Jazz San Javier “se desnuda” con Pepe Rivero Trío e invitados
Las noches de verano en San Javier huelen a brisa marina, saben a pescado y marisco acompañados por las buenas verduras murcianas y se adornan con la música de jazz. Esa música es el patrón por el que muchos músicos se rigen a la hora de fusionar tendencias, ritmos y culturas. Y en la Explanada Barnuevo, en Santiago de la Ribera que andan de fiestas estos días, se celebró en la noche de este miércoles el segundo concierto gratuito de la XXIII edición de Jazz San Javier, a cargo del trío del pianista cubano afincado en España, Pepe Rivero, quien invitó a esta nueva visita con proyecto propio al violinista Raúl Márquez y al cantante Enrique Heredia 'Negri'. Ambos, junto a Rivero, han visitado en diversas ocasiones Jazz San Javier; bien como invitados o formando parte de proyectos de otros artistas. Pero son queridos y muy conocidos por los fieles aficionados que, cada noche, asisten, animan y disfrutan con todos y cada uno de los conciertos que el festival programa en cada ocasión.
Este de Pepe Rivero e invitados enganchó a propios y extraños desde el minuto uno, con una pieza del primer disco que el pianista publicó titulada 'Tumba en tres'; frenético ritmo cubano con el que no puedes estarte quietecito, aunque las normas del COVID así lo indican. A su término, Rivero presentaba al contrabajista Toño Miguel (qué bien acompañó y asentó la sección rítmica del trío) y otro conocido que cuatro días antes, también acompañó a la cantante Alana Sinkëy: el baterista y percusionista Shayan Fathi (qué versatilidad con sus muñecas, manos y dedos).
El proyecto que ha traído Pepe Rivero al XXIII Jazz San Javier es un resumen de su discografía, que continuó con una creación de su disco de 2011 Los Boleros de Chopin, del que forma parte la 'Balada para un invierno en Mallorca' (título de la novela de la amante de Chopin Amantine Aurore Lucile Dupin de Dudevant), en la que el pianista fue mezclando momentos de Chopin con su inspiración cubana y que concentraba aún más la atención de quienes presenciábamos su actuación.
Centrados totalmente en el concierto que desplegaba el pianista cubano afincado en España, Rivero presentó una de las dos sorpresas de la noche: Al violinista, amigo y colaborador en varios proyectos Raúl . Este músico aragonés que comenzara de manera autodidacta se marchó un buen día a Madrid con los flamencos y de ellos aprendió las métricas, aunque su verdadera escuela fue la calle, según ha confesado en alguna que otra entrevista. Con él en el escenario, Pepe Rivero y su trío atacaron 'S.L. (Sociedad Limitada)' en la que el ahora cuarteto desarrollaba una partitura con ritmo un tanto frenético y en la que los diálogos entre piano y violín fluían de manera natural mientras la sección rítmica de Toño Miguel y Shayan Fathi parcelaban la base para que el todo estuviera bien sujeto en esa 'Sociedad Limitada'. El clamor del público estallaba a su término demostrando su entrega inequívoca hacia estos músicos que hacen de su trabajo algo tan natural y divertido, como si estuvieran contándote un chiste o desarrollando una conversación de amigos.
Pepe Rivero es un divulgador nato. Te explica con pocas palabras cómo se inspira para crear una nueva partitura como 'Kila kila'; “es el sonido, indica, de los tambores Batá (el Iyá, el Itótele y el Okónkolo, nombre de los tres tambores) que están considerados como instrumentos sagrados dentro de la llamada santería cubana”, que no es más que una mezcla de corrientes africanas llegadas al Caribe (nagós, yorubas, gegés). Pues bien, esa santería posee diversos ritos entre los que se encuentran los tambores Batá y a ellos, explicó Rivero, dedicó esa pieza incluida en su disco en homenaje al gran pianista Thelonius Monk publicado en 2013.
El piano es el protagonista de esta XXIII edición de Jazz San Javier y hasta la fecha, ya nos han visitado Iván 'Melón' Lewis y Pepe Rivero, ambos cubanos. Y éste último no se olvida de la gran figura e influencia que tuvo, en la música en general, pero en la cubana en especial, Bebo Valdés. El gran Bebo también fue objeto de homenaje por parte de Pepe Rivero y en su disco 'Paquito D’Rivera Live at Barcelona' -que estuvo nominado a los Grammy Latinos en 2011 aunque, concretó Rivero, no se hizo con esa intención- se incluía esta pieza titulada 'Pa’ Bebo'. Su introducción fue un recordatorio de unos cinco minutos de duración, en los que sonaron algunos de los temas que Bebo Valdés nos interpretaba al piano en vida. Una pieza que volvió a poner en pie a los aficionados que llenaban el recinto y los que escuchaban desde las terrazas de los bares y cafeterías cercanos. Porque la música en la calle trae estas consecuencias tan naturales y bonitas, que en este 2021 nos hacen mucha falta en estos tiempos difíciles.
