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Los últimos neandertales

Hace unos 40.000 años desparecieron de la faz de Europa los últimos neandertales. Las causas de esta extinción son varias y los prehistoriadores las siguen estudiando. Lo único que se puede decir con claridad es que ellos y su modo de vida se extinguieron para siempre.

De igual modo que los neandertales se extinguieron tras una larga agonía, en pleno 2018 estamos viviendo la agonía de los otros neandertales: los neandertales sociales. Estos neandertales han dominado durante décadas la cultura, la sociedad y, en definitiva, cualquier espacio público o privado.

Pero a partir del nuevo milenio comenzaron a replegarse cuando los sectores oprimidos fueron conscientes de la situación de desigualdad que vivían. En los 90 un hombre que maltrataba a su mujer podía sentarse cómodamente frente a la televisión a ver sketches de Martes y Trece en los que otro hombre mataba a su mujer mientras el público reía a carcajadas. Esto reafirmaba el poder del maltratador sobre las mujeres.

Pero en 1998 el relato de Ana Orantes y su posterior asesinato nos hizo ver que la violencia de género no era algo gracioso, no era algo de lo que reírse. Era una lacra que hasta ese día en España se había ignorado. A partir de aquel día, cuando los maltratadores se sientan frente al televisor ven anuncios contra la violencia de género que les dicen a las víctimas que hay otra vida posible. Esto inquieta mucho a estos neandertales sociales que quedan en nuestra sociedad.

Aunque en televisión se siguen reproduciendo valores misóginos y patriarcales, en ciertos aspectos los neandertales del siglo XXI se han quedado huérfanos de aquella televisión machista de los años 80 y 90, por lo que han encontrado en Internet la manera de mantener vivos estos valores tan rancios.

A través de esta nueva herramienta se han creado multitud de grupos y foros donde, por ejemplo, se insulta, humilla y desprecia a las mujeres y colectivos LGTB con actitudes tales como subir sus fotos para reírse y juzgar su aspecto. En estos grupos los neandertales sociales se golpean el pecho dándose la razón unos a otros para autoengañarse y creer que lo que hacen es correcto.

Otra de sus cavernícolas acciones consiste en el acoso masivo a las figuras públicas, en especial mujeres que conciencian y crean un nuevo mundo, pues no solo no pueden soportar ver como el machismo más descarado está despareciendo, sino que tampoco ven con buenos ojos el surgimiento de una nueva cultura feminista y LGTB que desafía los valores tradicionales y crea perspectiva de género.

Esta mañana participé en los Encuentros de ElDiarioMurcia, un espacio donde distintas voces expusimos este acoso sufrido por parte de aquellos que no quieren aceptar que existen nuevas voces críticas y creativas más allá de la cultura rancia y patriarcal que siempre ha dominado.

Afirmaba Antonio Gramsci que “el viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. Yo a los 'monstruos' he preferido llamarlos neandertales sociales, pues se trata de un espécimen que habita en una sociedad cada vez más cambiante y, al igual que los neandertales clásicos, ellos y su modo de vida están destinados a desaparecer para siempre.

Hace unos 40.000 años desparecieron de la faz de Europa los últimos neandertales. Las causas de esta extinción son varias y los prehistoriadores las siguen estudiando. Lo único que se puede decir con claridad es que ellos y su modo de vida se extinguieron para siempre.