José Carlos Martínez: “Cada vez que voy a casa, mi padre me quiere meter melocotones y mandarinas en la maleta”
El historial de Cartagena sólo es más extenso que el de José Carlos Martínez, uno de sus hijos más célebres, porque Cartagena es una ciudad y José Carlos es una persona. Sirva esta rocambolesca frase como inicio de un nuevo episodio de Elegí un mal día, uno en el que miramos al mar, a la bahía de la milenaria Cartagena, joya cultural, poseedora de un rico patrimonio y ciudad más turística de la Región. Y en este episodio tengo el privilegio de hablar con una persona que, sin que exista duda o subjetividad posible, ha alcanzado las cotas más altas a las que pueda aspirar alguien que se dedique a lo que se ha dedicado él.
Respecto de la histórica Cartagena y de su inmenso pasado, sólo diré que, si no vivís en ella, tenéis que visitarla y hacerlo de manera asidua, y conocer, por ejemplo, el Teatro Romano y el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, el ARQVA. Y pasear por el centro histórico admirando su arquitectura modernista, y luego comeros un buen caldero, y después beberos un asiático, y más tarde, sentaros en el puerto a mirar el mar.
Y respecto de José Carlos Martínez (Cartagena, 1969), antes de dejar que escuchéis nuestra conversación, debo proclamar que es un orgullo compartir terruño con alguien como él, uno de los intérpretes más brillantes del ballet clásico internacional. José Carlos comenzó su formación en Cartagena a principios de los 80 y la prosiguió Francia. Fue nombrado bailarín estrella del Ballet de la Ópera de París en 1997, institución a la que llegó en 1988 y en la que dio fin a su carrera en 2011. Desde ese mismo año, ya en tareas de gestión, y hasta 2019, estuvo al frente de la Compañía Nacional de Danza, y más tarde comenzó su labor como profesional autónomo en la enseñanza y la coreografía.
La cantidad de premios que ha recibido es bastante extensa, de modo que nos quedamos con la Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Danza de Varna, y con el Premio Nacional de Danza en 1999, además de con el hecho de haber sido el primer español en diseñar la coreografía del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, lo que se ha producido en dos ocasiones.
En diciembre de 2022, José Carlos asumió la Dirección de Danza de la Ópera de París, y desde la Opera de París atiende a Elegí un mal día, cuando dicha institución acaba de presentar la programación de la próxima temporada, y mientras su equipo y él trabajan en la programación de dentro de dos años. En París tiene bajo sus alas a 154 bailarines y dos espacios que os sonarán: la Ópera Bastilla y el Palais Garnier. Lo que no tiene es tiempo: por eso no puede cocinar con mucha asiduidad los platos tradicionales que le hacía su madre, y por eso le repito doscientas veces mi agradecimiento. Y no son suficientes. Podéis escuchar nuestra charla en Spotify en este enlace.
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