Verónica Cámara Beviá (ilustradora): “Que los adultos no puedan jugar es una mentira que nos han contado”
`Estampida´ es un libro de lo más peculiar: no sólo está pintado con las manos y con estampaciones de frutas y verduras como cebolla o apio, sino que se invita a los lectores a pintar ellos mismos con estos medios. Su autora es Verónica Cámara Beviá, ilustradora alicantina formada en la facultad de Bellas Artes de Murcia. El libro, que tiene como protagonistas a veintitrés animales en peligro de extinción, está pensado para niños, pero Verónica anima a los adultos a jugar también con él. Publica la editorial Raspabook.
`Estampida´ comenzó siendo tu proyecto final de Ilustración en la Escuela de Arte de Murcia.
Llevo con él más de dos años. Ha cambiado un montón en ese tiempo. Al principio el tema no iban a ser los animales en peligro de extinción. Sí sabía que sería algo interactivo y relacionado con la estampación. Me gustan los libros interactivos y quería hacer algo que aportara un poquito en ese campo. Estando de Erasmus en Rumanía, trabajé en una primera versión a la que llamé `Huellas de animales, un cuaderno para pintar con las manos´, pero no era exactamente lo que buscaba. Fue al volver a Murcia y empezar el proyecto en la Escuela de Arte cuando se cerró la idea. Ha sido un proceso largo, pero satisfactorio. Lo que sí tuve claro desde el principio es que quería publicar, llegar a la gente, ya fuera mediante autoedición o con una editorial.
¿Cómo surgió la idea de dedicar el libro a las especies animales en extinción?
Es algo que está en mi entorno, en el modo de vida que mis amigos y yo llevamos. En mi familia reciclamos, me gusta la naturaleza, ser responsable con el medio ambiente, voy en bici a todos los sitios porque no quiero contaminar… Bueno, y porque no tengo carné de conducir. Entonces la idea me vino de repente. Vi que podía darle una estructura al libro y aportar mi pequeño granito de arena.
Aunque `Estampida´ está pensado para niños, ¿pueden disfrutarlo también los adultos?
Me gusta la idea de que jueguen con él padres e hijos. Que personas adultas lo experimenten. Aunque esté pensado para niños, no me gusta cerrar las puertas a la creatividad. Parece que ésta sólo sea para los niños, que en ella no quepan los adultos. Pues no tiene por qué. Tú no tienes que dejar de jugar por ser mayor. Eso es una mentira que nos han contado.
¿Has visto ya lo que hacen los niños con tu libro?
Estoy empezando a verlo: Hace poco di un taller en la Casa del Libro de Alicante y fue muy chulo ver lo que dibujaban, cómo cambia la perspectiva. En una mancha que para mí era una cosa, quizá porque la tengo muy trabajada, ellos descubrían algo por completo diferente. Eso es lo que me gusta.
¿Has tenido que cambiar mucho tu estilo para imitar el trazo simple de un niño?
Me considero muy camaleónica. Soy capaz de adaptarme a muchos registros. Para este libro tuve que trabajar mucho con cómo se relacionan la mancha y la línea. Al principio, cuando estaba desarrollándolo, hice bocetos con más detalle, pero mis profesores de la Escuela de Arte me recomendaron que me acercara al lenguaje de los niños: lo mas simple posible, porque es como ellos lo hacen y es mucho más fresco.
¿Has mezclado técnicas tradicionales y digitales?
Todas las estampaciones del libro son con técnica manual: He usado mis manos y frutas y verduras: apio, cebolla, patata, zanahoria… Y luego ha habido un montón de edición digital: escaneado, montaje y la propia maquetación. En mis trabajos conviven lo analógico y lo digital.
¿Cómo se te ocurrió esto de utilizar una cebolla o una patata para pintar?
La idea viene de tiempo atrás, de un taller que hicimos en Alicante para las Jornadas de la Fruta. Al equipo que lo llevábamos se nos ocurrió hacer una estampación con manzanas partidas por la mitad. Ahí surge el hilo. Aparte, a mí siempre me ha gustado mucho la pregunta de “qué ves en esta mancha”, y las verduras dan mucho juego en eso.
También te gusta el cómic. ¿Qué tipo de historias creas?
Las que he hecho hasta ahora son casi todo cosas que me pasan en el día a día. Siempre llevo, por recomendación de un amigo que fue mi profe de cómic, una libretita. Y cuando me pasa algo que me parece divertido lo apunto. Y de ahí van saliendo.
Eres de Alicante pero estudiaste en Murcia. Da la sensación de que, desde hace unos años, la ciudad vive su personal explosión cultural y artística.
Murcia es mi segunda casa, aunque ahora vivo en Alicante. Para mí llegar a Murcia fue toda una sorpresa, un soplo de aire fresco desde que empecé la carrera en 2009. Siempre vi una actividad cultural y un bullir de las ideas y de la gente que creaba cosas que me pareció maravillosa. Y han pasado los años y eso sigue desarrollándose. A mí Murcia me ha dado un montón de cosas. Para empezar aquí he encontrado a Raspabook.