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“Ecocidas, dimisión”: decenas de miles de personas reclaman que paren los vertidos al Mar Menor

Hasta 185 organizaciones sociales, medioambientales y sindicales, unidas bajo las siglas de Pacto por el Mar Menor y SOS Mar Menor, han hecho un llamamiento a la ciudadanía en la capital murciana a las 20:00 horas para inundar las calles y denunciar el ecocidio que sufre la mayor laguna salada de Europa, el Mar Menor. La manifestación que ha reunido a decenas de miles de personas, ha comenzado en dos puntos distintos del municipio -Delegación de Gobierno y el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional- con el objetivo de apelar a todas las administraciones para converger más adelante en la plaza de la Fuensanta y terminar conjuntamente frente a la sede de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente en la plaza Juan XXIII. Allí se ha leído un manifiesto y se ha escuchado la canción 'Sol y sal' de Nunatak, convertida en himno de la lucha por el Mar Menor.

Desde que el pasado 16 de agosto empezaran a aparecer peces y crustáceos en la orilla del Mar Menor, el Ejecutivo murciano pasó de no admitir en los primeros días que se estaba produciendo una segunda anoxia -falta de oxígeno en el agua debido al exceso de nutrientes de la agricultura- a culpar una y otra vez de los problemas de contaminación que ha sufrido la laguna desde hace más de tres décadas al Gobierno central y, en particular, a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. A causa de estas tensiones políticas, los organizadores han pedido que no haya ningún representante político a la cabeza de la manifestación y que tampoco lleven enseñas que les identifiquen. De hecho, hay voluntarios de las organizaciones vigilando por si se incumple el veto a las siglas de partidos. De la política nacional ha anunciado su participación el líder de Más País, Íñigo Errejón y el coportavoz federal de Verdes Equo, Florent Marcellesi.

Hasta 50.000 personas llegaron a manifestarse en Cartagena en 2019 tras la primera anoxia que sufrió la laguna. Miles de personas también 'abrazaron' al Mar Menor rodeándolo de punta a punta el pasado 28 de agosto en una protesta convocada por la plataforma Iniciativa Legislativa Popular Mar Menor, bajo el lema “por un Mar Menor vivo” ante la situación de crisis que vive la albufera por los vertidos de la agricultura sin control con cinco toneladas de peces muertos.

María, Santi y José vienen desde el municipio murciano de La Unión para reivindicar soluciones por la laguna salada. Toda su vida han veraneado en Los Nietos, localidad que colinda con la orilla del Mar Menor. “Más que pena nos da rabia, porque aquí hay responsables; el 80 por ciento de las competencias son de la Comunidad, aunque solo sea por permitir que se contaminara y deteriorara la laguna”. Sostienen que no se debe ir contra los agricultores pero aún así se tienen que “parar los vertidos”. Conforme se acercan al punto de la manifestación señalan que “hay alguien que lleva 26 años aquí”, en referencia al Partido Popular, que gobierna en la Región desde hace un cuarto de siglo.

Además de la dimensión medioambiental, el pasado miércoles los sindicatos UGT y CCOO cifraron en 50.000 los empleos directos e indirectos que se encuentran en riesgo por la degradación del Mar Menor. El secretario general de UGT, Antonio Jiménez, reveló que un estudio realizado por su sindicato concluyó que hay 37.000 puestos directos y otros 13.000 indirectos que podrían verse afectados por el empeoramiento de la laguna, especialmente en la agricultura, el comercio, la hostelería y el turismo de los cuatro municipios ribereños. Su homólogo de Comisiones Obreras, Santiago Navarro, alertó de que esta afección también se extendería al resto de la Región de Murcia.

Pedro Gracía, de la Asociación Naturalista del Sureste (ANSE), que también ha asistido a la manifestación, cuenta a este medio que lo que está pasando hoy es un “grito para pedir soluciones; no es la primeras vez que salimos a pedir soluciones, y esperamos que está vez lo consigamos”. García lleva 20 años junto a otros compañeros denunciando los nitratos procedentes de la agricultura del Campo de Cartagena que contaminan la laguna.

