Fernando López Miras se encamina a su segunda investidura tras la sesión fallida de la semana pasada en la que Vox, PSOE y Podemos votaron en contra de la candidatura del popular para formar gobierno en la Región de Murcia. Ya le pasó en 2019. El 4 de julio de ese año Vox votó por segunda vez en contra de Miras y no fue investido presidente hasta el 24 de julio, tras llegar a un pacto a tres bandas con Ciudadanos y la ultraderecha.
En 2019, el PP obtuvo unos resultados más modestos –consiguió 210.771 votos que le dieron 16 escaños en el Parlamento murciano– y había otro partido en juego, Ciudadanos, recuerda el politólogo Francisco Javier López Carvajal. “La única similitud entre aquella legislatura y esta es que hubo dos sesiones de investidura, pero entonces el escenario era muy diferente”, explica. El pasado 28M el PP se quedó a solo dos diputados de la mayoría absoluta en la Asamblea Regional. En 2019, la lista más votada fue la del PSOE y los populares necesitaban el apoyo de Ciudadanos –con los que formaron Gobierno– y Vox, con el que firmaron un pacto con una serie de medidas que la ultraderecha esgrime una y otra vez que no se cumplieron.
“Acuerdo contra natura”
En aquel momento Ciudadanos tuvo “poco margen de maniobra” porque la dirección nacional, comandada entonces por Albert Rivera, decidió que se llegara a un acuerdo con el Partido Popular, “un acuerdo contra natura porque también se necesitaba el apoyo de Vox y era contrario a nuestras propuestas de regeneración”, relata Ana Martínez Vidal, excoordinadora regional del partido en Murcia y antigua portavoz del Gobierno regional que planteó en marzo de 2021 junto con el PSOE una moción de censura al PP que finalmente fracasó.
Del acuerdo programático que alcanzaron entonces con el PP, subraya Martínez Vidal –ahora fuera de la política, pero en ese momento una de las representantes de su partido en las negociaciones junto con Miguel Garaulet y Valle Miguélez–, solo se cumplieron ocho de las 72 medidas acordadas. El PP “va a transigir absolutamente con todo porque ya lo ha demostrado. Ya han sido capaces de comprar a tránsfugas de Ciudadanos y de Vox”, recuerda la antigua dirigente de Ciudadanos cuando se incorporaron tránsfugas de ambos partidos en el Gobierno de López Miras tras la moción. Tras el 23J “todo se va a desbloquear por arte de birlibirloque” ya que “no se entendería que los dos partidos no llegaran a un acuerdo después de haber formado gobierno en otras comunidades”.
Martínez Vidal teme que el futuro Gobierno de PP y Vox modifique o derogue la ley de Protección del Mar Menor que aprobaron junto con el PP y PSOE en julio de 2020 y que es una exigencia de Vox que el PP se ha negado en rotundo a aceptar hasta el momento. “Nosotros pedimos en su día la tramitación como proyecto de ley para enriquecer el texto, cosa que al Partido Popular le sentó muy mal”, de modo que, finalmente, se pasó de los 500 metros iniciales a un kilómetro y medio de franja alrededor de la laguna en los que no se pueden emplear fertilizantes químicos.
Desaparecido Ciudadanos, la investidura de López Miras pasa por el apoyo de Vox, con los que han intentado alcanzar un acuerdo en las últimas semanas. Las posiciones enrocadas de unos y otros no consiguieron desbloquear la primera votación de la sesión de investidura ni en la segunda votación. El PP ha propuesto un acuerdo programático a los de José Ángel Antelo con 88 puntos, mientras que Vox presentó el pasado lunes durante la votación de la investidura otro documento con 12 medidas y la exigencia de controlar la vicepresidencia del Gobierno de Murcia y dos consejerías sin concretar, aunque en comparecencias posteriores pidieron Familia y Agricultura y Medio Ambiente, áreas que concentran la mayoría de sus reclamos al Ejecutivo.
Vox ha redactado un documento con doce puntos indispensables para la formación de gobierno, entre los que se encuentran “derogar/modificar/reformar la ley de recuperación del Mar Menor”, así como “el aumento de superficie de regadío” y “erradicar la violencia intrafamiliar”. Los de Abascal en la Región de Murcia también quieren “seguridad en nuestras calles” a través del aumento de los cuerpos de policía local, especialmente en las zonas rurales, además de la lucha “contra la ocupación ilegal de viviendas” y la eliminación de “las ayudas públicas a entidades que promueven la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos”. También reivindican el veto parental que finalmente el Gobierno regional solo llegó a implantar parcialmente. Muchas de esas exigencias ya se encontraban en el documento firmado en 2019.
