alumnado puede participar mediante foros. Hemos realizado algún encuentro online mediante un vídeo-chat, lo que ha puesto en contacto de manera directa a nuestro alumnado.
Los chicos españoles son un referente y una motivación extra para los alumnos extranjeros que aprenden nuestra lengua. Su esfuerzo es meritorio, porque han sabido corregir y sugerir cambios en los guiones de los grupos. Todos ellos han co-evaluado los guiones de las vídeo-reseñas, por lo que la interacción entre el alumnado ha sido estrecha. Esto resulta fundamental: el trabajo en equipo es una habilidad indispensable.
¿Qué ha sido lo más difícil de llevar a cabo?
Precisamente lo que acabo de mencionar: el trabajo colaborativo en equipo. A los chicos les cuesta mucho porque no están habituados. Han vivido un aprendizaje frontal y, como le sucede a muchos adultos, el trabajo en grupo provoca fricciones. El docente hace ahí un esfuerzo como mediador. Al final, lo consiguen y todos arriman el hombro porque sacan lo mejor de sí mismos.
Por otra parte, y esto es una opinión personal, nuestro sistema educativo roza la esquizofrenia. Por un lado, las administraciones educativas desean fomentar las metodologías activas, pero por otro lado nos tienen todavía sumergidos en el siglo XIX. Las elevadas ratios de alumnos por aula, los espacios y tiempos dieciochescos, los escasos medios informáticos y el aumento de las tareas burocráticas provocan que trabajar por proyectos sea algo casi quijotesco.
Lo bueno, y hablo de todos los centros públicos en los que he trabajado, así como en especial del IES Rector Francisco Sabater, es que cada vez hay menos “llaneros solitarios”. De hecho, un grupo de profesores de mi instituto logramos financiación de la Universidad Miguel Hernández (UMH) para formarnos en la metodología ABP. Conseguimos dinero para tres portátiles y los proyectos del pasado curso fueron soberbios. De hecho, ganamos el Segundo Premio de Buenas Prácticas del Proyecto Ósmosis. La UMH nos brindó otros dos portátiles más que usamos con el alumnado que trabaja por proyectos.
Las redes sociales se perciben como siempre como un enemigo de los libros y, en cambio, en este proyecto se alían.
Las redes sociales y los portales como YouTube pueden servir para fomentar el hábito lector. Como suele ser la norma en el mundo de internet, lo importante es hallar las fuentes de rigor y calidad. Hay blogs y vídeoblogs literarios verdaderamente útiles. De hecho, nuestro proyecto ha contado con Facebook o Instagram como verdaderos aliados.
Los alumnos de Cabezo de Torres demostraron lo inmensamente generosos que son porque montaron una campaña solidaria de recogida de libros usados. ¡Crearon hasta un hashtag! El mismo llevaba por título #sétraperosincantar y es todo un guiño a la ONG para la que proporcionaron 316 ejemplares, Libros Traperos. La campaña de recogida de libros ha sido por ahora uno de los hitos del proyecto. Demuestra que aprender puede tener un impacto directo y positivo en el bienestar de la comunidad. Este aprendizaje servicio no habría sido imposible sin la colaboración de José Daniel Espejo, quien vino a informar a los chicos de la labor de Traperos de Emaús.
Los jóvenes son más lectores que los adultos según el barómetro de la lectura de 2017, ¿pero se podría incentivar más y mejor la lectura entre ellos?
Desde luego. En los centros educativos tenemos la obligación de despertar la pasión por la lectura. En mi opinión, el éxito puede garantizarse mejor si se lee y se habla de libros. Daniel Pennac mantiene que el verbo leer no admite imperativos. Por eso muchas veces he visto que los chicos leen lo que se recomiendan entre sí. Hay que abrir espacios para posibilitar eso. Pienso en tertulias y clubes de lectura y, desde luego, en más y mejores bibliotecas.