El acoso escolar, en todas sus modalidades, es un viejo problema en nuestras aulas cuya gravedad se desprende del informe 'Yo a eso no juego' sobre el acoso y el ciberacoso en la infancia elaborado por 'Save The Children'. Y es que Murcia es la comunidad con mayor despunte de acoso escolar a nivel nacional.
De todos es conocido el interés de Ciudadanos en el despliegue de una batería de medidas en la Asamblea Regional con el objeto de acabar con el acoso y la violencia escolar. Así, en primer lugar, creamos una partida específica en los presupuestos del año 2016 cifrando en 150.000 euros la cantidad a destinar este año para la creación de un programa para prevenir el acoso y afrontar el acoso en los centros educativos de nuestra Región, cuya finalidad fuese que los alumnos de nuestros centros reconozcan las distintas formas de acoso y aumentar con ello los niveles de mejora de la convivencia en los mismos.
Posteriormente presentamos una moción en esta Cámara para iniciar la implantación y posterior desarrollo del Programa KiVa en nuestra Región, moción rechazada gracias a los votos en contra del Partido Popular y Podemos, quienes alegaban cuestiones de incumplimiento de la Ley de Contratos; iincluso se llegó a cuestionar, por parte de Podemos, la eficacia de un programa avalado por multitud de evaluaciones internacionales y con un éxito de efectividad internacional evidente y sin discusión.
Para asombro de Ciudadanos, Óscar Urralburu, portavoz del grupo parlamentario Podemos en nuestra Región, la misma persona que cuestionó la eficacia del programa KiVa, afirma que Ciudadanos “ha dicho no” a la existencia de programas educativos que promuevan acciones dirigidas hacia la “plena aceptación de la diversidad afectiva sexual, de género y de modelos familiares que eviten el acoso escolar”. Nada más lejos de la realidad.
Es en la categorización de acoso a la que Podemos se refiere con la que no podemos estar de acuerdo, teniendo una visión claramente sesgada del término en referencia a problemas de identidad y orientación sexual. Pregunte usted, señor Urralburu, en las calles de nuestra Región por las causas por las que un niño puede ser acosado. Todas ellas tendrán, a buen seguro, un denominador común: basta con ser diferentes. El hecho de peinarse de una forma y no de otra, ser gótico o incluso padecer una enfermedad rara es objeto de la burla continuada, en ocasiones extrema, de los compañeros de clase. La envidia es a buen seguro otro factor importante, y si el alumno destaca en clase, también puntúa para que le machaquen.
Bajo la situación descrita, Podemos, con el señor Urralburu a su cabeza, focaliza el acoso y la violencia escolar en una tipología de víctima, como si sus características de identidad de género o afectivo-sexual fueran determinantes para sufrir acoso o violencia en los centros, omitiendo otra serie de rasgos como los de vulnerabilidad física o psicológica, la baja autoestima, las escasas habilidades sociales -en especial cuando van acompañadas de éxito académico y buenas relaciones con los docentes-, rasgos de discapacidad u otras características personales distintas a las dominantes como la obesidad, forma de vestir tradicional o descuidada, falta de higiene, pertenencia a minorías étnicas o culturales, etc.
Desde Ciudadanos creemos que todas las víctimas de acoso merecen el mismo nivel de defensa y toma de consideración ya que a todos y todas nuestras jóvenes les asisten los mismos derechos constitucionales. Es por ello que C's no sólo no ha rechazado la moción que presentaba Podemos, sino que la ha mejorado presentando una enmienda a la totalidad que recoge la tipología de víctima que Podemos incluía en su moción, y que además la hace extensible a otras tipologías de víctimas, intentando con ello no sesgar una realidad patente en nuestros centros.
Concretamente, Ciudadanos recoge y apuesta en los apartados de su moción por “tener una especial consideración el tratamiento a ciertos grupos de riesgo a sufrirlos como los de dimensión afectiva sexual, de género u otras características personales diferentes a las dominantes”, por lo que queda bien demostrado que el señor Urralburu miente buscando, como lo hace la vieja política, una rentabilidad electoral.
