Abascal lleva su discurso de odio a Murcia y pide “más muros y menos moros”

Aldo Conway

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Un domingo como hoy es imposible disfrutar de una marinera en el centro de Murcia sin sentir el quejido preocupado por la patria. La España que madruga se ha congregado en la plaza del teatro Romea a las doce y media de la mañana para el acto de campaña de las elecciones al Parlamento Europeo de Vox. El partido de Abascal llega a Murcia para presentar a su candidato, el ultraconservador Jorge Buxadé, en medio de proclamas antiglobalistas y soflamas veraniegas que tuestan al sol las cabezas y los cogotes de los asistentes.

“Entendemos que hace mucho calor, pero rogamos que no mováis las sillas de sitio”, solicita una voz a través de la megafonía. “Si queréis reservar un asiento, colocad una chaqueta encima”. La impronta españolista se sublima con el 'Que viva España' de Manolo Escobar, acompañado el estribillo con el coro unánime de los asistentes.

Durante su intervención, Santiago Abascal se ha dedicado a criticar la política migratoria y de asilo del Consejo y Parlamento Europeo y ha reclamado una defensa firme de las fronteras. “Más muros y menos moros que no respetan a las mujeres”, ha dicho el líder de la ultraderecha.

La organización del partido, días antes del mitin, confirmaba a este diario que no habría acreditaciones para la prensa. Sin embargo, detrás de la veintena de hileras de sillas colocadas para el evento y junto a los técnicos de sonido, un grupo de periodistas acreditados puede llevar a cabo su trabajo con normalidad, por lo que esta crónica se escribe desde la quinta fila para asistentes al acto, entre un asiento vacío y un militante de Vox de Molina de Segura.

Menor afluencia de votantes

Otros actos de la formación ultraderechista han sido mucho más multitudinarios, y este votante muestra su inquietud: “Será que es domingo y la gente se va a la playa, pero estoy preocupado por lo del Alvise”. Y es que el partido del ex asesor de Ciudadanos, Alvise Pérez, bajo el nombre de “Se acabó la fiesta”, se presenta a los comicios europeos con la vista puesta en disputar a Vox -y al PP- hasta dos eurodiputados, según algunas encuestas.

Preguntamos por la reciente visita de Santiago Abascal al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: “No tendría que haberse metido ahí, solo lo puede perjudicar. Vamos, o eso creo yo. Entre un judío y un moro yo me quedo con el judío, que al menos son gente productiva y tienen perras, y a los de Hamás nada más que los apoyan los comunistas”.

Sin embargo, no todo el apoyo -no al menos el de este hombre- es incondicional; Roberto [nombre ficticio] se queja de que las tres primeras filas están reservadas. “Siempre ha habido clases, ¿No? Pero a mí me toca los cojones, porque yo me paso la vida pateándome las calles, los mercadillos repartiendo propaganda, pago mi cuota desde que arrancó el partido, la cuota mínima, es verdad, pero es que la economía no da para más; y ahí tienes a esas dos, míralas”, señalando a dos mujeres jóvenes sentadas encabezando el acto y haciéndose fotos. “Dime tú, las dos tías estas quién coño son y qué hacen ahí”. A nuestra espalda, dos señores entrados en años comentan la victoria del Real Madrid sobre el Borussia Dortmund en la final de la UCL del sábado.

La organización reparte banderas de Vox y de España, alternando. A un tipo le toca la de la formación verde y pregunta si le pueden dar una de España. El hombre que tiene al lado lo mira, extrañado, mientras le dice “es que yo he venido por el Buxadé”. El candidato a las europeas suscita debate: “Yo no soy muy católico, y este viene de Falange, pero tiene un par de huevos, a mí me vale con eso”. “Ah, ¿No eres católico?” pregunta otra señora, con una mueca híbrida entre la indignación y la sorpresa. “Pues España es un país católico, que lo sepas”.

