Estudiantes de barracón en La Unión: “Llevamos seis años esperando a que terminen de construir el colegio”
Sin espacio para los casi 170 alumnos del centro, sin aula de informática ni educación física, sin biblioteca, sin comedor y con aulas prefabricadas. La comunidad educativa del colegio de infantil y primaria Rey Juan Carlos I del municipio murciano de La Unión, lleva desde 2014 reclamando que finalicen las obras de construcción del nuevo centro educativo. Tiempo en el que los estudiantes han impartido clases en barracones.
Elena Martínez, la presidenta de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) de la escuela, cuenta la pesadilla que viven: “En 2018, yendo a la Consejería de Educación, nos dimos cuenta de que lo único que se había planificado del colegio eran dos folios y un dibujo hecho a bolígrafo. Eso era lo que había de la segunda fase en cuatro años”.
Ya han hecho varias manifestaciones por la situación en la que se encuentran, una de ellas con un vídeo en el que aparecen los alumnos del centro pidiendo un “colegio digno”. Algunos de estos niños piden “clases normales, no estar en barracones” y un patio donde poder jugar sin “hacerse daño”, mientras que los mayores desean ver “el cole terminado” antes de ir a secundaria, para saber cómo es una escuela “normal”.
Decepcionados con la gestión por parte de Educación: “Llevamos seis años esperando a que terminen de construir el colegio”, luchan desde entonces para conseguir que se termine el proyecto, “con unos plazos horrorosos y tardísimo” afirma Elena, que sostiene que lo único que les falta es la salida del anuncio de la licitación para comenzar con la obra.
El presidente de la Región, Fernando López Miras, les aseguró que las obras empezarían antes de finalizar el 2020. No obstante, desde la AMPA recuerdan que son seis meses de plazo desde que se firma la licitación hasta que se puede empezara a construir. Por ello piden al Gobierno que se solicite el anuncio de “urgencia”, así conseguirían que en algo menos de dos años los niños puedan ver y disfrutar del centro educativo terminado.
Aparte de encontrarse en un espacio donde la tierra no es “nada salubre”, también reclaman que la inacción está afectando al aprendizaje de los niños: “Hay niños en cuarto de primaria que aún no han hecho ningún deporte en educación física porque no tienen sitio donde hacerlo”.
La presidenta declara que se encuentran en una situación “límite”: “No podemos decir que el colegio se cierra hasta que se acabe la obra, porque están todos los colegios a reventar y eso también es un problema”. El centro tendría, en circunstancias normales, capacidad para 450 alumnos.
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