Los rudimentos del éxito

Con un equipo embrionario, imperfecto, desequilibrado, que aún no cuenta con todos sus efectivos y al que las ausencias han obligado a reconfigurar, Ibón Navarro ha logrado que la máquina del UCAM Murcia funcione e incluso gane partidos. Sí, el motor traquetea, hace ruido, tira humo y se le abren grietas, pero los obreros no tienen problema en mancharse de grasa y en usar el martillo, la cinta adhesiva e incluso chicle si hiciera falta, como McGiver, para que el invento no explote y se detenga. La temporada es larga, y seguro que más adelante, cuando -ojalá- la máquina resplandezca y tenga todos sus resortes funcionando y a pleno rendimiento, se dará el mérito que merecen las tres victorias que ha logrado el equipo rojiblanco en la última semana -Andorra, Hapoel Holon y GBC-.

Porque sí, así es como Murcia, con sus rudimentos, ha podido derrotar a domicilio a un equipo que en sólo tres partidos ya había llamado la atención de la liga por su buen momento de forma. Guipúzcoa Basket venía de promediar más de 87 puntos por partido; su pívot Norel había firmado uno de los mejores comienzos de la historia de la liga en el plano individual; Sevilla y Estudiantes habían sufrido en sus carnes el desenfado de sus jóvenes jugadores nacionales, la experiencia de Chery, Swing o Van Lacke y el empuje y la energía de Fakuade y Agbelese... Pero entonces llegó el CB Murcia y los bajó a la tierra.

Por si GBC no hubiera demostrado ya lo difícil que es jugarle cuando lleva ventaja en el marcador -a Real Betis y a Movistar Estudiantes los desarboló en el primer cuarto-, el UCAM Murcia empezó muy mal en ataque y perdió el parcial por 18-12. Sin embargo, ya dejó apuntadas las claves de su defensa, donde Tumba frente a Norel y Rojas frente a Salvó llevaron a cabo un trabajo sobresaliente. Del quinteto inicial, y con el objetivo de no tirar por tierra en ataque la buena labor que se estaba haciendo en defensa, Ibón cambió pronto a Hannah por Martín y a Soko por Lukovic, y poco después también acertó dando entrada a Benite. Así, entre la dirección del pequeño base madrileño y los puntos del brasileño, junto a Oleson y Lukovic, los murcianos se mantuvieron con vida.

El segundo cuarto reservaba los peores momentos para el CB Murcia, ya que Soko seguía totalmente fuera del partido, cometiendo errores en ataque y en defensa, y Kloof se incorporaba al juego por primera vez y no encontraba el tono adecuado. Ahí creció la figura de Van Lacke, y también de Agbelese, y el marcador llegó a reflejar un preocupante 24-12, y luego un 28-16 a 5’30“ del descanso. La dirección del CB Murcia no funcionaba e incluso llegamos a ver a Benite liberado pidiendo el balón, y a Delía en la misma situación, sin que les pudiera llegar finalmente el pase. Durante unos minutos de ese periodo Ibón Navarro optó por jugar con sus dos ‘5’ a la vez, Delía y Tumba, y las cosas no fueron mal, pero fue a partir de la entrada de Oleson y de Lukovic cuando se abrió la lata: dos triples de Oleson, uno de Lukovic y otro de Kloof, éste sobre la bocina del final del cuarto, enjugaron la desventaja y dejaron el 32-31 en el electrónico.

El parcial favorable del CB Murcia se prolongó tras el paso por vestuarios con un triple de Rojas, de forma que entre los cinco últimos minutos del segundo periodo y los cinco primeros del tercer cuarto, los de Ibón Navarro firmaron un 4-18. Del 28-16 se pasó al 32-34, y a partir de ahí el equipo murciano llevó la iniciativa, aunque GBC todavía fue capaz de tomar una pequeña ventaja, 50-47, que fue anulada rápidamente con otro triple, en esta ocasión de Urtasun. En este tercer periodo Ovie Soko siguió demostrando que está totalmente fuera de juego, mientras que Sadiel Rojas vivió momentos de tensión con Norel primero, y con Miquel Salvó después, que propiciaron su salida del partido, al que no volvió hasta los instantes finales. Durante esos minutos resultó curioso ver las protestas del público hacia el arbitraje, cuando a GBC sólo le señalaron una falta personal en todo el cuarto.

Del último periodo hay que destacar la labor en la dirección de Hannah y los buenos momentos del CB Murcia con sus dos bases en pista, así como la intensidad de Kloof y la enorme labor defensiva de Tumba y Delía en la pintura. Y algo más que pudo decantar la balanza: la mejora notable en el porcentaje de tiros libres del equipo murciano. Basta ver la rabia con la que celebró el pívot argentino su acierto en dos lanzamientos decisivos desde el 4,60, que aseguraron la victoria. Un tiro libre más, de Rojas, y el postrero triple desde media pista de Swing, cerraron el marcador con el 67-69 final.

De este modo sufrido, poco vistoso y rudimentario, venció el CB Murcia en Donosti; un triunfo que encierra más mérito de lo que parece. Si miramos las estadísticas, veremos que el equipo rojiblanco tuvo peores porcentajes en tiros de dos y de tres que GBC -unos porcentajes, por lo demás, muy pobres: 39% en tiros de dos y 32% en triples-, que capturó menos rebotes defensivos, ofensivos y, por tanto, menos rebotes totales, que dio menos asistencias y que incluso tuvo menos valoración total - ¡Ay! La valoración… Totalmente de acuerdo en este asunto con Mr Chip-. Y, sin embargo, eso que llamamos ‘intangibles’, sumados al 88% en tiros libres y a que el CB Murcia perdió 5 balones menos que su rival, le han llevado a poner un 2-2 en su casillero y le han permitido escalar hasta el 10º en la clasificación de la ACB. Insisto: el tiempo dará lustre a estas victorias tan poco lustrosas.

Mientras este artículo ve la luz, el UCAM Murcia se desplaza a los confines de Rusia para jugar contra Enissey en la segunda jornada de la Champions, y el domingo recibirá en casa nada menos que al campeón de la ACB, el Valencia Basket, en la quinta jornada de la Liga Endesa. Seguiremos esperando noticias sobre la incorporación de Faverani y sobre la vuelta a la Tierra de Ovie Soko, porque ambos le hacen mucha falta a este equipo.