Sofía es una joven de 12 años que vive en las costas del Mar Menor, y que se ve forzada a iniciar una nueva vida en Canadá después de la muerte masiva de peces en 2019 en la laguna salada. Su padre, pescador, vende su embarcación y toma rumbo a América con su hija. En 2056, la protagonista volverá a al Mar Menor. El largometraje, producido por InDirectFilm y rodado entre el documental y la ficción, dura 82 minutos y está dirigido por Joaquín Lisón. Su estreno fue el pasado jueves en la Filmoteca Francisco Rabal y se proyectará también viernes (20:00), sábado (21:30) y domingo (18:30).
El filme fue rodado sin guion. Una experiencia que, según narra su director a elDiario.es, se basa en “leer” el entorno. “Es entrar en un paisaje y escucharlo”, asegura Lisón, un ejercicio de atención en los muchos focos que uno se puede encontrar: “Vamos escogiendo personas o escenarios que vemos”. En este caso, el escenario es un “territorio herido de muerte” señala el realizador, lo que imprime una mayor carga dramática.
Para el largometraje contaron con tres adolescentes de la zona, que no dudaron en sumarse al proyecto pese a no tener experiencia actuando. “Era importante poner el foco en los jóvenes, en cuanto a los diferentes puntos de vista que íbamos a llevar adelante” indica Lisón, que se sorprendió de la “perfecta adaptación” de los tres actores. En la pieza de docuficción podemos ver también a Teresa Vicente, profesora de Derecho en la Universidad de Murcia y una de las propulsoras de la Iniciativa Legislativa Popular que quiere dar derechos al Mar Menor. Una iniciativa a la que se apuntó sin pensárselo. “Teresa nos ayudó a entender y a enfocar la película” cuenta Lisón, en la que querían resaltar la figura del refugiado del futuro, en caso de que el desastre natural termine de acabar con el Mar Menor.
El rodaje del filme comenzó en 2019, tras la muerte masiva de peces. Por ese entonces se encontraban rodando otra película, que pararon para poder asistir a la agonía del Mar Menor. Lisón ha vivido la crisis de la laguna con “profunda tristeza e impotencia”. Murciano de origen, intenta, a través de su filme, poner su granito de arena. No es la primera vez: “Trabajamos haciendo películas sobre la región y poniendo el ojo donde hay algún conflicto, por ejemplo, medioambiental, social, o de patrimonio”. Como cualquier murciano, asegura el realizador, sufre por ver su planeta degradándose mientras “ciertos sectores económicos creen que la naturaleza es un recurso inagotable. No es así”.