La edición XXV de Jazz San Javier rinde homenaje a músicos desaparecidos durante los 12 meses que transcurre de una edición a otra. En la actual, los homenajes son para el pianista Ramsey Lewis, el saxofonista Wayne Shorter y el organista Joey DeFrancesco, al que se dedicaba la primera parte de esta jornada de jueves 19, con el Ximo Tébar New Champ, conformado por el organista Pat Bianchi y el baterista Byron Landham. Después, una segunda parte diferente con el proyecto que desarrollan juntos Ximo Tébar y Gladston Galliza Brazilian Jazz Project, del que el público disfrutó con esa demostración de calidad y el atractivo que siempre posee la música de Brasil. Les contamos el desarrollo.
La trayectoria del guitarrista valenciano Ximo Tébar es larga y dilatada. Además de sus discos, Tébar ha tocado con muchos de los músicos que han hecho historia en este género como, por ejemplo, Tete Montoliu, Anthony Jackson, Lou Bennett, Lou Donaldson, Louie Bellson, Joey DeFrancesco o Jan Ackerman. Sus participaciones en festivales de prestigio y giras de primer orden o sus proyectos personales, le confieren el ser uno de los músicos españoles del jazz más prestigioso. Con sus 60 años de vida, Tébar no para de indagar o adaptar partituras añejas o más recientes, a los esquemas de jazz.
En la noche del pasado jueves, Ximo Tébar tuvo el protagonismo total de esa jornada en Jazz San Javier, con dos partes bien diferenciadas. La primera liderando la New Champs conformada, además de por Tébar en la guitarra, el organista Pat Bianchi y el baterista Byron Landham que acompañó al padre de Joey, Papa John DeFrancesco. Tébar y sus compañeros iniciaban una primera parte en la que el Hammond B3 de Bianchi iba a ser el protagonista de un concierto homenaje a Joey DeFrancesco. Fueron piezas que Tébar diseñó cuidadosamente, en las que el espíritu del organista desaparecido -que regaló conciertos recordados en Jazz San Javier- invadió el auditorio del Parque Almansa.
Se escucharon temas como “Some blues”, “De vuelta a casa”, “Las hojas muertas” o “48º en la sombra” (que más o menos, era la sensación térmica de nuestros cuerpos en esa noche). En ese momento, Tébar llamó al saxofonista Josvi Muñoz con el que abordaron la pieza final de esta primera parte de la jornada del jueves. A renglón seguido, el concejal de Cultura y director de Jazz San Javier, David Martínez, junto a todo el equipo de este, hicieron entrega del Premio del Festival a Toda Una Trayectoria al guitarrista valenciano, quien manifestó que “no todos los días se recibe un reconocimiento como ése de un festival, subrayó, como San Javier que es uno de los más prestigiosos del género. Todos los músicos desean venir a tocar en su escenario y eso, concluyó, no se logra en un día. Felicidades por estos 25 años y que sigan”.
La segunda parte de esta doble jornada para Ximo Tébar iba a ser absolutamente diferente ya que Brasil y su música, nos volvería a envolver con su suave magnetismo. Antes de que apareciera su principal protagonista, Tébar quiso rendir un homenaje a uno de los grandes maestros de la música española: Su paisano Joaquín Rodrigo, del que ejecutó una parte del concierto de Aranjuez. Y rápidamente llamó a su compañero protagonista del Brasil Project, el también guitarrista y cantante Gladston Galliza. Uno de los que más producción musical lleva a cabo en estos momentos en su parcela. Galliza tiene un DVD en el mercado y en unos meses viajará a Brasil, para iniciar la grabación de un nuevo disco. Su mente no para y todo ese torrente creativo tiene que salir para que sus seguidores y aficionados a la música brasileña, la disfrutemos. La formación para este proyecto estaba conformada, además de ambos guitarristas, por el baterista Valentín Iturat; Will Martz, en el piano y teclados; Juan San Martín, bajo; Josvi Muñoz, saxo tenor y flautas, y una incorporación de última hora como fue el percusionista Fernando García.
El concierto de este proyecto se iniciaba con “A Bebado E A Equilibrista”, una composición de Joao Bosco quien ya ha visitado San Javier, que situó perfectamente lo que íbamos a presenciar. Gladston Galliza es ya conocido en Jazz San Javier. Su primera visita fue en 2005 de la mano de Lenny Andrade, quien lo presentó entonces como un nuevo valor en alza de la música de su país. Con tan solo dos temas, Galliza conquistó al público del auditorio, lo que le valió que regresara para participar en el recordado MÚSICAS DEL ALMA (desaparecido por la crisis de 2011), para dejarnos un concierto que aún hoy se recuerda. Ahora, en su tercera visita a San Javier, Gladston Galliza ha reiterado su enorme potencial como compositor, guitarrista y cantante que ya es uno de los más destacados y prolijos compositores brasileños.
Como lo demostró con varias canciones más; algunas de su cosecha y otras adaptadas a su personalidad traídas de otros creadores brasileños. Piezas como “Drao”, de Gilberto Gil, Absinto“, ”Eu Nao Gosto de Samba“ o ”Espelho Espelho Mau“, estas últimas de su creación, fueron configurando un clímax inequívocamente carioca. La fiesta transcurría con diversión y admiración ante este Proyecto Brasileño liderado por estos dos magníficos guitarristas de jazz y samba o bossa nova. La mayoría de las piezas que nos ofrecieron eran composiciones de Galliza, como este otro ramillete que comenzó por ”A Vida é Bicho Papao“, ”Instante“, ”Começar de Novo“, esta del gran Ivan Lins, ”Fascínio“ -una de las primeras que compuso Galliza, dedicada al que fuera líder de la defensa de la Amazonía Chico Mendes-, finalizando el concierto con otra creación del brasileño en lo que denominó ”esas cosas del flamenco y los cubanos“ una fusión titulada ”Alucifunk“, que desató el último nudo (si lo había aún entre el público) que pudiera contener la alegría de vivir intensamente esta música.
Parecía que ya había finalizado el concierto, tras dar las gracias por la asistencia y al festival por su elección, cuando Ximo Tébar dejó sonar las primeras notas de “Entre dos Aguas”, la rumba que lanzó al éxito a Paco de Lucía de la que indicó Tébar, la iban a mezclar con “Spain”, de Chick Corea, en un homenaje a ambos músicos ya desaparecidos que dieron noches de gloria y satisfacción en ese mismo escenario.
Con ese midley, todos los músicos que participaron en ambos conciertos se despidieron del XXV Jazz San Javier. Un lujo para nuestros sentidos. Felicidades, Ximo, por tu premio. No pierdan el hilo, porque les contaremos mas de esta edición.