El envenenamiento del Mar Menor se tramita actualmente en varios procesos en los juzgados murcianos, atendiendo por fin las denuncias de colectivos y activistas ecologistas, así como procedentes de los propios agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA).
El sentimiento de pérdida ante la funesta deriva del Mar Menor lo encara José Semitiel con una prosa poética en la que evoca las imágenes más bellas e impactantes para la sensibilidad de la mente de un joven, la suya propia, allá por los años setenta. El artista refiere la sorpresa de su primer encuentro con un pequeño mar guardado por un horizonte de leves colinas, cuando las colmenas turísticas eran solo una amenaza. A los pueblos del litoral todavía se les llamaba pesqueros y quienes venían a “tomar las aguas” en verano apenas interrumpían el habitual modo de vida de las entonces sencillas poblaciones. Las arenas foráneas aún no imitaban estilos de vida ajenos ni cubrían los fondos pedregosos que desde siempre oxigenaban una gran diversidad de vegetación entre sus grietas, alimentando a peces y crustáceos autóctonos. “El mar –sí, todavía- olía a limpio”
Mi barco velero.
A lo lejos se divisaba un brillo especial, nuevo para mí. Tenía la apariencia de un gran lago.
Llegamos sobre el mediodía en un autobús desde Murcia. El viaje se hizo largo, cantábamos y reíamos. Todos íbamos con la misma ilusión; divertirnos y aprender mucho, pues las actividades iban a ser muy variadas.
Al día siguiente, después de terminar todo lo programado, llegó la hora del baño. El mar olía a limpio y los bancos de peces rodeaban mis primeras incursiones en el agua salada. Allí aprendí a nadar y a bucear, con los ojos abiertos, claro. También a navegar.
Durante tres veranos seguidos estuve yendo a ese maravilloso lugar. El último año, al marcharme, después de 15 días, sentí la sensación de que todo aquel paraíso y nosotros íbamos a cambiar. Y cambiamos, vaya que sí.
Campamento en Los Narejos. 1972 – 1974.
José Semitiel
8.- Hostias: José Semitiel
Hostias et preces tibi, Domine, laudis offerimus. tu suscipe pro animabus illis, quarum hodie memoriam facimus: fac eas, Domine, de morte transire ad vitam, quam olim Abrahae promisisti et semini ejus. (Plegarias y alabanzas, Señor, ofrecemos en tu honor. Acéptalas en nombre de las almas en cuya memoria hoy las hacemos: hazlas pasar, Señor, de la muerte a la vida, como antaño prometiste a Abraham y a su descendencia.
Las denuncias olvidadas durante años o perdidas en cajones y archivos de expedientes emergen finalmente como una larga lista de infracciones y delitos contra la naturaleza, la del Mar Menor, a la espera de su resolución y la depuración de responsabilidades. Otro mar de procesos sobre los que entienden otro mar de togados en los diferentes niveles judiciales. Al tratarse mayoritariamente de imputaciones contra entidades públicas, por su actuación o inoperancia, es la jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, en su ámbito regional, la competente para juzgar los litigios, así como a esas entidades y las personas físicas que las representan. La subsidiaridad para con estos últimos no impedirá al menos su desaprobación política y social.
Por Ucrania: “La inacción es el peor pecado”
Con el lema de “A todos nos gustaría que nuestros niños estén a salvo”, y una llamada contra la pasividad ante la invasión que sufre el país, el teatro Lesia de Lviv (Leópolis) organizó una performance del artista Oleksiy Khoroshko escenificando la devastación a la que está siendo sometida Ucrania, sus gentes y su cultura. Un total de 88 personas situadas en el patio de butacas del edificio activaron los altavoces de sus teléfonos móviles para hacer sonar la palabra “niños” en varios idiomas. Esta ciudad casi milenaria es la séptima en importancia de la nación y alberga notables centros culturales y educativos, como el citado teatro, construido en 1931. Al igual que otras poblaciones, está siendo sistemáticamente bombardeada con ataques dirigidos a objetivos civiles y culturales.