Una nueva inversión busca soluciones al deterioro del Mar Menor

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) ha anunciado que iniciará una red de sondeos entorno al Mar Menor y el acuífero cuaternario del Campo de Cartagena para investigar la interrelación entre ambas masas de agua.   

Gracias a este estudio, que cuantificará, controlará y seguirá las aguas de la masa de agua subterránea del Campo de Cartagena, se podrá determinar la cantidad de agua que llega al Mar Menor desde el acuífero.  

Tras la investigación, con una duración de 14 meses, se elaborará un informe que recogerá el diagnóstico del acuífero y su relación con el Mar Menor.

En dicho dossier se deberán definir, además, soluciones para evitar el transporte de contaminantes al Mar Menor a través de las aguas subterráneas.

Para llevar a cabo el estudio se construirá una red de sondeos de investigación en la franja costera del acuífero, generando un mayor conocimiento del que dispone actualmente la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).

Dicho análisis se sumará a los 21 que funcionan en la actualidad en el campo de Cartagena y que pertenecen a la red oficial de piezometría.  

Por otra parte, de cara a determinar la interrelación entre el acuífero subterráneo y el Mar Menor, se instalará una red de monitorización hidrogeológica en el borde litoral de la laguna.

Esta actuación se enmarca dentro del protocolo para la gestión integrada del Mar Menor y su entorno, un acuerdo suscrito entre el MAPAMA y la Región de Murcia, además de las medidas previstas en el Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura (2015/2021) para proteger este dañado espacio.

La empresa pública Tragsa ha sido la encargada de iniciar este trabajo con un presupuesto de 911.000 euros. Con la suma de esta última actuación, se habrán invertido en el último año 2,4 millones de euros en la conservación del Mar Menor desde el MAPAMA, según el propio ministerio.

Deterioro del Mar Menor

El Mar Menor está incluido en la Red Natura 2000 de protección ambiental de la Unión Europea y es un humedal de importancia internacional reconocido por la Convención Internacional Ramsar.

El pasado 10 de mayo, el deterioro del agua que se traduce en una gran turbidez dio lugar a que se le retiraran todos los distintivos de calidad. 

Entre las causas que han provocado el notable daño de este entorno natural está el vertido que se hace a las aguas que terminan en la laguna, tanto superficiales como subterráneas, de residuos urbanos o productos químicos usados en la agricultura.