Luis Gestoso, portavoz municipal de Vox en el Ayuntamiento de Murcia, inicia el mitin con una intervención de apenas tres minutos en la que ha declamado contra la inmigración ilegal. “Bienvenidos a la antaño segura ciudad de Murcia. Nadie sabía en Murcia lo que eran los machetes, lo que eran los asaltos”, arrancaba.

“Guerra contra el campo”

Tras esto, su discurso arengaba a posicionarse en “la guerra que tienen abierta contra el campo, con sus agendas climáticas, con sus pactos verdes”. Acto seguido, el vicepresidente autonómico, el gallego José Ángel Antelo, ha pretendido dilatar las lindes del progresismo incluyendo en este lobby de las izquierdas al Partido Popular, a quienes acusan de “votar junto con el PSOE el 90 por ciento de las leyes que se aprueban en el Parlamento Europeo”.

Es esta, precisamente, la premisa que ha querido explotar el candidato al europarlamento, Jorge Buxadé, haciendo inciso en la existencia de una “gran coalición” que “atenta contra los intereses de los ganaderos, los agricultores y de los regantes”. “¿Sabéis qué es lo que más me duele? A mí me pueden llamar calvo, fascista, ultraderecha o lo que sea. Me da igual”, ha exclamado, ante las carcajadas rabiosas del público y los gritos de “guapo” de alguna señora. “¡A mucha honra!” grita otra voz, no sabemos si refiriéndose a la alopecia o al fascismo. “Lo peor que me pueden decir a mí es que soy un tío del sistema. ¡Pero si hemos venido a cambiar el sistema!”.

El colofón lo colocaba, no podría concebirse de forma distinta, Santiago Abascal. El líder de los ultraderechistas ha sido recibido en la capital del Segura con gritos de “presidente, presidente”, mientras este apreciaba el carácter singular de las gentes de Murcia. “A los murcianos se os ve venir de lejos. Sois cristalinos, no tenéis ni trampa ni cartón, no andáis de manera sinuosa; mis paisanos, en cambio... no lo son tanto”.

Abascal ha hecho referencia a las palabras de este sábado de Pedro Sánchez, que destacó que en el 9J se vota “feminismo o Abascal”. “Es una afirmación tan insultante, tan fácil de rebatir como pedirle al presidente del gobierno que explique por qué desde que llegó las violaciones a mujeres se han multiplicado por tres en España, que explique por qué avanza en esa política migratoria que consiste en traer personas procedentes de países islámicos que no respetan a la mujer, oleadas de inmigrantes”.

“También son sinuosos esos que nos dicen que tenemos que ser más suaves con el Partido Socialista, que dicen que les hacemos la propaganda a la izquierda. No, para eso ya estáis vosotros”. Su homilía ha elevado el tono agresivo que lo caracteriza para referirse a Pedro Sánchez, al que acusa de poner sus intereses familiares por delante de los de la nación y de ir “creando conflictos diplomáticos por ahí”. “Cuando vino Milei a España, como lo hizo al acto de Vox, mandó al animal este que tiene de ministro [refiriéndose al titular de la cartera de Transportes, Óscar Puente] a llamarle drogadicto.

“Ahora ha retirado al embajador español de Argentina. Está Milei preocupado, ¿Eh?”. También ha tenido tiempo para dedicarlo a las nuevas relaciones diplomáticas de España con Israel y Palestina, a raíz del reconocimiento del Estado Palestino por parte del gobierno español, y a los ya archiconocidos cinco días de reflexión del presidente, acusándolo, como denunciaba el pseudo medio de comunicación The Objective esta semana, de “cobrar esos cinco días en los que no ha trabajado”.

El final del acto de campaña de Vox ha confluido con la procesión del Corpus Christi, que circulaba por las calles aledañas, con una afluencia mucho mayor, demostrando que la Región de Murcia es más devota del Cuerpo de Cristo que de los apóstoles de Orban y Meloni, pese a los resultados que obtuvieron en la Región en los comicios del pasado 23-J, en los que obtuvieron un 21% de los votos y 3 de los 10 escaños que aporta la Comunidad Autónoma.