Las músicas llegadas de África siempre han tenido gran protagonismo en La Mar de Músicas. El festival que ha dedicado ediciones anteriores a Senegal, Malí, Marruecos o Sudáfrica, hace este año un Especial Dinamarca sin olvidar los sonidos del continente africano.
Fatoumata Diawara, Songhoy Blues y Bamba Wassolou Groove de Malí, Djanka Diabaté de Costa de Marfil, Nélida Karr y Álex Ikot de Guinea Ecuatorial y los congoleses Kokoko! son las apuestas llegadas de África, en una programación que incluye desde los sonidos más alternativos a los más tradicionales.
“No hemos dejado de mirar a África en ninguna de nuestras ediciones. Es una apuesta del festival desde sus inicios y vamos a seguir siendo uno de los festivales de referencia en los sonidos llegados del continente africano en España” ha señalado el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, David Martínez Noguera. “En África está el origen de la música, y apenas se conoce nada de sus sonidos, pero su música es ya una seña de La Mar de Músicas y nuestro público nos lo demanda”, añadió Noguera.
Del panorama musical alternativo del Congo llegará a La Mar de Músicas Kokoko!, tras su éxito en esta edición del Sónar. Sábado, 21 de julio. Kokoko! son una banda que no puede definirse, o mirarse desde la perspectiva occidental,y ponerle la etiqueta simple de música africana. Sus sonidos emergen del gueto y de los garitos de Kinsasa, donde sorteaban la censura impuesta por el gobierno.
Desde Tombuctú estará en La Mar de Músicas Songhoy Blues, banda de tres jóvenes que a pesar de la prohibición de la música en su país, han continuado su labor desde su exilio en Bamako. Más tarde, y tras pasar por infinidad de festivales europeos, han publicado un álbum que con su título lo dice todo Résistence, en el que colaboran con Iggy Pop y cantan a la superación ante las situaciones difíciles y a las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Songhoy Blues estarán en Cartagena el 22 de julio.
Otra de las bandas malienses que participan en La Mar de Músicas es Bamba Wassoulou Groove, una formación en la que destacan tres guitarristas que siguen la estela del legendario Zani Diabaté, fallecido en 2011. Bamba Wassoulou Groove alternan en sus directos canciones nuevas y piezas clásicas del repertorio bambara que suenan a guitarras psicodélicas y blues eléctricos e hipnóticos. El 25 de julio tocarán en la Plaza del Ayuntamiento de Cartagena en el único concierto que dan este año en España.
Fatoumata Diawara, originaria de Malí, es una catautora que fusiona la música wassoulou, estilo originario del sur del río Níger con jazz y soul, creando una mezcla de modernidad y tradiciones africanas con ecos ancestrales. Su preciosa voz, curtida como intérprete de teatro en Francia y de cine en su país, se despliega sin límites en su último trabajo, Fenfo, que presentará en el antiguo patio del Cuartel de Instrucción Militar de Cartagena el 27 de julio.
Djanka Diabaté fue descubierta por la estrella del reggae Alpha Blondy, quien la animó y la ayudó para realizar sus primeras grabaciones. Su música combina sonidos tradicionales guineanos e influencias zouk y soukus y la ha convertido en una celebridad en Costa de Marfil. En Cartagena actuará el lunes 23 junto a Totó la Momposina, premio de La Mar de Músicas 2018.
Nélida Karr es la revelación musical contemporánea de los nuevos ritmos y sonidos de Guinea Ecuatorial. Cantante, compositora, productora, pianista, guitarrista y chelista, ha estado siempre rodeada por la riqueza del patrimonio musical de su familia, los paisajes de su país, el jazz y la música gospel. Nélida actuará en Cartagena el jueves 26 de julio, al ser una de las ganadores del proyecto de cooperación cultural Vis a Vis de Casa África, en el que un año más ha participado el festival de Cartagena.
El 28 de julio, último día del festival, y también gracias al proyecto Vis a Vis actuará el guineano Alex Ikot, un músico que ha destacado siempre en el panorama musical de su país como percusionista y baterista, aptitudes que desarrolló desde su infancia. El curriculum de Álex Ikot es quizás el más internacional de los músicos ecuatoguineanos, al haber tocado durante su larga carrera con algunos de los más grandes músicos africanos, como Manu Dibango o Youssou N’Dour y haber iniciado sus pasos al lado del batería más conocido del continente, el mítico Tony Allen.