Hablamos con Juan Jesús Moreno García, alcalde de Mula, quien nos cuenta la realidad que vive el municipio en estos tiempos de pandemia mundial. El socialista muleño afronta su segunda legislatura al frente del Consistorio con ilusión y positivismo. Hacemos repaso al ya pasado que ha obligado a no poder celebrar la Semana Santa muleña, con esa noche de los tambores 'a media asta', a la situación económica de las empresas del municipio, al estado de sus pedanías y a proyectos de un futuro alentador del que es el tercer municipio con menos paro registrado de nuestra Región.
¿Cómo se encuentra, cómo está pasando el confinamiento el alcalde de Mula?
En una situación algo ilógica. Al principio costó un poco más, por el hecho de ir concienciando a la gente, pero ya parece que vamos acostumbrándonos. Los muleños y las muleñas están dando la cara como en las peores batallas. Todo el mundo está al pie del cañón, con un trabajo excelente por parte del funcionariado, de la Policía Local, de la Guardia Civil en esta gran unión que hay ahora mismo junto a Protección Civil. También muy destacable es la labor de los operarios de limpieza que, junto a tractoristas del municipio y pedanías, están desinfectando nuestras calles de forma desinteresada.
¿Y cómo se encuentra el pueblo de Mula? ¿Hay algún tipo de repunte en los servicios sociales de la localidad?
Sí, lamentablemente sí. Teníamos unos objetivos establecidos, con unos presupuestos que se aprobaron en enero para poder atenderlos, pero éstos se vinieron abajo una vez que el día 13 de marzo ya conocíamos que entraríamos en el estado actual de alarma. Por consiguiente, hemos vuelto a reestructurar nuestros objetivos, nuestras prioridades, y debo decir que están fijadas, sin duda, en lo que al ámbito social se refiere. Todo el presupuesto está hoy por hoy dedicado a esta situación extraordinaria. No tenemos otro fin que no sea el de estar al lado de quienes peor lo pueden estar pasando en estos días.
También vamos a contar con ayudas a nivel estatal. Conocíamos hace unos días que por parte del Gobierno de la Nación se destinarán unos 90.000€ al Ayuntamiento de Mula. Estamos a la espera de que el Gobierno regional se manifieste con respecto a las ayudas que deben prestar. A nivel de administraciones, son momentos de ayudar a los más necesitados y, en este caso, los ayuntamientos también lo somos.
¿Cómo está siendo la relación institucional con la Comunidad autónoma con motivo de la crisis del Covid19?
La relación nunca es mala. Vengo demostrando a los presidentes de esta Comunidad autónoma que el alcalde de Mula, por encima de todo, es leal a las personas y a los gobiernos. Aunque es verdad que nos estamos encontrando con muchos apuros. Hemos tenido tres videoconferencias en este tiempo con el presidente de la Comunidad autónoma y le dije al señor López Miras que no es momento de despejar balones, sino de hacerle frente a las cosas. Ahora mismo no hay un presupuesto aprobado a nivel regional, hay un borrador encima de la mesa, y creo que sería un error aprobar ese presupuesto sin revisar todas las ayudas que puedan hacer falta para salir de esta crisis.
¿Cree que las empresas muleñas están preparadas para afrontar esta crisis una vez acabe el confinamiento? ¿Se están tomando medidas por parte del Consistorio?
Las medidas que podemos tomar como Ayuntamiento las instauramos desde el inicio de todo esto. Firmé un decreto suspendiendo varias tasas municipales como la de basuras, agua y terrazas. Sinceramente, creo que ninguna empresa se puede preparar para una crisis como esta, una crisis que te viene en cuestión de horas. Debemos estar preparados, debemos poner lo mejor de cada cual, sumar un grano de arena cada uno hasta conseguir hacer una gran montaña. Será la solidaridad, de la que siempre ha presumido el municipio de Mula, de la que nos nutriremos una vez salgamos de esta, pues nos tendremos que ayudar los unos a los otros.