En las largas negociaciones de 2019 los principales escollos a los que se enfrentaron las tres formaciones en la Región se encontraban en la Ley de Igualdad LGTBI, las políticas respecto a la Memoria Histórica y cómo abordar la violencia machista. Luis Gestoso, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Murcia, fue el rostro visible por parte del partido de ultraderecha para llegar al acuerdo de investidura de López Miras tras la celebración de tres reuniones a tres bandas y en el que, finalmente, la formación de extrema derecha renunció a los sillones, mientras que el PP junto con Ciudadanos aceptaba el documento de Vox en el que se recogía el término violencia “intrafamiliar” en lugar de violencia machista, al tiempo que aceptaron la “libre elección de los padres” para la “educación moral” que reciban sus hijos y, de este modo, evitar el “adoctrinamiento político en las aulas”.
“El PP lo que quiere es quitarse el sambenito que le puso Abascal de la 'derechita cobarde', presentarse como un partido fuerte porque han ganado las elecciones y quieren hacerle ver a Vox que son ellos los que tienen que pasar por el aro”, dice Carvajal. “En 2019 el PP estaba más débil, pero ahora pasa lo contrario y no quieren regalarle nada a Vox porque, además, lo que se percibe en las encuestas es que la ultraderecha sacará peores resultados en estas generales del 23J”.
Los buenos resultados de López Miras han convertido a la Región en una de las claves de la política nacional de cara a los próximos comicios, al ser la única comunidad donde el PP no ha tenido que formar gobierno asumiendo sin límite las exigencias de Vox, lo que la ha convertido en una de las herramientas de defensa de Alberto Núñez Feijóo.
“Ahora mismo hay un impasse por el elemento distorsionador de las nacionales, donde se dirime también un cambio de gobierno y eso hace que las negociaciones aquí no sean tan reales como deberían ser”, afirma Carvajal. El politólogo insiste: “El PP no obtuvo la mayoría absoluta y necesita el concurso de Vox, pero intenta frenarlo y usarlo como voto útil para concentrarlo en su partido; ambos son conscientes de que tienen que llegar a un acuerdo pero no saben en qué términos y, de hecho, se han sentado muy poco a negociar”. También saben, analiza, que en un hipotético caso de adelanto electoral “a uno de los dos partidos se le identificaría como culpable y se le castigaría”.
48 horas después de las votaciones, el pasado miércoles Núñez Feijóo se reafirmó en su postura en un mitin en Murcia en el que estuvo arropado por el expresidente José María Aznar. Ese mismo día, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, viajaba también a la Región para participar en un acto de campaña en el que reiteró la disposición de su partido “las 24 horas al día y los siete días de la semana” para negociar con el PP. Sin embargo, es previsible que las conversaciones no se retomen durante la campaña. “Desde el PP no quieren”, aseguran fuentes de Vox.
Desde el PP, por su parte, afirman tener “la mano tendida desde el minuto uno” para alcanzar acuerdos programáticos con Vox y que ahora “la pelota está en su tejado” y “no mueven ficha”. El resultado del 28M, según los populares, ha sido “bastante claro y contundente” y repiten que “hay un porcentaje de votos que legitima un gobierno solitario que debe funcionar plenamente cuanto antes”. Preguntados por si estarían dispuestos a modificar la Ley del Mar Menor, desde el Partido Popular volvieron a repetir que la situación legal de la laguna “no es negociable”.
Antes del 7 de septiembre
“Lo normal es que después del 23J se desbloqueen los vetos mutuos entre PP y Vox, pero hacia qué lado de la balanza dependerá de la fuerza de cada uno tras estas elecciones”, dice López Carvajal, que confía en que haya investidura antes del 1 de agosto y no sea necesario agotar el tiempo por falta de acuerdos –hasta el 7 de septiembre– y tener que convocar nuevas elecciones.
Uno de los argumentos de Vox para exigir su entrada al gobierno es el “incumplimiento” de los compromisos que firmaron en 2019. “Pero aquella legislatura fue una distopía, pasó de todo” y Carvajal enumera la pandemia, las DANAS, la “automoción” de censura fracasada desde dentro al Gobierno o los diputados de Vox expulsados del partido.
En caso de conseguir entrar en el Gobierno, señala, el problema que tienen –igual que le pasaba a Ciudadanos– “es que no cuentan con estructuras territoriales fuertes y aunque tengan gente que pudieran colocar al frente de una consejería, es probable que les resultase complicado nutrir de profesionales el resto de niveles; lo vimos en la pasada legislatura, que empezaron con unos concejales o diputados y a mitad de legislatura eran otros”.
Pronóstico preelecotoral del 23J
El último sondeo preelectoral publicado este lunes por el Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP) indica que se mantienen las tendencias marcadas en las pasadas elecciones autonómicas del 28 de mayo. Es decir, los resultados “no se apartan de los consabidos anclajes de voto”: el PP ganaría los comicios en la Región de Murcia, pudiendo conseguir 4 ó 5 escaños (frente a los 3 de 2019), mientras que PSOE sería la segunda fuerza política, y podría alcanzar 2 ó 3 escaños (en 2019 obtuvo 3). Vox reduciría su representación en relación con 2019 al lograr 2 escaños y Sumar, por su parte, mantendría el escaño alcanzado por Unidas Podemos en 2019.