'Sorda': una cita imprescindible del cine feminista y una carta de amor a la diversidad

Elisa M. Almagro

4 de noviembre de 2021 06:00 h

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En la quietud del campo nació 'Sorda', un corto que reflexiona sobre la realidad de las personas con discapacidad, abrumadas por un mundo capacitista y oyente. La cinta, que se estrenará el próximo 5 de noviembre a las 20:00h en la Filmoteca Regional, vendrá acompañada de 'Leo y Alex en el siglo XXI', que refleja la relación lésbica entre dos jóvenes y el proceso de aceptación de la propia sexualidad.

Las creadoras de ambos cortos, las murcianas Eva Libertad y Nuria Muñoz, abordan estas producciones con un enfoque humano, sin arreglos y florituras que puedan distraer del mensaje. Pero sobre todo, buscan que los relatos sean en primera persona. Míriam Garlo, actriz no oyente, da vida a Ángela, una mujer sorda que se enfrenta a los temores de la maternidad en una sociedad cargada de obstáculos y discriminación hacia las personas con discapacidad: “Le pedí a Miriam que hiciera una lista de miedos que se le disparaban al plantearse ser madre y me mandó casi dos hojas. Con todo esto escribí una primera versión del guion y se la mostré, les gustó y seguimos adelante”, recuerda Eva.

¿Qué os inspiró para la realización de 'Sorda'?

Eva Libertad: 'Sorda' nace de la necesidad creativa de compartir con el público nuestra vinculación con la sordera. Míriam y yo somos hermanas y llevamos toda la vida compartiendo un mundo propio formado por una identidad oyente y una sorda, y reflexionando juntas acerca de la sordera.

Nuria pasó mucho tiempo durante su infancia con su tía Mari, una mujer sorda de la que guardaba muchos recuerdos que se vivificaron cuando conoció a Miriam. Llegó un momento en el que surgió el deseo de llevar todas estas vivencias, reflexiones, recuerdos... al cine, para abrirlas al público. ¿Por qué la tía Mari no tuvo hijos?, ¿quería tenerlos?, ¿por qué tampoco tuvo pareja?

A los miedos propios de la maternidad se juntan los de criar a un niño en un mundo oyente ¿qué mensaje queréis transmitir a los futuros padres o madres que se enfrentan a un mundo capacitista?

Míriam Garlo: Creemos que la visión del mundo capacitista, en el que las personas “capacitadas” son la norma y representan lo normal y las personas con discapacidad lo anómalo y exótico, es tener una visión del mundo pobre.

En segundo lugar, en 'Sorda' reflexionamos sobre algunos de los miedos y prejuicios que todavía imperan sobre la sordera, dada la falta de información, sensibilización y cobertura mediática, política, sanitaria o social que hace que afloren sentimientos de culpa y resignación.

¿Qué os ha aportado que la actriz que interpreta a Ángela sea realmente sorda en el desarrollo del rodaje?

Eva Libertad: El hecho de que Míriam sea sorda es la esencia del proyecto, está en el origen y le confiere todo el sentido. Ella misma sugirió ideas en la fase de desarrollo y leyó varias versiones del guion aportando sugerencias.

En 'Sorda' aparece el choque entre el mundo oyente y el no oyente, ¿qué problemáticas a las que se tienen que enfrentar las personas sordas queríais reflejar?

Míriam Garlo: Durante el cortometraje se vivencian diversos conflictos transversales de comunicación, de dependencia e inaccesibilidad, de falta de libertad e intrusión, derivados de la convivencia, de la proyección de ser madre, del hartazgo ante la constante valoración personal sobre capacidad o incapacidad, o de la gestión del autocontrol emocional. Además, quisimos trabajar con una protagonista femenina para que fuese el personaje masculino y sin discapacidad, el que debiera adaptarse a la situación.

Ángela se enfrenta a su pareja, que a veces esquiva la lengua de signos por “comodidad” y “rapidez”, ¿qué tipo de dinámica de pareja entre una persona sorda y oyente queríais transmitir? Como personas oyentes, ¿habéis volcado vuestras experiencias relacionándoos con personas sordas en la pareja de Ángela?

Nuria Muñoz: En la relación entre Ángela y Darío, queríamos indagar en las dinámicas que suelen generarse en una pareja sorda-oyente. Por un lado, se puede caer en el paternalismo, el 'tú tranquila que yo me ocupo' que invisibiliza y resta autonomía a las personas sordas. También en torpezas que cometemos las personas oyentes habitualmente, como olvidarnos de hablar mirando a la cara -en el caso de que la persona sorda sea oralista-, o no dar el tiempo necesario a la persona sorda para que se posicione en una situación y pueda accionar.

Eva Libertad: Para ello nos hemos inspirado en parejas que han pasado por estas situaciones e incluso en vivencias propias. Yo he cometido mil veces este tipo de torpezas con Míriam, así que fue sencillo trasladarlas al guion.

Hay una gran química entre los actores, ¿cómo habéis hecho eso posible?

Eva Libertad: Míriam Garlo y Pepe Galera se conocían y ya habían trabajado juntos en teatro. Tuvimos varios ensayos en los que fuimos generando una relación a base de improvisaciones para que, durante el rodaje, todo ese vínculo complejo atravesado por problemas de comunicación, inseguridades, temores y mucho amor, aflorara en las escenas que tenían juntos.

