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Salva Solano, escritor: “Los políticos no se acuerdan de la cultura en los debates electorales, ¿cómo lo iban a hacer ahora?”

El escritor Salva Solano

Julio López Guillén

Murcia —

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Es una realidad que el consumo de productos culturales se ha disparado en los tiempos de confinamiento. Las reconocidas plataformas de contenidos digitales estadounidenses han sido el objetivo más socorrido pero también otros canales de distribución como podcasts o “directos” han estado llenando de cultura todos los rincones de nuestras vidas en cuarentena general. No obstante, la precaria movilidad en la que nos encontramos ha generado que otros muchos productos disminuyan peligrosamente sus ventas, hasta el punto de poner en riesgo la supervivencia de esta parte de la empresa española.

El gremio de Editores de la Región de Murcia (GREM) daba el pasado día 13 de abril la voz de alarma en un sector económico, el de la literatura, que según esta organización se ha visto arrinconado por la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria. A este respecto contactaron con la Consejería de Educación de la Región de Murcia para hacerles llegar unas propuestas que se centran en reforzar, desde el ámbito público, los logros conseguidos por este polo productivo en los últimos años.

Hablamos con el escritor Salva Solano (Cartagena 1979), autor de La tienda de figuras de porcelana (Ediciones Malbec), que estos días ha estado publicando desde su blog “Vota y Calla” acerca de las condiciones que escritores y editores viven en nuestra comunidad autónoma:

¿Es precaria la situación en el ámbito cultural?

En la literatura, sí. La editorial en la que estoy tiene al menos ocho libros en espera, y me cuentan que tal y como está la cosa no van a publicar nada al menos hasta junio. La cola no avanza y los irán sacando cuando se puedan abrir las librerías, porque tengamos en cuenta que las editoriales independientes concentran la venta de libros en los actos de presentación. La mayoría de estas obras se hubieran publicado ya de no ser por el confinamiento.

¿Qué tipo de iniciativas se están realizando para capear el temporal?

Los compañeros que han tenido la mala suerte de publicar sus obras los días previos al confinamiento están muy jodidos e intentan, a través de redes, conseguir publicidad. Pero el público en redes no es lo mismo que la presencia física: asisten al evento en internet, como en herramientas tipo directos, pero la adquisición del libro es un goteo, no son las mismas cifras que en una presentación física. A las editoriales pequeñas no les compensa, porque no tienen el mismo margen de maniobra que las grandes empresas del sector.

¿Cuál crees que es la actitud de los gobiernos para con la cultura?

No se acuerdan nunca de la cultura, ni siquiera en los debates, apenas en los programas electorales… ¿cómo se van a acordar ahora, en plena pandemia? Ni el gobierno central ni el regional. Podrían, por ejemplo, invertir en libros con los que dotar a las bibliotecas públicas, lo que aliviaría un poco a las pequeñas editoriales, pero de momento ni eso.

Tampoco está en la política cultural del gobierno de las derechas de la Región de Murcia incluir a los editores en la estrategia del Instituto de Industrias Culturales y Arte, ICA, organismo encargado de este sector, algo que los afectados consideran como “inaudito e incomprensible” en palabras del Presidente del GERM, Fernando Fernández.

¿Echas de menos alguna medida económica en el sector cultural?

Mira, en esto pasa como con las empresas. De las medidas, cuando las hay, se benefician los de siempre y los pequeños tenemos que hacer mil trámites para quedarnos igual o recoger alguna migaja. Nunca nos lo ponen fácil, lo anuncian a bombo y platillo pero luego miras la letra pequeña y no puedes acogerte a ninguna de esas ayudas o has de hacer tales esfuerzos que no compensa. Por lo que conozco, los que más recursos tienen, incluidos abogados y asesores, son los que más se aprovechan de esas líneas de financiación.

¿Cómo te han sonado las iniciativas del Ingreso Mínimo Vital y la Tasa COVID?

Bien, creo que las rentas más altas deben aportar más, aunque muchos de ellos van diez pasos por delante y se escapan de tributar como debieran. Por eso me extrañaría mucho que con la tasa Covid vayan a recaudar lo que esperan, en caso de que se apruebe.

En cuanto al Ingreso Mínimo Vital, algunos partidos van a tener muy difícil no sumarse a estas medidas. Tenemos la experiencia reciente de la subida del salario mínimo, cuyo aumento iba a ser “la ruina” y luego no ha pasado nada. Con el IMV pasará parecido, y creo además que los detractores son muy miserables, porque estamos hablando de poco dinero que no sustituye a un empleo, nadie va a dejar de trabajar por disponer de 450 euros para malvivir.

En otro orden de cosas… ¿Te ha sorprendido la facilidad con la que nos han dicho “quédate en casa” durante dos meses y hemos hecho caso?

Estoy sorprendido e indignado. Aun sabiendo lo poderosa que es la emoción del miedo y lo que pueden influir los medios generalistas en la creación de opinión, me ha extrañado esta docilidad casi única en los españoles. Me lo comentaba una lectora del blog: “si vuestro confinamiento nos lo ponen a los franceses le pegamos fuego a la calle”. A nosotros nos han confinado así porque somos ciudadanos dóciles, pero cuando lo discuto con mis conocidos, no si debe haber un confinamiento, que eso no admite discusión, sino cómo debería ser este, ni siquiera se admite el debate.

También estoy asustado por las medidas de control de la población que puedan tomarse, porque ahora tenemos un gobierno de izquierdas, pero ¿qué hará la derecha con esas “armas legales” cuando vuelva al gobierno? Hay medidas razonables, pero estamos en una deriva muy peligrosa, no se admite el debate y no ayuda que la derecha esté aprovechando todo esto para calentar la convivencia.

¿Te refieres a los bulos que se difunden? ¿Cuáles te han llegado más?

No me entra en la cabeza cómo hay personas que se tragan semejantes historias. Como la de que Pablo Iglesias tenía no sé cuántas ambulancias en la puerta de su casa y que está dando pasos hacia una dictadura. O la del almacén que estaba lleno de material sanitario y resulta que eran folios. Hay mucha responsabilidad en los grandes medios de comunicación, que también difunden informaciones falsas y ahora se llevan las manos a la cabeza como si los bulos fueran algo nuevo o ajeno a ellos.

Dicho esto, no creo que haya que perseguirlos legalmente. Si una persona o un medio se inventa algo falso sobre Pablo Iglesias, él estará en su derecho de denunciarlo por injurias o calumnias o atentado contra el honor o lo que sea. Y el medio que difunda estas cosas se desacreditará, la gente dejará de leerlo. Pero estoy presuponiendo que tenemos pensamiento crítico y eso es mucho decir, y luego están todos esos a los que les da igual que la noticia sea falsa, porque lo que están esperando es carnaza.

También me parece un error el anuncio de la Policía de que va a perseguir los mensajes anónimos contra los profesionales sanitarios como “delito de odio”, porque pareciéndome una actitud abyecta de personas que no merecen ese nombre, la ley no se hizo para eso, como tampoco se hizo la ley antiterrorista para condenar a un chaval por tuitear sobre Carrero Blanco.

¿Tienes miedo de alguna secuela que nos pueda dejar el encierro? ¿Qué haremos cuando salgamos?

Secuelas nos está dejando ya, desde el momento en el que estamos dispuestos a renunciar a nuestras libertades a cambio de una supuesta seguridad. Tenemos que poder salir y creo que ha sido un error no permitir que la gente, con las precauciones adecuadas, pudiera tomar el aire al menos una hora al día, como en el resto de Europa.

Cuando se nos permita, creo que lo primero que haré será dar un largo paseo por la playa.

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