Desde Ciudadanos debemos recordarle al señor Urralburu que es tan buena nuestra enmienda, que él mismo quiso transaccionar todos los apartados de la misma a su propia moción. Entre las medidas recogidas por Ciudadanos en su enmienda, aprobada por la Comisión de Educación y Cultura, insta al Gobierno regional a “desarrollar en los centros y dentro del Plan de Convivencia un apartado con las medidas tutoriales -en relación al alumno, al grupo-clase y a las familias- y curriculares -implementación de metodologías, trabajo de contenidos funcionales-actitudinales, desarrollo de programas de habilidades sociales, etc así como los propios contenidos curriculares de ciertas materias- que se desarrollarán dentro de un apartado específico del mismo y con actuaciones dirigidas a la prevención del acoso escolar”. Este apartado es apropiado por Podemos, olvidando que pertenece a la enmienda de Ciudadanos y no a la moción que inicialmente plantea Podemos.
Así mismo, y atendiendo a nuestro programa y posicionamiento del partido, por una parte, tenemos un máximo respeto a la identidad sexual como forma de vivencia interna e individual, apoyando la elaboración de una Ley Integral de Transexualidad que aborde su problemática desde una perspectiva integral y por la igualdad de las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, y por otra parte, también recogido en nuestro programa educativo nacional, defendemos la necesidad de realizar un plan de lucha contra el acoso escolar, el ciberacoso y el 'bullying', así como potenciar la figura de la mediación escolar para la prevención y resolución de conflictos.
En este sentido, Ciudadanos plantea en su enmienda la necesidad de “elaborar programas específicos de prevención sobre conductas de acoso escolar que se aplicarían, en todos -públicos, concertados y privados- los centros educativos de nuestra Región y en las etapas de Primaria, Secundaria y Bachiller antes de que se detecte ningún indicio del problema y cuya finalidad sea la evitación de conductas de acoso mediante la información, sensibilización y formación de todos los miembros de la comunidad educativa: alumnos, docentes y familias, teniendo especial consideración el tratamiento a ciertos grupos de riesgo a sufrirlos como los de dimensión afectiva sexual, de género u otras características personales diferentes a las dominantes”.
Otras cuestiones claves de la propuesta de Ciudadanos, y que insistimos que tanto gustaron al señor Urralburu, son la potenciación de la figura del Agente Tutor -policías involucrados-, la implantación en los Programas de Formación de cursos en materia de violencia escolar para el personal docente, instar a las universidades de nuestra Región a que refuercen los contenidos y formación en materia de convivencia escolar en los grados de Magisterio y en los másteres universitarios de formación de profesorado y la introducción en las convocatorias de selección de directores, de un epígrafe específico en el proyecto que presenten y que se incluya, como mérito en el concurso, la formación específica en violencia escolar.
Desde Ciudadanos esperamos que estos apartados se materialicen en medidas y programas de prevención del problema de maltrato y acoso escolar y no se quede en una política propagandística sin tintes de hacerse realidad. El Gobierno Regional está obligado a tomar la iniciativa y pasar inmediatamente a los hechos, dada la relevancia del tema en nuestros centros.
Desde Ciudadanos lamentamos la actitud de ciertos dirigentes de nuestra Asamblea Regional, que consideran a la educación como un campo abonado para los posicionamientos ideológicos y de actuaciones más dadas de la vieja escuela política en vías de aumento de rédito personal, como es el caso del PP con el asunto de la concertada, y como ahora lo ha hecho Podemos con un aspecto tan sensible socialmente como lo es la violencia en la escuela y los derechos constitucionales recogidos en la normativa educativa estatal en referencia al respeto de la identidad, integridad y dignidad de las personas y a la protección contra toda agresión física y moral.
Raúl Puche es responsable de Educación de Ciudadanos Región de Murcia