Entre la ficción crítica y la crítica ficticia: una lectura de 'Too late' de Mario Aznar

Una tesis doctoral es un libro que se tarda mucho tiempo en escribir, que da mil quebraderos de cabeza al autor, ya que suele recoger su interés por un tema que a veces lleva a la obsesión, pero que nadie lee. Se trata, en la mayoría de los casos, de un ejercicio onanista que acaba siendo placentero para el nuevo doctor y que le enseña con la práctica cómo investigar para posteriores derroteros, pero que suele aportar bien poco a la comunidad científica. Frente a esta práctica ausencia de lectores de un género tan farragoso, academicista y normativizado como este, muchos autores optan por publicar obras algo más accesibles que resuman las conclusiones a las que se ha llegado tras el arduo trabajo de investigación. Ante esta situación debió encontrarse Mario Aznar, autor de una tesis doctoral sobre la crisis del lenguaje y el género de la ficción crítica en la obra de Jorge Luis Borges y Enrique Vila-Matas. La respuesta a la eterna pregunta que todo doctor se hace, y que el joven crítico murciano se debió plantear, ¿cómo demonios conseguir que la gente lea mi tesis?, es este Too late.  

Estamos, pues, ante un libro que parte de una investigación que, suponemos, fue larga y extenuante para el autor y que le llevó a escribir ese mamotreto (todos lo son) que es su tesis doctoral. Este punto de partida puede hacer poco atractiva la lectura de esta obra, sin embargo, Aznar convierte su ensayo, en concreto la parte dedicada a Vila-Matas, en una ficción (crítica). La base de este Too late es una conversación que, como queda aclarado en la nota final, mantuvo el crítico murciano con Vila-Matas en el verano de 2018. Las respuestas del autor de Doctor Pasavento serían el núcleo (real) de este libro, en torno al cual Aznar construye un originalísimo acercamiento a la obra de Vila-Matas desde dos perspectivas que se confunden a lo largo de las páginas de Too late: la crítica y la ficción.   

El autor se ha convertido en un especialista en la obra del escritor barcelonés, como demostró, además de con su tesis, con la edición de Impón tu suerte (2018), libro de Vila-Matas al que puso notas y prólogo. Estamos, por lo tanto, ante alguien que conoce perfectamente su heterogénea y rompedora trayectoria literaria, la misma que le ha llevado en las últimas décadas a ser un autor primero incomprendido, después admirado (especialmente en Europa) y finalmente imitado. Aznar posee un profundo conocimiento sobre el autor y lo muestra especialmente en las preguntas, que a menudo son tan reflexivas como las propias respuestas y que escapan del mero y anodino cuestionario.  

Pero si valioso es el aparato teórico que sustenta el libro, el verdadero hallazgo de Aznar es incorporar sus palabras y las del escritor barcelonés en una ficción. Consigue, en primer lugar, hacer un libro más atractivo que la mayoría de los ensayos académicos y, sobre todo, realizar un homenaje al propio Vila-Matas, ya que la historia ficticia bien podría estar firmada por él mismo. Y es que encontramos en ella algunas de sus marcas como la confusión con la identidad del autor, las referencias a otras obras literarias, la inclusión de autores como personajes de ficción o la creación de un protagonista, un crítico que vive en Nápoles en un futuro en el que el ecologismo impide coger aviones y el tacto del plástico es un nostálgico recuerdo, muy vilamatasiano.