'Plaza de España, entorno cardioprotegido'. Bajo esta denominación, Lazarus Vital ha creado un área donde la población debe sentirse más protegida ante un evento cardiaco. Está ampliamente demostrado que, ante una parada cardiaca espontánea, alertar rápidamente al 112, iniciar lo antes posible una reanimación cardiopulmonar básica y disponer de un desfibrilador en las inmediaciones, eleva un 75% las posibilidades de supervivencia de la víctima.
Partiendo de esta premisa, Lazarus Vital ha donado al municipio de Águilas un desfibrilador externo semiautomático y todo el equipamiento necesario para prestar una reanimación cardiopulmonar básica en caso de parada cardiaca, hasta la llegada de los servicios sanitarios. “Algo que deseamos no se presente jamás pero que si fuese preciso, puede ser determinante para salvar una vida”, señalan desde Lázarus Vital, empresa formada por un grupo de profesionales de las diferentes áreas de intervención en una emergencia, sanitarios, policías, bomberos y militares, “todos con un fuerte compromiso social”, señala el Ayuntamiento de Águilas en una nota de prensa.
“Gracias a esta iniciativa, la popular Glorieta, junto a sus ocho calles adyacentes, conforman un entorno cardioprotegido. Una gran manzana en el centro de Águilas de cerca de una hectárea de superficie donde todos podemos sentirnos más protegidos”.
A esta iniciativa se ha sumado el Ayuntamiento de Águilas y cerca de un centenar de comercios del entorno, que en la entrada a sus establecimientos, exhiben un logotipo que los identifica como espacio adherido a Plaza España Entorno Cardioprotegido.
Por su parte, el Consistorio aguileño ha instalado 20 señales de tráfico para informar a los ciudadanos que están accediendo a un entorno cardioprotegido.
Instalado en la esquina con la Calle Castelar, bajo las oficinas de Lazarus Vital, el punto más distante a recorrer con el desfibrilador, en caso de parada cardiaca, es de 150 metros que a un ritmo de trote-carrera se estima no debe ocupar más de 2 minutos (ida y vuelta).
Con estos tiempos y distancias, se cubren más que de sobra las recomendaciones del Plan Nacional de RCP que estima que un desfibrilador es útil si se puede utilizar dentro de los 4-5 primeros minutos desde que se presenta un paro cardiaco.