La Región de Murcia se mantiene un año más como una de las comunidades líderes en materia de recogida separada de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En concreto, se recogieron un total de 10.119 toneladas de este tipo de residuos, lo que sitúa a la Región como la segunda comunidad autónoma más activa de toda España en este ámbito.
La tasa de reciclaje de estos aparatos alcanzó los 6,68 kilogramos por habitante, lo que supone el mayor dato de recogida hasta ahora. Este dato, además, se sitúa por encima de los 5,3 kilogramos por habitante de la media nacional, sólo superada por las Islas Baleares, según los últimos datos oficiales, correspondientes al año 2017.
Además de Murcia y Baleares, solo otras tres comunidades autónomas cumplieron con los objetivos fijados por el Ministerio para la Transición Ecológica, que para el año 2017 estaba fijado en 6,41 kilos por habitante (Asturias, Cantabria y País Vasco). En el caso de Murcia, además, es la única comunidad autónoma que supera estos objetivos en todos los cauces de entrega, tanto en el ámbito doméstico como en el profesional.
El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, señaló “el importante crecimiento registrado con respecto al año 2015”, cuando la tasa era de 2,93 kilógramos por habitante, y explicó que para este incremento “ha sido clave la colaboración público-privada entre las entidades responsables de la gestión de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor, las entidades locales y los distribuidores”. Gracias a esta colaboración, añadió, “la Región cuenta con un sistema eficiente que garantiza que los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos lleguen a las plantas de tratamiento para su reutilización o el reciclado de parte de sus componentes”.
En este sentido, el director general de Medio Ambiente subrayó “la importancia de esta correcta gestión de los residuos en la recién diseñada Estrategia de Economía Circular de la Región”, que cuenta con siete actuaciones concretas que suman casi 30 millones de euros para reducir la cantidad de residuos que se generan e incrementar las tasas de reciclado.
“Los metales y otros materiales con los que se fabrican los electrodomésticos y aparatos eléctricos como ordenadores, impresoras o los propios teléfonos móviles pueden recuperarse y reutilizarse en la fabricación de nuevos productos, por lo que cada aparato que no se recicla supone un desperdicio de materias primas y de energía. Esta correcta gestión de los residuos es una de las claves para dejar atrás el actual modelo de economía lineal y avanzar hacia otro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, y más eficiente y competitivo desde el punto de vista económico”, concluyó Antonio Luengo.