Nacho Vilar, productor teatral: “Hay que concienciar a la gente de que tiene que volver a los teatros”
Abrimos el telón de las artes escénicas de la mano de Nacho Vilar, productor teatral que lleva 18 años al frente de 'Nacho Vilar producciones'. Acumula en su diario de vida una amplia tradición y vivencia dentro del sector de la cultura, siendo miembro de las juntas directivas de Asociación de Empresas de Distribución y Gestión de las Artes Escénicas (ADGAE) y MurciaaEscena, la Asociación de Empresas Productoras de Artes Escénicas de la Región de Murcia.
Con él nos acercamos a la realidad más profunda que vive el sector en este tiempo incierto, tiempo en el que bien podríamos estar inmersos en la obra La vida es sueño de Calderón, en esa torre cual Segismundo, recluidos esperando a que nos den permiso para volver a llenar las calles, auditorios y teatros. Esperando el pistoletazo de salida que anuncie el acto final, para volver así a soñar, actuar, imaginar, danzar, llorar, sentir y aplaudir. Aplaudir al arte de la vida. El temor en las artes escénicas no es solo el cuándo volveremos a hacerlo, sino también el cómo. Acción.
Menuda catástrofe cultural, entre otras, tenemos encima,¿no?
Tremendo, tremendo… y conforme pasan los días va avanzando mucho más. Empezaron a suspender todos los contratos del mes de marzo, luego de abril… y ya vamos por mayo y junio.
Aplazado, cancelado, suspendido… son términos que se parecen pero que poco tienen que ver, ¿verdad?
Bueno, es un tema complejo. A priori, todos los teatros, salas o espacios escénicos están buscando nuevas fechas, por lo que a mí me gusta hablar de proyectos afectados, pues no sabemos bien qué va a ocurrir con ellos. En nuestro caso, hablamos de unas 56 representaciones, suponiendo un valor económico de unos ciento veinte mil euros.
Fíjate, un proyecto como el que teníamos en el Teatro Circo Price en Madrid los días 26, 27 y 28 de marzo: la semana antes tenía que haber enviado las invitaciones a todos los programadores de España y haber empezado con la campaña de prensa. La compañía llevaba trabajando dos años y justo a las puertas del estreno ves que no puede ser. La verdad es que te quedas con una cara de tonto pasmosa.
¿Qué crees que va a ser de las artes escénicas una vez volvamos a la vida tal y como la conocíamos?¿Qué te dice el instinto y la experiencia?
La experiencia, desgraciadamente, en esto no existe. Y si existiera, no sabría decirte si estaríamos más tranquilos o más preocupados. Lo cierto es que dependiendo de la hora del día en la que me pilles podría darte una respuesta u otra. Yo creo que los teatros van a ser responsables y van a apostar por las artes escénicas, o esa es la esperanza que tenemos. Creo que los políticos, igualmente, deben apostar por ello, por la cultura en general y por las artes escénicas en particular. El cómo se tiene que hacer me supone entrar en un túnel del que no sabría cómo salir ahora mismo, pues no sé responder a ello.
Así que no sé lo que va a ser, pero sí sé lo que ya está siendo. MurciaaEscena hizo una encuesta entre las 19 empresas asociadas y el resultado de la misma fue la contabilización de 159 funciones afectadas desde que se decreta el estado de alarma. Hablamos de un importe total de unos 350.000 euros. Depende del sector que mire estos números, pueden parecer hasta ridículos, pero esto es una muestra más de la precariedad de nuestro sector, pues para nosotros son números muy importantes.
Entiendo que la esperanza se sitúa en que todos los teatros y espacios de representación reubiquen los espectáculos contratados en otras fechas, pero, ¿no crees que esta situación puede ser aprovechada por algunos programadores para resetear su cartelera y rendir culto a la picaresca española?
Puf… sí… Por eso estamos luchando por conseguir aplazamientos en fecha, para que no se queden en el camino esas funciones que ya estaban contratadas o apalabradas. Luchamos por y para que eso se respete. Pero sé que va a ser muy difícil para los propios programadores y para los teatros de sala, especialmente, el meter todo aquello que se ha caído por el camino en el último trimestre, y a la vez intentar que las ventas del último semestre no se vean mermadas.
¿Cómo se negocia eso? ¿Cómo se negocia un “aplázame, no me canceles”? ¿Os tenéis que bajar los pantalones?
No, no, realmente no. Al menos, no en mi caso. Simplemente se trata de una negociación de fechas. Hoy mismo he hablado con un teatro de Castilla la Mancha y solo me han pedido un poco de tiempo, pues ellos también están afectados. Debo de reconocer que casi todo está siendo aplazado, por lo que me tranquiliza. Al fin y al cabo, todos nos debemos a todos y debe imperar la buena fe por todas las partes para salir adelante.
