Con la llegada del verano Pacto por el Mar Menor ha publicado en un comunicado que la laguna muestra “una cierta recuperación en las aguas someras aunque no así en sus aguas profundas”. La plataforma aprecia la importancia del sellado de los tubos que arrojaban las salmueras a la rambla del Albujón y de ahí a la laguna.
La asociación también ha señalado que “las praderas formadas por la fanerógama marina Cymodocea nodosa que crece en zonas muy iluminadas y del alga Caulerpa prolifera que cubre zonas más alejadas de la orilla, hayan experimentando un crecimiento significativo a principios de este verano”, tal como demuestran los últimos trabajos del IEO y ANSE.
La asociación se lamenta de que durante décadas se hayan arrojado, “y por desgracia siguen llegando, miles de toneladas de nitratos y otros compuestos químicos al Mar Menor procedentes principalmente de la agricultura intensiva que se lleva a cabo en su entorno”.
Los vegetales marinos, por su parte, “captan y han captado esos nutrientes de la columna de agua y han retenido sedimentos”, es decir, han contribuido a la transparencia de las aguas a pesar de las agresiones que sufre la laguna costera.
La plataforma considera que “es una buena señal la ausencia de turbiedad estos días en las aguas poco profundas”, pero demandan a su vez “la aplicación de la legislación vigente de medidas urgentes para su protección o la aprobación de una ley integral del Mar Menor que lo protegería no solo de los efectos de la agricultura sino del resto de amenazas a este espacio tan frágil: construcción, residuos mineros, infraestructuras”, entre otros.
Pacto por el Mar Menor añade en el comunicado que con el aumento de las temperaturas se podría producir “otra explosión de fitoplancton como la que oscureció” las aguas de la laguna hace ya casi tres años.