Ángela García, que representa a Mar Menor Vivo y Banderas Negra, defiende la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que quiere que el Mar Menor tenga personalidad jurídica. Una alternativa jurídica que dotaría de derechos a la laguna, que se podrían defender por la vía judicial. Tras conseguir que el Congreso de los Diputados aceptara la propuesta -que rechazó el Gobierno de Murcia- los promotores de la Iniciativa han tenido nueve meses para recoger medio millón de firmas, con el objetivo de que se debata y vote en el Congreso. El plazo termina el próximo 28 de octubre y fuentes cercanas aseguran que han roto el techo de las 400 mil firmas: “Sí o sí debemos conseguir darle derechos al Mar Menor, y lo conseguiremos”. Mientras los manifestantes recorren las calles murciana, hartos del estado agónico del Mar Menor, decenas de fedatarios de la ILP continúan recogiendo rúbricas.

Mientras avanza la manifestación por la ruta programada, la principal arteria de la ciudad, la calle Gran Vía, no parece tener fin. Mara, una joven de 19 años, acompaña a su abuela en la manifestación. Ambas están perplejas por el estado del Mar Menor, en que han veraneado buena parte de su vida. “Ella lo recuerda con mucho cariño y no entiende cómo la administración ha podido permitir esto”, lamenta Mara. En la misma línea se queja Aarón, de Elche, que se ha acercado hasta Murcia alarmado por la “inacción” de la que acusa a las administraciones. Un manifestante armado con un altavoz va cantando consignas que la gente replica. A lo largo del recorrido se pueden escuchar reclamos como “Lo que mata al Mar Menor es la prevaricación”, “López Miras queremos soluciones”, “Somos como el Mar, no nos vamos a parar”, o “Responsables a prisión, ecocidas dimisión”.

Entre las decenas de agrupaciones sociales que se han unido a la manifestación se encuentran los vecinos de las vías, preocupados por la laguna y por el apoyó de la gente en su momento más duro: “Cuando quisieron ponernos el muro y no querían soterrar la llegada del AVE, salimos a las calles todos los murcianos: hoy volvemos a hacer lo mismo”. Una victoria vecinal -finalmente consiguieron que los trenes de alta velocidad pasaran 'por abajo'- que esperan que pueda volver a repetirse.

Ana y Nicolás, de 66 y 76 años, han venido desde el municipio catalán de Mataró. Tienen familia en la Región y han pasado los veranos toda su vida en la laguna salada. De hecho, presenciaron como la gota fría de octubre de 2019 desencadenó una de las muertes masivas de especies marinas. En cada manifestación que se ha realizado en favor del Mar Menor, ambos han estado presentes y se han desplazado desde Cataunya. La pareja se lamenta de cómo se ha permitido que la laguna llegue al estado actual. Un sentir similar al de Verónica y Ana, que acompañadas de su perro Toby, se han acercado a la manifestación para reclamar soluciones “que los políticos prometieron hace dos años, tiempo en el que no han hecho nada”.

El Gobierno murciano advirtió hace escasas semanas de que el Mar Menor se enfrentaba nuevamente a un “proceso avanzado” de anoxia, y reclamó al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) dragar la gola de Marchamalo: un canal que une la laguna salada con el Mediterráneo. Una medida polémica que no encontró apoyo en la comunidad científica, más allá de los propio componentes de una comisión de seguimiento del estado del Mar Menor dependiente de la propia Consejería de Medio Ambiente.

El cierre de la manifestación, frente a a la Consejería de Medio Ambiente, ha estado acompañado de un discurso de protesta contra la inacción política. “Estamos aquí esta tarde porque, este verano, el Mar Menor volvió a escupirnos a la cara el maltrato y la indiferencia al que se le ha sometido durante tantas décadas”, expresa con rabia Isabel Rubio, miembro de la plataforma Pacto del Mar Menor. Desde las agrupaciones que han organizado la manifestación piden al Gobierno del Estado que “no se concedan las competencias de Costas a un Gobierno que acabó con la Ley del Mar Menor de 1989 y desprotegió miles de hectáreas para permitir su urbanización”. Además, exigen a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), dependiente del Gobierno central, y a la Comunidad Autónoma, que “procedan con urgencia al desmantelamiento de las más de 8.000 ha de regadíos ilegales, esos que aseguraban que no existían, así como la aplicación de las medidas de control de la agricultura intensiva aprobadas en la Ley del Mar Menor”-.

Otras seis ciudades, tanto en España como en Europa, se han solidarizado con la situación medioambiental de la laguna y celebran concentraciones de apoyo en la estación Schuman de Bruselas, la Puerta del Sol en Madrid, la plaza de Arriaga en Bilbao, el Quiosco del Boulevard en Donosti, la plaza del Ayuntamiento en Pamplona y en Valencia, una manifestación sale de la plaza del Ayuntamiento y termina en Torres de Serranos bajo el lema 'La Albufera con el Mar Menor'.