Y llegó el momento de que Rivero nos presentara su otra sorpresa de la noche, aunque no tanta ya que estaba anunciada: Llamó al escenario a Enrique Heredia 'Negri', otro de los amigos y colaboradores de Rivero, con el que ha compartido escenario y grabaciones. 'El Negri' fue recibido con una fuerte ovación del público ya que, como Rivero y Márquez, ha participado en diversas ocasiones en el Jazz San Javier y tiene ganado el aprecio de este público. Obviamente, el bolero cobraba protagonismo ya que ambos grabaron el disco del cantante titulado, precisamente, 'Bolero/Flamenco', del que interpretaron 'Contigo aprendí', de Armando Manzanero, fusionándolo con otro conocido bolero del José Alfredo Jiménez: 'Si nos dejan'. Durante su ejecución pudimos disfrutar de una especie de duelo-diálogo musical entre el piano de Rivero y el violín de Márquez que fue premiado con el calor del público. Y la respuesta final de los asistentes fue unánime y muy aclamada. La diversidad de generaciones que pasan por Santiago de la Ribera en tiempo de verano es patente y el bolero tiene su terreno bien ganado entre esa diversidad.
Enrique Heredia continuó con otra composición del recordado Armando Manzanero, que incluyó en su disco 'Mano a Mano a Manzanero', titulada 'Esta vez que te vas', con la que finalizaba su colaboración en este concierto del trío de Pepe Rivero.
Bueno, el pianista cubano sabe medir muy bien los ánimos del público y regresó al ritmo y alegría que proporciona un buen chá-chá-chá. Antes de interpretarnos la pieza, Rivero amenizó la historia de esta su partitura que, destacó, fue una de las primeras que escribió. Resulta que es natural de Manzanilla donde, con una amplia sonrisa nos soltó este gracejo, “el son (uno de los ritmos cubanos) se baila en calzoncillos y camisón”. La carcajada fue general y se agradecía esa simpatía natural que Rivero sabe gestionar, insisto, muy bien. Pero antes, dijo, “les voy a pedir que pasen a formar parte de la banda en el coro general, con esta frase: Que te desnudes, que te desnudes”. Tocó los acordes en su piano y el público coreó la frase. Genial. Ya todo dispuesto, se escucharon las primeras notas de este sabroso chá-chá-chá con participación colectiva del que, seguramente la vista no me alcanzaba, muchos de los que andaban por el paseo o estaban en las terrazas bailaron. ¡Grandioso, Pepe Rivero y sus compañeros de escenario! Qué derroche de musicalidad, simpatía y generosidad llevaron a cabo en una noche del verano marmenorense, a unos escasos 50 metros de la orilla de este mar, que nos suavizó el habitual calor húmedo con un Levante veraniego que se agradeció.
El público insistió en que regalaran una más y sin marcharse del escenario, Pepe Rivero y su trío, con el violinista Raúl Márquez y Enrique Heredia 'Negri', éste último primero y a capella, interpretó unas estrofas del éxito que lograra hace años con Navajita Plateá titulado 'Alegría de vivir', que los presentes corearon. Tras ello, una pieza del gran Benny More 'Amor fugaz' puso el broche a un concierto entrañable, rítmico y simpático impartido por el trío del pianista cubano afincado en España, Pepe Rivero y sus dos invitados: El violinista Raúl Márquez y el cantante Enrique Heredia 'Negri'.
La próxima cita regresa al auditorio del Parque Almansa, con el concierto de Matthieu Saglio Quartet e invitados: Isabel Julve, Abdoulaye N’Diaye, Camille Saglio y Carlos Sanchis. El violonchelista es otro de los músicos queridos en Jazz San Javier, al que ha venido en ocasiones anteriores con proyectos de Jerez-Texas, que dejó un buen número de incondicionales aficionados y seguidores de su música y trayectoria. Como es natural, se lo contaremos aquí mismo así que no pierdan el hilo.
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