En pedanías los consultorios médicos están totalmente cerrados. No hay atención médica ni un solo día a la semana. ¿A qué se debe? ¿No pueden hacer más por parte del Ayuntamiento?
Es una cosa que me pesa muchísimo. Conseguimos en su momento atrasar unos 15 días la decisión de la Consejería de Sanidad, pues desde el primer momento todos los consultorios médicos debían cerrarse para que todos los profesionales sanitarios pasaran a estar en el centro de salud de Mula y poder hacer turnos ante la emergencia existente. Queríamos que por lo menos se mantuvieran abiertos los consultorios médicos de algunas pedanías que, por su número de habitantes y por su lejanía, considerábamos debían seguir dando la cobertura habitual. Nos comunicaron que no podían seguir así, pues de ese modo corrían riesgos nuestros sanitarios, los cuales debían estar todos juntos para partir el trabajo en turnos. Antes hablaba de lealtad, y cuando un profesional te dice esto y sabe lo que lleva entre manos, un alcalde no debe más que cumplir por el bien general.
La pasada fue una semana clave para la localidad de Mula. Sus tambores, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2018, no replicaron con su toque tradicional desde la plaza del Ayuntamiento. ¿Cómo se han vivido este año?
Lo vivimos de una forma muy diferente, claro. No hemos podido celebrar la fiesta más grande que tienen los muleños y muleñas: la noche de los tambores. Como tampoco una Semana Santa de Pasión que moviliza todo el año a una gran cantidad de Cofradías, de grupos de Bandas y Cornetas, así como la totalidad de ciudadanos que no hemos tenido más remedio que prescindir de estas celebraciones. Tampoco podremos disfrutar de nuestro San Isidro, una fiesta muy peculiar que se celebra como un segundo Bando de la Huerta.
El otro día logramos hacer un acto simbólico para con nuestros tambores. Aprovechamos en el Martes Santo la salida que todos los españoles hacemos a los balcones para agradecer a sanitarios y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado el trabajo que están haciendo por nosotros, para salir con nuestro tambor, nuestros palillos y nuestra túnica. Y durante media hora tocamos para emular nuestra gran noche.
Ha recibido usted duras críticas por redes sociales por el hecho de proponer ese toque de tambor atípico. Le han llamado cínico aquellos que incluso auguraban que el acto sería incontrolable y que la gente rompería el confinamiento en masa. ¿Cómo le afectan este tipo de críticas?
Soy de los que cree que las críticas, cuando se hacen desde el razonamiento, son constructivas. Pero cuando una crítica se hace fuera de cualquier tipo de razonamiento no hay que hacer ni caso. Cuando se confunden los términos y se mezcla la política en cuestiones tan importantes para un pueblo el resultante es un flaco favor a la sociedad.
Lo de llevar a cabo un acto simbólico a través de un bando era, lógicamente, por dos cosas: Que los muleños y las muleñas no dejaran de sentir su fiesta. Sin olvidar, claro está, a las personas que lo están pasando mal, al mismo tiempo que agradecíamos con esa tamborrada la buena labor que están desempeñando los profesionales sanitarios y cuerpos y fuerzas de seguridad. Debo decir que me sentí muy respaldado por mi pueblo. Esa misma noche, en casa, me decía a mí mismo “Qué orgullo se siente al ser alcalde de Mula”.
En el mes de marzo el Tribunal Superior de Justicia condenó al Ayuntamiento de Mula al pago de un millón de euros a la Fundación Casa Pintada… Menudo jarro de agua fría, ¿no?
Sí, lo es. A pesar de ello, soy una persona que cree profundamente en la justicia. Todo esto viene por un convenio firmado hace más de una década por valor de 300.000€, el cual, con la llegada de la crisis de 2008, se decidió de mutuo acuerdo reducir a la mitad. Cuando este convenio expiró en 2014 entendíamos que en el caso de renovarlo podríamos hacerlo, pero por un importe de más o menos 60.000€, nunca por las cifras tan elevadas que se concedieron en años anteriores. A pesar de esta resolución, y creyendo en la justicia como digo, vamos a seguir dando los pasos que ésta también nos concede para defender los intereses del Ayuntamiento de Mula y, por ende, de los muleños y las muleñas, en este caso.