El rodaje de 'Sorda' puede considerarse familiar. Eva y Míriam son hermanas y han colaborado numerosas veces: “Hemos trabajado juntas en otros formatos como teatro, fotografía o vídeo por lo que el entendimiento y la escucha para ponernos de acuerdo vienen de antes. Compartimos referentes artísticos o cinematográficos, de modo que hemos ido poco a poco construyendo nuestro propio código e imaginario común. Sobre todo somos compañeras de vida y, en ocasiones de trabajo, lo que hace que estemos muy conectadas con confianza y comodidad”, explica Míriam.

En cuanto a su hermana, Eva alaba la capacidad de Míriam para “ser” delante de la cámara: “Las indicaciones en las improvisaciones y durante el rodaje fueron sencillas porque ya teníamos un código común de referentes”.

Las hermanas también han contado con la colaboración de su padre: “Pensé en él en cuanto escribí el personaje del vecino. Mi padre es quien nos ha transmitido los saberes de la huerta: el riego, los cuidados del huerto, las gallinas... y quería que fuera él quien diese vida a ese pequeño personaje. A mi padre no le dejé que leyese nunca el guión. Él ha hecho teatro y quería conseguir que estuviera lo más natural posible, así que sólo sabía qué tenía que decir más o menos, y en cada toma improvisaba algo similar”, recuerda Eva

En el corto Ángela revive algunos de los traumas causados por la sociedad capacitista en la que se crió ante la expectativa de la maternidad, ¿de qué forma la sociedad castiga a las personas sordas?

Míriam Garlo: Principalmente las personas sordas experimentan falta de accesibilidad comunicativa e informativa en los medios de comunicación social, medios de transporte, trámites burocráticos, autonomía para gestiones cotidianas por ausencia de intérpretes en administraciones públicas y privadas para revisión médica, hospitalización, realizar cualquier compra, acceso a una conferencia o curso formativo, en espectáculos, ocio y cultura.

Existe una gran invisibilización de la sordera, de las propias personas sordas y de su idioma natural, la lengua de signos española, y por último, una escasa sensibilización social.

Todo esto debe causar una gran frustración...

Míriam Garlo: La sordera suele producir dificultades en el desarrollo de las capacidades comunicativas y habilidades sociales, por lo que en mayor o menor medida origina problemas psicológicos, trastornos emocionales e incluso retrasos cognitivos. Dependiendo de la experiencia de cada persona sorda, se suele experimentar baja autoestima, aislamiento, miedo y falta de participación, entre otros muchos sentimientos.

'Sorda' se apoya mucho en el sonido ambiente, ¿qué os llevó a tomar esa decisión? ¿Y cómo ha influido con la elección de un ambiente más bucólico frente a uno urbano?

Nuria Muñoz: Queríamos trabajar la sensorialidad de Ángela, y el entorno de la huerta nos permitía hacerlo a través de la luz, el tacto, el color... Lo sonoro está trabajado desde la perspectiva de que para una persona sorda, los ojos son en cierta manera el equivalente a los oídos de las personas oyentes. La idea es que el público escuche todo lo que Ángela no escucha, pero sí puede ver, oler, tocar.

Por otra parte, queríamos que Ángela fuera una mujer autónoma, que se desplegara con seguridad en su entorno, para confrontar esta autonomía con los temores relacionados con la maternidad.

Imagino que esto habrá influido para elegir al campo frente a la ciudad.

'Sorda' transcurre en la huerta porque es el sitio donde vive Miriam, en este sentido, el corto troza la autoficción: la casa, las perras, las gallinas son suyas, su vida real se cuela en la película a través de ellas.

¿Qué opináis de las elecciones por parte de algunos departamentos de casting de elegir a personas no discapacitadas para interpretar a personas con discapacidad?

Míriam Garlo: Efectivamente, en muchas de las producciones fílmicas donde existe una discapacidad, ésta es interpretada por actrices o actores que no la poseen, de modo que se trata de una imitación. Es legítimo, pero sin embargo nosotras consideramos más interesante, ofrecer la oportunidad a actrices y actores que realmente posean la discapacidad.

Las lesbianas, invisibles

“A nivel temático nos apetecía indagar en el amor entre dos mujeres, en este caso entre dos chicas jóvenes, y las tensiones sociales y discursos ambivalentes a los que se enfrentan”, así resume Nuria Muñoz 'Leo y Alex en pleno siglo XXI', un corto en el que una joven batalla contra los sentimientos que tiene hacia su compañera de piso y su sexualidad.

Eva Libertad: Sabemos que las lesbianas aún se enfrentan a prejuicios sociales que siguen perpetuando una lesbofobia interiorizada. A esto se suma los discursos lesbófobos que, en los últimos años, la ultraderecha está legitimando, como en Murcia, donde meses después de grabar este corto, Vox entró a formar parte del gobierno.

¿Echáis en falta producciones como 'Leo y Alex en pleno siglo XXI' para que la comunidad LGTBIQ+, especialmente las mujeres homosexuales, se sienta visibilizada? ¿Creéis que la falta de lesbianas referentes produce situaciones de negación de la sexualidad como las sufridas por las protagonistas?

Nuria Muñoz: Siempre necesitamos más referentes de mujeres lesbianas y de todo tipo de relaciones entre mujeres, porque hay que contrarrestar décadas de contenidos mediáticos donde las lesbianas han sido prácticamente invisibles. En estos últimos años, la explosión de los feminismos ha propiciado avances para la comunidad LGTBIQ+, pero seguimos conviviendo con discursos heteropatriarcales que recalan en las familias o en los entornos sociales. Las chicas jóvenes que tienen sus primeras experiencias con otras chicas están atravesadas por contradicciones y tensiones que tienen que ver con esta ambivalencia que vivimos actualmente.