'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.
Trump o nosotras, una lucha por la supervivencia
Desde el mismo día que Donald Trump ganó las elecciones muchísimas personas lloraron de rabia e impotencia viendo como la peor persona posible accedía al trono de los Estados Unidos. Aquellos llantos estaban justificados, pues desde el primer día la administración Trump no ha hecho otra cosa que atacar a las minorías oprimidas.
Hace unos días el presidente estadounidense cruzó una línea roja que supone una era de terror contra una de estas minorías más vulnerables: las personas transgénero. Con su particular visión fascista del mundo, Trump pretende borrar del mapa la existencia de las personas trans convirtiendo el género en algo biológico e inmutable determinado por los genitales con los que has nacido, impidiendo así que podamos acceder a los cambios legales de documentación, a nuestros legítimos espacios segregados por sexo, además de que el resto de nuestras vidas estaremos marcados y estigmatizados mediante un género asignado que no es acorde con nuestra realidad.
La comunidad transgénero estadounidense ya ha puesto el grito en el cielo y se está organizando contra otro atropello a las libertades más básicas, acometido de nuevo por el que posiblemente sea el peor presidente que ha tenido este país.
Mientras que Trump quiere aprobar estas medidas de corte totalitario, la mayoría del resto de países democráticos están otorgando más derechos y protección a las personas trans. Por ejemplo, Uruguay acaba de aprobar un nueva ley trans y España va camino de aprobar una similar. Precisamente esta corriente actual hará que el presidente norteamericano no tenga nada fácil aplicar de facto estas medidas en sus propias fronteras, pues Estados como Oregón o Nueva York son famosos por oponerse férreamente a las medidas más horribles de los presidentes republicanos, y ahora no va a ser diferente si tenemos en cuenta la crueldad de esta nueva ley. Y por supuesto Trump se va a encontrar de frente con el millón y medio de personas transgénero que viven en Estados Unidos y que no van a permitir que sus derechos sean borrados del mapa.
Las mujeres trans somos mujeres, los hombres trans son hombres. Esto no es una opinión, no es algo que se pueda someter a debate. Es una realidad, y ni Trump ni nadie puede luchar contra la realidad. Es por esto que no va a ser una lucha cualquiera, pues Trump ha decidido atacar el derecho más básico de cualquier ser humano: su existencia. Y el fin de esta batalla sólo puede acabar de una única forma: con nosotras vivas y él fuera de la Casa Blanca y, a ser posible, ante un tribunal de justicia.
Para aquellas personas transgénero que están atemorizadas (y con razón) quiero darles un mensaje de esperanza. Desde los inicios de la humanidad hasta ahora han existido personajes que han intentado ir contra el devenir histórico que les tocó vivir: Juliano el Apóstata yendo contra el cristianismo, el movimiento ludita contra la nueva maquinaria, entre otros muchos. Todos ellos terminaron donde, antes o después, acabaremos arrojando a Trump, en el vertedero de la Historia.
0