El Ejecutivo ha reconocido esta semana que, de mantenerse la situación actual de sequía y la escasez de lluvias, “probablemente” habrá que limitar el uso del agua a partir de 2018, aunque ha garantizado que el abastecimiento de momento está asegurado “hasta final de año”.
Así lo avanzó esta semana en el Senado la ministra de Agricultura, Alimentación y Pesca y Medio Ambiente, donde aseguró que el Gobierno “trabaja con anticipación” y repasó la “batería de medidas” en marcha, como las que se recogen en los Reales Decretos de sequía en las cuencas del Júcar, Segura y Duero.
La falta de precipitaciones acumulada, que en el año hidrológico 2016-2017 terminó con un 15 por ciento de déficit, lo que ha provocado una sequía agronómica, sobre todo en el interior peninsular. No obstante, según recalcó Tejerina, desde 2007 existen en España planes de sequía para minimizar el impacto social y económico y para mejorar el recurso hídrico.
El nuevo año hidrológico que comenzó el 1 de octubre ha acumulado en su primera semana un déficit del 95% de lluvias por debajo del valor normal, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que señalan que lo normal son 6 litros por metro cuadrado pero que únicamente se ha recogido 1 litro por metro cuadrado.
Entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre, las precipitaciones afectaron a la franja norte peninsular, a las islas de Mallorca y Menorca, a las zonas sur y este de Andalucía y a puntos aislados de Islas Canarias.
Si bien, en lo que va de octubre ha llovido más de 10 litros por metro cuadrado en el norte de Cantabria, País Vasco y Navarra, en zonas del pirineo oscense y catalán, en el litoral de la provincia de Barcelona y al norte de la isla de Mallorca y se superaron los 30 litros por metro cuadrado en el noreste de Guipúzcoa.
Por zonas, las cantidades acumuladas están “por debajo de las normales en toda la Península” e islas salvo algunas zonas al norte del País Vasco y Navarra, en el noroeste de la provincia de Lérida y en el sur de la isla de Mallorca.
El peor año del siglo para los embalses
Precisamente, esta semana los embalses están en su dato más bajo en lo que va de siglo y se trata del quinto año con menos agua en los embalses desde 1990, durante la semana 41, según datos facilitados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a Europa Press.
De acuerdo con estos datos, en la actualidad los embalses están al 38,31 por ciento de su capacidad total, una cifra que no se conocía en este siglo --durante la semana 41-- y que solo ha sido menor en otras cuatro ocasiones desde 1990.
En concreto, el año con menos agua en los embalses en esta época fue 1995, con el 25,89 por ciento; en segundo lugar, 1994, con un 33,45 por ciento; 1993, con el 36,64 por ciento y 1992, con los embalses al 37,62 por ciento esta semana.
En la misma semana de 2016 los embalses tenían casi doce puntos porcentuales más, ya que estaban al 50,49 por ciento de su capacidad. Sin embargo, en el mismo periodo en 2013, los embalses estaban al 66,53 por ciento de su capacidad total, que es el año con más agua embalsada en los últimos 27 años.
La cifra es aún menor en la vertiente mediterránea, cuyos embalses están en su conjunto en el 36,33 por ciento, frente a los de la vertiente atlántica, que se encuentran al 38,97 por ciento.
Las cuencas que están en peor situación son las del Segura, que está al 14,20 por ciento, el Júcar, al 25,59 por ciento y el Duero, al 31,52 por ciento.
En total, esta semana la reserva hidráulica alberga 21.485 hectómetros cúbicos, después de haber perdido en 301 hectómetros cúbicos, lo que representa el 0,5 por ciento del total, tras una semana de precipitaciones “casi nulas”.
Esta cifra es casi un 24% menor que el agua que había en los embalses hace un año (23,98 por ciento) y un 27,64 por ciento menor que la media de los últimos diez años.
Entre el 3 y el 10 de octubre la precipitación máxima se registró en Alicante, donde se recogieron 14,6 litros por metro cuadrado. En general, el Ministerio señala que las precipitaciones han sido “prácticamente nulas” en toda España.
Por ámbitos, los embalses se encuentran al 69,9 por ciento en Cantábrico Oriental; al 61,4 por ciento en Cantábrico occidental; al 41,5 por ciento, Miño-Sil; al 51,3 por ciento, Galicia Costa; al 57,1 por ciento las cuencas internas del País Vasco, al 31,5 por ciento, el Duero; al 40,5 por ciento, el Tajo; al 45,2 por ciento, Guadiana y al 69 por ciento, Tinto, Odiel y Piedras.
Además, Guadalete-Barbate está al 39,9 por ciento; Guadalquivir, al 32 por ciento; la Cuenca Mediterránea Andaluza, al 33,2 por ciento; Segura, al 14,2 por ciento; Júcar, al 25,6 por ciento; Ebro, al 43,1 por ciento y las cuencas internas de Cataluña al 55,7 por ciento.
Con este panorama, Tejerina ha justificado la “batería de medidas excepcionales” que recogen los Reales Decretos de Sequía de Júcar, Segura y Duero y que se mantendrán al menos hasta el 30 de septiembre de 2018, en particular dirigidas a paliar los efectos en la agricultura y que según la ministra cuentan con el visto bueno de las organizaciones agrarias.
Entre ellas, se ha referido a las distintas líneas de financiación, ayudas directas, seguros agrarios. “El Gobierno demuestra el compromiso de todos los afectados por la sequía”, defendió la ministra en la Cámara alta, donde dijo que en las cuencas del Júcar y del Segura se han invertido más de 80 millones de euros.