Es una suerte para Mula contar con un diputado regional entre sus vecinos. Hablamos del diputado socialista Fernando Moreno García, su hermano. ¿No ha tenido críticas en el seno de su partido o reproches por parte de la ciudadanía por este hecho?
Partimos de la base de que vivimos en un país en democracia, donde todos los ciudadanos tenemos el derecho de formar parte de una lista municipal, regional o estatal. Es necesario que se conozcan bien estos procesos, y el hecho es que yo, como secretario general del Partido Socialista de Mula, no propongo a las personas que deben figurar en las listas regionales. Los candidatos son propuestos por los órganos del partido, la ejecutiva regional del Partido Socialista en este caso.
Además, no es un hecho que pueda contar solamente yo, Fernando Moreno trabajó incansablemente para conseguir que Pedro Sánchez fuera en su momento secretario general del Partido Socialista y luego trabajó a nivel regional, doblemente, para que Diego Conesa fuera secretario general de los socialistas murcianos. Y fue el propio Diego Conesa quien directamente quiso contar con Fernando en su equipo. Es una suerte para todos los muleños contarlo como diputado regional, al cual le deseo políticamente toda la suerte del mundo, y ni qué decir a nivel personal.
Es su segunda legislatura como alcalde, viene demostrando que el pueblo le apoya, incluso votantes que a nivel regional votaron a otras fuerzas políticas en su municipio le han brindado el voto. ¿Qué cree que están haciendo bien?
Lo fundamental es estar al lado de los ciudadanos, hacer una política de tú a tú. No hay más secretos. Soy una persona de equipo y quiero recalcar que cualquier posible mérito se ha conseguido por el equipo humano y profesional que compone la corporación municipal. La prueba está en los 3.200 votos que conseguimos en la primera legislatura, y los 5.300 votos que conseguimos en los últimos comicios.
Es más, dentro de los datos de empleo, hoy por hoy, somos el tercer municipio con menos parados de la Región de Murcia. Esto se da por un trabajo fácil de identificar a través, por ejemplo, de la reducción de la deuda que tenía el Ayuntamiento sin que esto haya supuesto una merma en los servicios a los ciudadanos. También hemos puesto en valor, con mayúsculas, el patrimonio histórico de Mula y de sus pedanías, lo que se traduce en beneficios para el turismo y la hostelería. Además de ello, nuestra apuesta por la agricultura está siendo fundamental y total. Hemos puesto todas las facilidades del mundo para ayudar a que la cooperativa Frucimu esté activa.
En Yéchar, que es un diamante por el cual hay que seguir apostando, estamos exigiendo tanto a la Consejería de Agricultura como a la Confederación Hidrográfica del Segura los recursos hídricos necesarios para la pedanía. El polígono industrial se ha seguido incentivando; además, estamos trabajando para poder contar con la planta solar más grande de Europa en nuestro municipio. Y otros proyectos, como el de la piscina cubierta, que estaremos en disposición de abrirla a los ciudadanos para el mes de noviembre, en esta ocasión sin gimnasio para no perjudicar a los ya existentes en nuestra localidad.
¿Dónde tiene puestas las vistas de cara al futuro?
Mi objetivo es acabar esta legislatura como alcalde. Después el tiempo dirá, pero no miro más allá de 2023. Siempre he estado a disposición de mi partido desde el trabajo, el respeto y la lealtad, y seguirá siendo así. Yo llegué a la política con una excedencia de la empresa donde trabajaba y ahora mi dedicación es la de cumplir como alcalde de Mula, sin pensar en nada más que no sea trabajar por unas ideas y por mi municipio y sus gentes.