Así pues, siendo positivos, vamos a gritar que tendremos un otoño cultural como nunca antes hemos tenido.
¿No hay ningún tipo de ayuda o de respaldo para vuestro sector?
Hoy por hoy, no tenemos noticias por parte de nadie. Nada de medidas específicas donde se nos haya dicho qué va a pasar con el sector de la cultura o las artes escénicas. Desde la mesa de Asociaciones y Federaciones de la Cultura de todo el Estado, se ha pasado al Ministerio de Cultura 52 medidas extraordinarias en las que hemos trabajado unas treinta entidades y ya sabéis lo que vergonzosamente contestó el ministro Rodríguez Uribes en la rueda de prensa.
Somos muy conscientes de que las vidas de las personas es lo primero y la Sanidad prioritaria, y tanto lo hemos entendido inmediatamente el mundo de la cultura se volcó en llenar de contenidos las redes para todo este tiempo que debemos permanecer en nuestras casas. Pero que no se olvide el ministro, que también seremos los últimos en volver a la actividad, y en la precariedad en la que se mueve siempre el sector. Porque si somos precarios a pesar de lo que decía también el director del Instituto de Industrias Creativas de la Región de Murcia, a quienes les solicitamos también unas medias de urgencia para las Artes Escénicas de la Región.
El temor que tenemos va más allá. Venimos muy mermados de la crisis de 2008, como ya he dicho. Estábamos empezando a levantar cabeza de una manera muy precaria, ciertamente, pero respirando. La crisis que se nos avecina va a dejar tocada a mucha gente; siguiendo el símil del juego de barcos, tocada y hundida. Va a haber gente que por desgracia va a desaparecer.
Hablando de poco respaldo,¿qué opinión te merecen algunas proclamas políticas que sugieren que podemos vivir sin artistas o sin cultura?
No voy a entrar en eso, es dar publicidad a provocadores que por sus declaraciones quedan retratados. Únicamente decir a aquellos palmeros que han salido en su defensa y que estos días están consumiendo series, películas, escuchando música... (iba a decir leer, pero lo omito): todo eso que ven, sienten y escuchan está hecho por artistas, esos que llaman titiriteros.
Efectivamente, y como comentabas, vemos que el sector de la música está invadiendo las redes de conciertos en streaming, manteniendo esa unión tan importante con sus incondicionales. Público que se nutre de artistas, artistas que se nutren del público. ¿No tiene el teatro ninguna herramienta que se le asemeje para poner en práctica?
Sí, han habido muchas iniciativas por ejemplo el Teatro Circo, que ha abierto una plataforma online para visionar espectáculos. Esto no deja de ser una herramienta para intentar que el espectador, el público, no desconecte de lo que son las artes escénicas, la música, la danza. Pero eso no es arte en vivo, pues nos lo proyectan a través de una pantalla. Y si algo tiene las artes escénicas, su propia esencia, es el espectáculo en vivo, el palpar que la persona que está en escena es de carne y hueso. Cada vez que un espectador ve una función debe valorar que está ante algo irrepetible, pues la magia del teatro hace que una función no sea igual a la otra.
¿Consideras que hay una industria de las artes escénicas que pueda parecerse, por ejemplo, a la industria del cine?
Es una palabra muy manida. El tiempo ha pasado rápidamente en la evolución de nuestro sector. Hemos pasado de ser artesanales, puros y duros, a ser industria sin darnos cuenta. Muchos de nosotros éramos artistas y jamás habíamos imaginado en convertirnos en empresa. Eso sí, somos industria, pero con unas estructuras muy endebles, nunca equiparables a la del cine, especialmente por falta de medios. El cine, por seguir con ello, es una industria con un consumo masivo, sin embargo el teatro siempre queda en un segundo plano. No hemos visto jamás una campaña de publicidad de un estreno como la que pueda tener una película. Ni siquiera en los periódicos, en las páginas de cultura. Siemprese resalta más una película que una obra de teatro.
Y esto será una de las cuestiones a revertir a partir de ahora. Hay que concienciar a la gente de que tiene que volver a los teatros, que los teatros son una cosa viva y que sin ellos no tiene sentido. Se deben de volcar las televisiones, las radios; vosotros, los medios de comunicación escritos. ¡Que todos apostemos por las artes escénicas y la cultura!
Bueno, dicho todo esto, ¿qué vas a hacer mañana?
¿Te refieres para comer? (Risas). Mañana haré lo que todos los días. A las 9:30 hrs estaré sentado delante del ordenador viendo proyectos, valorando esos posibles aplazamientos y, sobre todo, mirando al horizonte con esperanza aunque sea difícil.
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